Una vez más, nos encontramos con un caso en el que la madre simplemente pierde la custodia de su hija (eso que quienes niegan que exista el Síndrome de Alienación Parental -SAP- consideran tan grave...). Por supuesto, la juez no ha iniciado los trámites para ninguna investigación por supuesta falsedad en las denuncias de la madre hacia el padre, que han sido archivadas...
Los dogmas de las asociaciones feministas que ejercen su poder totalitario en España (dogmas, por tanto, del Gobierno y del CGPJ) establecen que
las denuncias falsas no existen (pincha) y que
el SAP, con el nombre que se le dé, tampoco existe (pincha). De manera que si "supuestamente" tienen delante de las narices ambas cosas hay que mirar para otra parte... Un cambio de custodia (que pasará a engrosar la lista de lo que consideran "atropellos" las negacionistas del SAP, el Gobierno y el CGPJ), y aquí no ha pasado nada. Quienes ven un
maltrato impune (a los menores; al progenitor alienado; al denunciado con desprecio a la verdad; a la familia de éste...) aún deben luchar mucho para erradicar la
ideología sexista casposa de estas femifascistas y de sus cómplices en las instituciones.
La noticia sale publicada en
farodevigo.es el 8 de junio de 2011:
La madre denunció al hombre por abusos a su hija y todos los casos se archivaron
M. F. El Juzgado de Primera Instancia 5 de Vigo (Familia) ha otorgado al padre la custodia de la menor de 9 años que lleva casi un año en un centro de acogida, decisión que se había adoptado precisamente para normalizar la relación con su progenitor y alejarla de la influencia materna. La juez establece para la madre un régimen de visitas consistente en un encuentro a la semana de una hora de duración supervisado por el Servicio de Familia y Menores de la Xunta y en un contacto telefónico semanal. La mujer debe pasar una pensión alimenticia de 100 euros mensuales a la pequeña.
El caso saltaba a la luz en diciembre, cuando se celebró la segunda sesión del juicio de divorcio de la pareja y de tutela de la niña: la primera jornada había tenido lugar dos años antes y se suspendió para hacer un estudio psicosocial que precisamente fue el que llevó al juzgado, en julio de 2010, a dar la tutela temporal de la menor a la Xunta y a su internamiento en un centro –hasta entonces la custodia la tenía la madre–.
La situación acaba de cambiar para la niña al otorgársele la custodia al padre, representado por el abogado Guillermo Presa. "La medida que mejor puede salvaguardar el derecho [de la menor] a vivir lo que le queda de infancia con cierta normalidad pasa por acceder al cambio de custodia que solicitó el padre", señala la resolución, que destaca la evolución positiva de la relación padre-hija desde que la niña está en el centro. La mujer denunció en varias ocasiones al hombre por presuntos abusos a la pequeña, pero la juez de Familia señala que ningún juzgado de Instrucción –ni la Audiencia– "vio indicios racionales de abusos" y archivó todos los asuntos. "Ella [la madre], en su convencimiento de que la menor fue objeto de abusos sexuales, no ha permitido que la menor haya tenido un contacto normalizado con su progenitor" y además, agrega, la sometió a múltiples exploraciones ginecológicas y psicológicas "injustificadas". La madre llegó a concentrarse en Príncipe con el apoyo de varios colectivos. La resolución no es firme y contra ella cabe recurso ante la Audiencia.
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