Los antecedentes. Año 1998 (pincha)
Cuando una ideología ocupa todos (TODOS) los poderes del Estado, así como los poderes fácticos; cuando tiene una presencia apabullante en la sociedad civil mediante una infinidad de asociaciones subvencionadas; cuando somete a la opinión pública con su propaganda, y cuando viola derechos fundamentales de las personas amparándose en que así lo exigen los eximios fines de su ideología, hablamos de un Estado totalitario. El Nazismo alemán, el Fascismo italiano, El Nacional-Catolicismo español y el Comunismo soviético son ejemplos conocidos.
El Feminismo radical español es hoy, en el año 2009, un caso claro de totalitarismo. Campa en el poder Ejecutivo a través de la Vicepresidenta 1ª y diversos Ministerios, especialmente desde el Ministerio de Igualdad, que colabora íntimamente con las asociaciones feministas que han sustituido a la Iglesia en sus funciones de poder fáctico (negando a ésta incluso el derecho a expresarse políticamente, con lo que la imitan en sus peores modos inquisitoriales y de censura). Domina el poder Legislativo (Ley de Divorcio, Ley contra la Violencia de Género, Ley de Igualdad…), pues se trata de una ideología que se ha instalado de tal modo en el poder que, sin excepciones, ningún partido político osa hacerle frente abiertamente. Se cuidan de hacerlo porque tienen miedo. Todos temen ser tachados de “machistas” o demonizados como colaboradores con los “maltratadores” (símbolo del mal). Ante una opinión pública sometida por la propaganda, eso significaría una sangría de votos… Los partidos de izquierda, en especial el PSOE, no dudan en aprovechar la ocasión para hacer suya esa causa y recaudar sus votos sin hacerles la menor crítica. El Feminismo ocupa el poder Judicial desde los tribunales especiales de Violencia de Género, y nos vigila desde su Observatorio en el Consejo General del Poder Judicial. Por supuesto, preside el Tribunal Constitucional a través de Maria Emilia Casas (cuyo “ingenuo” apoyo a una mujer que, a la postre, resultó ser en realidad la asesina de su marido es, aunque ella sigue en su cargo, un ejemplo insuperable del prejuicio sexista que caracteriza a esta ideología). Naturalmente, el Feminismo está presente también en todos los poderes autonómicos, en las Diputaciones y en los Ayuntamientos de toda España. El Instituto de la Mujer (dependiente del Ministerio de Igualdad), con sus sedes autonómicas correspondientes, organiza todo este entramado de poder omnímodo.
Cuando una ideología ocupa todos (TODOS) los poderes del Estado, así como los poderes fácticos; cuando tiene una presencia apabullante en la sociedad civil mediante una infinidad de asociaciones subvencionadas; cuando somete a la opinión pública con su propaganda, y cuando viola derechos fundamentales de las personas amparándose en que así lo exigen los eximios fines de su ideología, hablamos de un Estado totalitario. El Nazismo alemán, el Fascismo italiano, El Nacional-Catolicismo español y el Comunismo soviético son ejemplos conocidos.
El Feminismo radical español es hoy, en el año 2009, un caso claro de totalitarismo. Campa en el poder Ejecutivo a través de la Vicepresidenta 1ª y diversos Ministerios, especialmente desde el Ministerio de Igualdad, que colabora íntimamente con las asociaciones feministas que han sustituido a la Iglesia en sus funciones de poder fáctico (negando a ésta incluso el derecho a expresarse políticamente, con lo que la imitan en sus peores modos inquisitoriales y de censura). Domina el poder Legislativo (Ley de Divorcio, Ley contra la Violencia de Género, Ley de Igualdad…), pues se trata de una ideología que se ha instalado de tal modo en el poder que, sin excepciones, ningún partido político osa hacerle frente abiertamente. Se cuidan de hacerlo porque tienen miedo. Todos temen ser tachados de “machistas” o demonizados como colaboradores con los “maltratadores” (símbolo del mal). Ante una opinión pública sometida por la propaganda, eso significaría una sangría de votos… Los partidos de izquierda, en especial el PSOE, no dudan en aprovechar la ocasión para hacer suya esa causa y recaudar sus votos sin hacerles la menor crítica. El Feminismo ocupa el poder Judicial desde los tribunales especiales de Violencia de Género, y nos vigila desde su Observatorio en el Consejo General del Poder Judicial. Por supuesto, preside el Tribunal Constitucional a través de Maria Emilia Casas (cuyo “ingenuo” apoyo a una mujer que, a la postre, resultó ser en realidad la asesina de su marido es, aunque ella sigue en su cargo, un ejemplo insuperable del prejuicio sexista que caracteriza a esta ideología). Naturalmente, el Feminismo está presente también en todos los poderes autonómicos, en las Diputaciones y en los Ayuntamientos de toda España. El Instituto de la Mujer (dependiente del Ministerio de Igualdad), con sus sedes autonómicas correspondientes, organiza todo este entramado de poder omnímodo.
La red de la infinidad de asociaciones del Feminismo, que recibe una escandalosa cantidad de dinero en subvenciones municipales, de Diputaciones, autonómicas, estatales o europeas (pincha y mira las partidas del 13 de abril de 2010 sólo desde el Ministerio de Sanidad y Política social; para THEMIS, unos 450.000 €, por ejemplo), se extiende por todo el Estado, ocupando despachos en todos los Centros Municipales de los barrios de cada ciudad… Con su maquinaria de propaganda, anulan la crítica, pues quien se atreva a poner una coma a su doctrina no puede ser otra cosa que un “machista” o, directamente, un “maltratador”, con lo que sería expulsado a las tinieblas exteriores. De este modo, ningún medio de comunicación se atreve a difundir noticias incómodas para esta ideología, ni a dar otra interpretación que la feminista a las noticias que se publican. Por lo que se refiere a las redes sociales en internet, el feminismo cuenta con un verdadero ejército de "delatoras" subvencionadas, que llaman a denunciar al disidente por el hecho de ser disidente. De modo que, por ejemplo en Facebook, el disidente incómodo verá cómo su cuenta es deshabilitada tras la oportuna acumulación de denuncias y sin explicación alguna. Un nuevo modo de censura...
En el enlace puede verse la cuenta de resultados de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género en sus cuatro primeros años de vigencia (esa ley, no lo olvidemos, fue votada en el Congreso por unanimidad sin debate crítico de ninguna clase: nunca la unanimidad fue más antidemocrática). Sin embargo, no se acepta crítica alguna. Se censura. Esta ausencia de crítica (tanto interna como externa) tiene, como es lógico y la historia nos enseña, dos consecuencias: por un lado, la corrupción, y por otro, el abuso de poder contra los derechos fundamentales de los ciudadanos. La Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género ha establecido en España el "derecho penal de autor", algo inconcebible fuera de los sistemas totalitarios (lee el enlace). Pero, ¿qué sucede cuando una mujer se acerca a un Centro Municipal en busca de asesoramiento para un divorcio o un caso de malos tratos? A veces, quien va por lo primero sale asesorada para lo segundo… Tengamos en cuenta que el INCENTIVO de la denuncia es muy alto, tanto para que la mujer se asegure una sentencia de divorcio favorable y tenga acceso a algunas ayudas, como para que las asociaciones que la asesoran de ese modo reciban una mayor cantidad de subvenciones (las que provienen de Europa -pincha- reguladas en el Reglamento 1083/2006 del Consejo Europeo y gestionadas por el Instituto de la Mujer, a razón de 3.200 euros por denuncia -no por condena-, se reparten por Comunidades en función del número de denuncias, no del número de condenas, con lo que no es raro que se llame a denunciar y que los partidos políticos de cada Comunidad lo propicien, pues es dinero que ellos manejan...). Pero, en cualquier caso, lo que ocurre es esto: el Centro Municipal deriva a la solicitante hacia una asociación feminista con despacho allí mismo. Allí hay abogadas, psicólogas y otras profesionales que viven de esto. Ellas llevarán el caso, de modo que no hace falta pedir un abogado de oficio, ni siquiera del turno especial existente para Violencia de Género (pincha y mira cómo ellas incluso lo desaconsejan). Las profesionales de esta asociación no sólo irán en defensa de los intereses de la solicitante, sino que tienen sus propios “motivos” para ir contra el varón correspondiente… Tienen sus motivos ideológicos, propios del Feminismo, y además sus motivos económicos (pincha en ese enlace y en el siguiente), aquí es donde aparece la corrupción (léelo). Además de aumentar su cuota de subvenciones no en función del número de sentencias condenatorias, sino en función del número de denuncias que se producen en su Comunidad (pincha y lee el acuerdo del Consejo de Ministros del 29 de julio de 2005, mencionado aquí -pincha-), pueden aún lograr aumentar sus ingresos si consiguen una condena... Si pierden el caso, no cobrarán las costas, de modo que redoblarán sus esfuerzos acusatorios para que el condenado las pague… Caso ganado, más dinero que entra. Así se explica que animen a sus clientes a ir por la vía penal, si existe alguna razón para ello, por peregrina que sea. Se revela, así, muy oportuno que las leyes aprobadas al dictado de estas asociaciones hayan convertido en delitos lo que siempre han sido faltas. Son delitos si el acusado es un varón, claro; si no, siguen siendo faltas… Las deseadas sentencias condenatorias no serán, pues, difíciles de conseguir. Sus psicólogas, llegado el caso, pueden hacer un informe probatorio oportuno. Pero no olvidemos que esto ocurre en un Centro Municipal, que se presta a derivar clientes a las profesionales de estas asociaciones por su supuesta carencia de ánimo de lucro… ¿Pueden imaginar la cantidad de dinero ingresado así (subvenciones, costas) por las abogadas del Feminismo en España? ¿Pueden imaginar la cantidad de ciudadanos atropellados así por el Feminismo en España? ¿Pueden imaginar la cantidad de niños y niñas que han quedado marcados de por vida gracias a los servicios de estas asociaciones en los conflictos de pareja en España? No pueden imaginarlo. Hablamos de cientos de miles de casos en los juzgados. Y de más de 130.000 personas que viven de ello directamente.
[El 24 de junio de 2010, el Ministerio de Igualdad ha puesto en marcha una web en la que hace públicos todos los recursos que las Administraciones, instituciones privadas y asociaciones ponen a disposición de las mujeres que los soliciten para resolver sus conflictos con sus parejas o ex parejas (eso sí, denominan a las destinatarias de esta información "víctimas de violencia de género"): http://www.la-moncloa.es/ActualidadHome/2009-2/240610-igualdad.htm]
Todos ustedes saben, como yo, que el Feminismo hace mucho que ha perdido el sentido común. Sin embargo, muchos de ustedes tienen miedo a decirlo, lo cual les convierte en esclavos; o acaso se aprovechan de ello, por lo que no merecen sino mi desprecio. Al resto, quiero expresarle mi más solidario apoyo en la lucha que mantenemos contra el totalitarismo feminista. Y aquí quiero mencionar a las feministas que aspiran a la igualdad desde la igualdad. Las feministas que hoy son silenciadas como disidentes, descalificadas como "no feministas" por el Feminismo Totalitario que se ha instalado en el poder, y que se llaman a sí mismas "Otras Voces Feministas" (pincha el enlace y lee completo el Manifiesto que publicaron en 2006 en el documento pdf).
Menciones a este "nuevo totalitarismo" ya en 2007 (pincha y mira el vídeo que hay en este enlace)
Muy interesante comentario.Yo estoy intentando traducir el artículo "Disabusiong the definition of domestic abuse" de Linda Kelly, abogada norteamericana, donde se habla abierta y críticamente del actual "Estado Feminista".
ResponderEliminarEn mi blog www.feminismocuestionado.blogspot.com,(que firmo con seudónimo, al igual que aquí) intento explicarme el auge del feminismo ; es un fenómeno que no parece tener parangón: el clima de opinión socialista de los años 60 (comparable?) nunca dejó de tener su contrapartida ideológica (al final triunfante) . Pero el feminismo simplemente no encuentra contrapeso; a pesar de que hay excepciones , en general silenciadas : el líder boliviano de izquierda Evo Morales se declaró hace poco "antifeminista " o "no-feminista" ; y el actual rey de Suecia "no oculta su antipatía por el feminismo".
Entraré en tu blog, "Geniatra". Puede que el auge del feminismo tenga estas tres explicaciones. Están muy bien organizadas (y la política democrática no es una lucha de ideas, sino de organizaciones). En segundo lugar, el feminismo consigue derechos, aunque también privilegios, para las mujeres, lo cual les da la mayor parte de los votos femeninos y muchos votos "progresistas" masculinos (que aún no han caído en la cuenta de la segunda parte...). Y en tercer lugar, la economía de servicios capitalista en vigor, auténtico motor del feminismo moderno, no sufre directamente las consecuencias de los desmanes del feminismo radical. Saludos, y adelante!!
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