Portada de La Nueva España del 18 de agosto de 2013 |
El Gobierno del Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Castrillón contabilizaron el 18 de agosto de 2013 la "primera víctima mortal por violencia de género" del año en Asturias. Para ello, no dudaron en denominar de esa manera a la octogenaria (enferma de Alzheimer en fase terminal) apuñalada por su marido octogenario que la cuidaba desde hacía siete años y que se suicidó inmediatamente después. Los políticos del Gobierno del Principado y de ese Ayuntamiento aprovechan este caso para llamar a la "intolerancia total en la violencia contra las mujeres"...
El diario asturiano La Nueva España explicó los detalles del caso el 18 de agosto.
El diario El Comercio y La Voz de Avilés se preguntan si este caso corresponde al concepto de violencia de género o en realidad ese concepto es aquí inapropiado.
En ese contexto, publican las declaraciones de Laureano Caicoya, presidente de la Fundación Alzheimer Asturias y secretario de la
Asociación de Familiares de Alzheimer en el Principado, dos entidades
privadas que ayudan a las víctimas de esta enfermedad.
Castrillón
«El abandono de enfermos y familiares es total, su situación es dramática»
«No tienes ayudas institucionales.
Si quieres un cuidador, págalo», denuncia Laureano Caicoya, presidente
de la Fundación Alzheimer
18.08.13 - 01:43 -
El alzheimer es la cuarta causa de muerte en España. En
2011 se llevó a 11.907 personas, más del doble que diez años atrás, y la
tendencia es alza. «En el mundo es la segunda, por delante del cáncer.
En Gijón hay 3.700 casos, 2.400 en Oviedo, más de mil en Avilés y más de
veinte mil en Asturias», asegura Laureano Caicoya, presidente de la
Fundación Alzheimer Asturias y secretario de la Asociación de
Familiares de Alzheimer en el Principado, dos entidades privadas que
ayudan a las víctimas de esta enfermedad. Habla sin medias palabras, y
su testimonio es desgarrador. «Decir que lo de Piedras Blancas es
violencia de género es una absoluta barbaridad. Eso es no tener ni
puñetera idea. Yo entiendo lo que hizo esa persona, y que sea hombre o
mujer nada tiene que ver. Fue un acto sublime de amor, y no es un caso
excepcional. Por desgracia se da con cierta frecuencia. Sencillamente
llega un momento que no puedes seguir ni un minuto más», dijo en primer
lugar.
A partir de ahí se centró en la situación de los enfermos y
de sus familias, «que también son víctimas del alzheimer, aunque por lo
general solo uno los atiende, y suele ser una mujer. Están
completamente abandonados. Es dramático. Que yo tenga conocimiento,
ninguno de esos veinte mil enfermos recibe ayuda por parte de las
instituciones. Los políticos solo se acuerdan de esta enfermedad el 21
de septiembre, Día Internacional del Alzheimer. Se hacen la foto, besos
abrazos y punto. Al margen de algún familiar, la única ayuda que reciben
es la que presta la asociación y la fundación, que se financia con las
cuotas de los asociados y con aportaciones de empresas. Y cada vez
estamos peor», aseguró.
Sin perder la cortesía, el tono de Laureano Caicoya se
cargaba de indignación según avanzaba la conversación que mantuvo ayer
con este periódico. «No tenemos ayudas institucionales. Si quieres un
cuidador, págalo. Dicen que tenemos el mejor sistema sanitario del
mundo, y no lo pongo en duda, pero en Asturias hay un colectivo de
20.000 personas, más su entorno familiar, que está completamente
abandonado, dejado de la mano de Dios. Es así, y a nadie nos duele más
que a nosotros, que también sufrimos la enfermedad», enfatizó.
La crisis ha agravado aún más la ya delicada situación. «Es
terrible. Nuestra función es ayudar al enfermo y a su entorno. Sillas
de ruedas, pañales, atención médica... Pero ahora, cuando llegamos al
domicilio nos encontramos a un enfermo, a un cuidador, a quien también
hay que considerar enfermo, y a cuatro personas en paro viviendo de una
asignación». Una de las prioridades son los alimentos. «El año pasado
repartimos más de una tonelada, lógicamente sin ayuda, con nuestros
coches y pagando la gasolina. No damos a basto», añadió.
La nula ayuda por parte de las instituciones vuelve a
centrar su discurso. «Los políticos dicen que lo mejor es que el enfermo
esté en su entorno familiar, y a lo mejor es verdad, pero es que esta
enfermedad arrasa. Ellos -los políticos- son quienes tienen que decidir
si es mejor subvencionar a las asociaciones de la boina o a un colectivo
de enfermos desvalidos que no deja de crecer. Es cuestión de priorizar,
y a ellos les corresponde. Que elijan», concluye.
Fuente: http://www.elcomercio.es/v/20130818/castrillon/abandono-enfermos-familiares-total-20130818.html
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