sábado, 27 de abril de 2013

Consecuencias de la ideología de género en la relación paterno-filial (María Calvo Charro)


https://www.youtube.com/watch?v=49sOO2ea-8g

La ideología de género y sus consecuencias sobre la relación paterno-filial

Por Maria Calvo Charro (profesora titular de Derecho Administrativo en la Universidad Carlos III)
Publicado el 20 de febrero de 2012
 

Como señala Anatrella, la revolución del 68, fue en realidad una “revuelta contra el padre y contra todo lo que él representaba”. Desde entonces y hasta ahora la sociedad ha desprovisto de valor la función del padre, no les tiene en cuenta, su autoridad ha sido ridiculizada, las mujeres prescinden de ellos de forma manifiesta, lo que provoca que los hijos les pierdan absolutamente el respeto. En estas circunstancias, cuando el padre no es significativo para la madre, el niño lo percibe y él mismo se coloca en su lugar convirtiendo la función paterna en inexistente[1].

La actual devaluación de la función paterna, provocada por el convencimiento social generalizado de que el padre y la madre son intercambiables, de que no hay diferencias biológicas entre los sexos y de que las mujeres pueden sacar adelante a sus hijos en soledad, ha provocado en los últimos años que muchos niños crezcan en ausencia absoluta de un modelo paterno, con los efectos negativos que tal omisión tiene sobre su equilibrado desarrollo personal y académico.
Varios estudios demuestran que la ausencia del padre, física o simplemente psíquica, puede tener efectos devastadores sobre los niños, incluyendo problemas de salud serios, ya que su sistema inmunológico se ve afectado por el estrés que genera tal situación de desamparo, y ello a pesar de los esfuerzos de las madres en estos casos para compensar las carencias afectivo-educativas desde el ángulo paterno.
Huérfanos de padres vivos:
La ausencia física del padre y sus devastadores efectos
En su obra “Sola por elección. Madre por elección. Cómo las mujeres están eligiendo la maternidad fuera del matrimonio y creando una nueva familia americana”, la profesora de estudios de la mujer del Wellesley College, Rosanna Hertz, afirma con rotundidad que los padres simplemente no son necesarios. El núcleo familiar es el constituido por la madre y el hijo. Los hombres en el mundo actual están obsoletos.
En la misma línea, Peggy Drexler, profesora de la Universidad de Cornell, en su libro: “Educando a los niños sin hombres”, mantiene la bondad de criar a los hijos sin la presencia de un padre, por madres solteras o parejas de lesbianas[2].
La presencia y papel del padre, incluso en la procreación y maternidad, se considera perfectamente prescindible. Hay madres solteras que instrumentalizan a los padres biológicos, a los que no permiten participar luego en su vida y que no tienen ningún derecho sobre el niño. Estas mujeres, puesto que ellas han decidido solas el momento de su fecundidad, ocultándolo al padre, consideran al niño como un bien propio y exclusivo. Por otra parte, la ingeniería genética amenaza con su total sustitución, las técnicas de laboratorio han logrado que el origen y dependencia de un padre se esfumen definitivamente[3].
En este ambiente, madres solteras, abandonadas, separadas o divorciadas intentan criar solas a sus hijos con la creencia infundada de que ellas se bastan y sobran. Idea que es absolutamente errónea, puesto que la función materna y la función paterna no son iguales ni intercambiables. Es indiscutible que el desarrollo emocional de los niños está en directa relación con la cariñosa, educativa, disciplinante e imprescindible interacción constante de ambos progenitores.
En Estados Unidos, según estadísticas recientes, uno de cada tres niños crece sin padre actualmente (dos de cada tres, si nos referimos a niños pertenecientes a minorías). Esta constituye la tendencia demográfica más perjudicial de esta generación: hay 24,7 millones de niños norteamericanos en esta situación (36,3%) un número mayor que el de americanos afectados por cáncer, Alzheimer y SIDA juntos[4].
El Dr. Wade Horn, fundador de la National Fatherhood Initiative (NFI) afirma que hoy en día 25 millones de niños norteamericanos tienen más posibilidades de ver un padre en la televisión que en su propio hogar. Aproximadamente un 40% de niños norteamericanos nacen actualmente fuera del matrimonio, lo que normalmente significa muy poca o ninguna relación con el padre biológico[5].
Según Blankenhorn, en este siglo la sociedad se dividirá prácticamente al 50% en dos grupos diferenciados, no por razón de raza, clase o religión, sino por el patrimonio vital que diferenciará a aquellos que crecieron con padre de aquellos que carecieron del mismo[6]. Cuando en una sociedad el fenómeno de la ausencia paterna adquiere carácter masivo, deben esperarse consecuencias no sólo en el devenirpsicológico del individuo, sino también a nivel social.

Problemas de los niños y jóvenes sin padre
El efecto de la ausencia de padre en la salud y bienestar de los niños es muy negativo[7].Diversos estudios muestran cómola carencia de padre está en la base de la mayoría de los problemas sociales actuales más urgentes, desde la pobreza y la delincuencia, hasta el embarazo de adolescentes, abuso infantil y violencia doméstica10. Hace treinta años se pensaba que los motivos principales de las conductas conflictivas de los chicos se encontraban en la pobreza o discriminación. Hoy se sabe, como señala el Dr. Dobson, que sin la guía y dirección de un padre, la frustración de los muchachos les conduce a variadas formas de violencia y comportamiento asocial[8].
El sociológo, Duncan Timms (University of Stockholm, 1991) realizó un seguimiento de todos los niños nacidos en Suecia en 1953 durante 18 años. Se le hizo un psicodiagnóstico a cada uno de estos 15.000 niños a intervalos regulares. Los que presentaron un grado mayor de disfunción psicológica fueron varones nacidos de madre soltera y que crecieron sin padre. Son convergentes con estas conclusiones los resultados de un seguimiento de más de 17.000 menores de 17 años que realizó en Estados Unidos el National Center for Health Statistics (1988 National Health Interview Survey of Child Health): el riesgo de disfunción psicológica (problemas emocionales y/o de conducta) es significativamente más alto para niños que han crecido sin padre (entre 2 y 3 veces más alto) (Dawson, 1991).
Ronald y Jacqueline Angel, investigadores de la Universidad de Texas, publicaron un trabajo en 1993 en el que evalúan los resultados de todos los estudios cuantitativos que analizaron los efectos de la ausencia paterna: "El niño que crece sin padre presenta un riesgo mayor de enfermedad mental, de tener dificultades para controlar sus impulsos, de ser más vulnerable a la presión de sus pares y de tener problemas con la ley. La falta de padre constituye un factor de riesgo para la salud mental del niño".
Diversas estadísticas demuestran que los adolescentes sin padre: se embarcan antes y en mayor medida en experiencias sexuales; tienen mayor riesgo de abusar de drogas como el alcohol y la marihuana; tienen más posibilidades de sufrir enfermedades mentales y suicidarse; sufren más proporción de abandono escolar y criminalidad (estos efectos se agudizan cuando se trata de niños que experimentaron el divorcio de sus padres siendo menores de cinco años[9]); la mayoría de los niños con carencias afectivas por parte de su padre sufren problemas de identidad sexual y emocionales, como ansiedad y depresión; son menos solidarios y empáticos y tienen significativamente menos capacidad intelectual[10]. Son más agresivos, tienen menos autocontrol y escaso sentido de culpabilidad[11].
En general necesitan más ayuda psiquiátrica. El 80% de los adolescentes en hospitales psiquiátricos provienen de familias rotas[12]. En 1988, un estudio realizado sobre niños de preescolar en tratamiento psiquiátrico en los hospitales de Nueva Orleans descubrió que cerca del 80% provenían de hogares sin padre[13].
En EEUU, el 29.7% de los niños sin padre y el 21.5% de los hijos de padres divorciados que viven solo con su madre han repetido al menos una vez curso, en comparación con el 11,6 % de los que viven con su padre y su madre biológicos[14]. También acceden menos a la Universidad[15]. Un estudio realizado sobre 156 víctimas de abusos sexuales mostró que la mayoría pertenecían a familias sin padre[16].
El 43% de los muchachos en prisión crecieron en hogares monoparentales[17]. El 72% de los chicos que han cometido algún asesinato y el 60% de los que cometieron violación crecieron sin padre[18]. El porcentaje aumenta cuando se refiere a niños y jóvenes de color[19].
Según el Dr. Muñoz Farias, los niños que crecen sin una figura paterna, generalmente evidencian trastornos en la adolescencia porque no encuentran una identidad:Los jóvenes sufren de inseguridad, soledad y depresión, que pueden plasmarse en el fracaso escolar, consumo de drogas y vagancia. En definitiva, no tienen la capacidad para controlar sus impulsos y no pueden autorregularse”.
Estos niños, luego en la edad adulta tendrán dificultad para ejercer debidamente la paternidad por falta de ejemplos masculinos. Según el sociólogo Peter Karl, los niños que pasan más del 80% del tiempo con mujeres, luego en la madurez no saben cómo actuar como hombres.Estos jóvenes crecen como padres deformados porque a ellos mismos se les privó de un comportamiento paterno ejemplar. Y es absolutamente erróneo pensar que la función materna puede llenar ese vacío.

Padres desprestigiados: La muerte social del padre
Actualmente, muchas familias sufren el denominado por los psicólogos “síndrome de la función paterna en fuga”: aunque el padre está presente físicamente, no ejerce su papel.
La gran pérdida cultural no es del padre en sí mismo, sino de la paternidad como función insustituible y esencial. Sufrimos actualmente lo que David Gutmann denomina la "desculturización de la paternidad".Cuyo principal y más patente resultado es la fragmentación de la sociedad en individuos atomizados, aislados unos de otros, y extraños a las necesidades y bienestar que demanda la familia, la comunidad, la nación.
La sociedad ha devaluado progresivamente la función paterna y ha rechazado la figura del padre como limitador o instancia de frustración del hijo. El modelo social ideal y dominante es el consistente en la relación madre-hijo. Y el padre solo es valorado y aceptado en la medida en que sea una especie de “segunda madre”; papel éste exigido en muchas ocasiones por las propias mujeres que les recriminan no cuidar, atender o entender a los niños exactamente como ellas lo hacen. Los hijos captan estas recriminaciones y pierden el respeto a los padres a los que consideran inútiles y patosos en todo lo que tenga que ver con la educación y crianza de los niños.En palabras de Anatrella: “Es el inoportuno, el no deseado, aquel que no tiene espacio entre la madre y el hijo. Debe ser el espectador benévolo de la pareja madre/hijo”.
Reina la idea roussoniana de que la dirección y el consejo paterno impiden el crecimiento corporal y anímico del niño. En este clima social imperante el padre siente su propia autoridad como un lastre y su ejercicio le genera mala conciencia, por lo que intenta ir de “amigo” de su hijo en lugar de ejercer la función paterna que le corresponde[20]. Los padres de parejas separadas o divorciadas que solo ven a sus hijos algún fin de semana, acaban cambiando la relación padre-hijo por una relación de “colegas”. En lugar de ayudar con los deberes o formar en valores llevan a sus hijos de compras, al cine o a cenar[21]. Los estudios demuestran que en muchos casos los padres divorciados poco a poco van perdiendo el contacto hasta que finalmente dejan de ver a sus hijos definitivamente[22].
No obstante, a pesar de la extendida ausencia física del padre y de la devaluación de la función paterna debida a la crisis de identidad que actualmente sufren los varones, las estadísticas muestran cómo, por regla general, van en aumento las cifras de hombres que desean implicarse junto a su mujer y que además de trabajar fuera de casa han asumido con responsabilidad y compromiso la tarea de criar a sus hijos y colaborar en las tareas del hogar[23]. Sin embargo, muchos de ellos, aunque manifiestan una clara preocupación por el bienestar y por la educación de sus hijos, no saben cómo ejercer correctamente su papel, muchas veces porque las mujeres les exigen un comportamiento según las pautas femeninas, lo que les genera frustración, desánimo e incomprensión.

Qué es un padre: La función paterna
Padre no es simplemente aquel que colabora en la procreación de un niño, ni un progenitor más o menos preocupado por los vástagos. La simple presencia física del padre no basta para un desarrollo equilibrado de los hijos. Asimismo es errónea la creencia de que el padre debe ejercer su función imitando los modelos de conducta femeninos, como si de una madre-bis se tratara. Padre, en sentido estricto, es algo mucho más profundo. Es aquel que ejerce correctamente la función paterna, entendiendo por tal aquella que reúne las siguientes circunstancias: 1) Permite al hijo individualizarse, separándolo de la madre; 2) Impone al hijo el orden de filiación frente a sus pretensiones de omnipotencia; 3) Ayuda al hijo a adquirir su identidad sexual.
1) Permite al hijo individualizarse, separándolo de la madre.
La relación madre-hijo, por mucho que algunos quieran, nada tiene que ver con la relación paterno-filial[24]. Aquella funciona, según Anatrella,“como un universo cerrado, en el que, a falta de padre, la madre configura con el hijo una pareja”.
El padre, habiéndose ausentado, física o psíquicamente, no juega ya su papel de “separador” que es el que, precisamente, permite al niño diferenciarse de la madre, y se produce una insana mutua interdependencia. Así, es probable que en la adolescencia el niño utilice la violencia-transgresión para afirmar su propia existencia. El niño que ha tenido una relación excesivamente estrecha con su madre, acaba sintiéndose “devorado” por ésta, la ve como un impedimento a sus deseos de autoafirmación y masculinidad y suele reaccionar contra ella con desprecio y agresividad. Gurian advierte de la sólida relación estadística existente entre los niños problemáticos y violentos y los niños sin padre[25].
Las madres animales parecen conocer de esta necesidad y –en ausencia del macho– para hacer combativos a sus vástagos y para permitirles vivir en una naturaleza profundamente hostil en la que cualquiera se arriesga a ser devorado, no dudan en maltratarlos para alejarlos de ellas mismas. Las madres humanas, por el contrario, luchan por evitar a sus crías todo tipo de sufrimiento y tienden a darles cuanto necesiten; haciéndolas adictas al placer –reproduciendo y prolongando así la placentera vida uterina– y provocándoles a largo plazo la más inmensa de las infelicidades, pues los convierten en seres carentes de la dimensión adulta, niños eternos, en palabras de Savater, “envejecidos niños díscolos”[26]. Situación que es del todo antinatural, al hacer perdurar indebidamente la vida pueril, impidiendo la realización del deseo inherente a todo niño de incorporarse al universo del adulto.
La negación de la función paterna pone en peligro a toda la sociedad. En ausencia del padre, surge una relación de pareja entre la madre y el hijo que perjudica el equilibrio psíquico de ambos. Una vez adolescentes, muchos de aquellos niños no tienen otro medio de probar su virilidad más que el de oponerse a la mujer-madre, incluso por medio de la violencia. En palabras de Anatrella: “cuando el padre está ausente, cuando los símbolos maternales dominan y el niño está solo con mujeres, se engendra violencia”.
En este sentido, señala Cordés, que quien busca los motivos de la predisposición hacia la violencia solo o principalmente en factores socioeconómicos se queda en la superficie del problema. Se queda satisfecho con una teoría de socialización de cortos vuelos (H.D. Köning); infravalora el influjo de la familia y el enorme efecto del comportamiento paterno, pasando por alto la influencia decisiva de las relaciones intrafamiliares[27].
El psicólogo forense Shaw Johnson nos muestra cómo la investigación demuestra que no hay nadie más capacitado para frenar la agresión antisocial de un muchacho que su padre biológico[28]. Algunos trabajos de investigación sugieren que la función paterna tiene una influencia crítica en la instauración y desarrollo de la capacidad de controlar los impulsos en general y el impulso agresivo en particular, es decir, la capacidad de autocontrol[29]. Esta relación entre función paterna y control de impulsos tiene posiblemente un papel importante en las adicciones (Stern, Northman & Van Slyk, 1984). De hecho el 50% de los toxicómanos en Francia y en Italia provienen de familias monoparentales (Olivier, 1994).
El padre es quien permite enfrentar la realidad y la separación o insertar entre la madre y el hijo un espacio que libera de la inmediatez y la fusión con los seres y las cosas. El padre otorga libertad. Padre es aquel que se ocupa del hijo, con el que crece y se identifica[30]. El padre concede al hijo un sentimiento de seguridad y de alteridad frente a la madre. La función paterna es indispensable para que el niño asuma su propia individualidad, identidad y autonomía psíquica necesaria para realizarse como sujeto[31]. Un padre afectuoso pero con autoridad, que dé cariño pero que marque límites y motive al niño hacia la superación de retos personales, será la ayuda más eficaz para la separación del varón de su madre y el correcto y equilibrado desarrollo de su esencial identidad masculina.
La relación de una madre con los hijos varones para ser exitosa debe moverse en un delicado equilibrio entre la intimidad y la independencia. Cercanía y distancia es la dialéctica que mantiene viva y sana la relación madre-hijo. Esta sincronía puede verse sin embargo afectada por aquellas madres que se niegan a romper los lazos de dependencia con los hijos y se empeñan por mantener el cordón umbilical sine die.
2) Impone al hijo el orden de filiación frente a sus pretensiones de omnipotencia.
El matriarcado social y educativo perjudica el correcto y equilibrado desarrollo de los hijos al favorecer personalidades individualistas y narcisistas, pues la madre y su función materna no es por lo general capaz de limitar los deseos de omnipotencia del niño.
El padre permite al hijo adquirir el sentido de los límites, marca las prohibiciones, le sitúa en el lugar que le corresponde, le impone el orden de filiación frente a sus pretensiones de omnipotencia y le ayuda a madurar integrándose en el universo del adulto y así en la realidad. El padre impone la “ley simbólica de la familia”, de tal manera que el hijo-niño con tendencia a la tiranía comprende que no es él a quien compete dictar la ley, sino a otra instancia exterior representada por su padre.El padre introduce la ley en un vínculo previo, para determinar una ruptura y un nuevo reordenamiento.

El niño que no ha experimentado el conflicto edípico –chocar con el padre y sus corolarios sociales– tiene muchas posibilidades de lanzarse en su juventud a comportamientos asociales, violentos, agresivos e incluso a tendencias homosexuales. Estos jóvenes no encuentran el límite a su psicología que impone la presencia de la función paterna que les ayuda a interiorizar el sentido de la ley y en consecuencia, como no saben “cómo pertenecer”, roban, agreden y son violentos para ocupar, a la manera primitiva, un territorio[32].
La intervención del padre coloca al niño en el tiempo real:“Este respeto forzado del tiempo que se deslizará entre madre e hijo pondrá al niño en el tiempo del que tiene una necesidad vital y del que sus congéneres se han visto privados seriamente en estos últimos decenios. Este niño aceptará mejor el límite, la disciplina, no será más el tirano que vemos todos los días y será, por fin, un adolescente más sereno”[33].
Es por medio de la intervención paterna como el niño choca contra el mundo del adulto y sufre los dolores de tropiezo con una realidad –siquiera sea fragmentaria– que ya no es su propia realidad, la realidad por él creada, sino “La Realidad”. Lo que sin duda favorece la conducción de la infancia a la hombría[34]. El padre es la “no-madre” que ha de mostrar al hijo cómo funciona el mundo y cómo ha de encontrar su lugar en él. Debe ser el “puente humano” que une al hijo con la vida pública de compromiso y responsabilidad[35].
Corresponde sobre todo a los padres “disciplinar” a los hijos. Diversos estudios demuestran cómo los varones responden mejor a la disciplina cuando ésta viene impuesta por otro hombre[36]. El padre tiene un papel decisivo en el desarrollo del autocontrol y la empatía del niño, dos elementos esenciales e imprescindibles para la vida en sociedad. La capacidad de controlar impulsos es necesaria para que una persona pueda funcionar dentro de la ley. Es imprescindible tener incorporada la capacidad de postergar en el tiempo la gratificación, de resistir el impulso a actuar en un momento determinado. Es un componente crítico de la conducta responsable del individuo en sociedad, pero no el único. Es también necesaria la capacidad de registrar y tener en cuenta los sentimientos de otras personas, es decir, tener capacidad de empatía.
Un trabajo de investigación basado en un seguimiento de niños y jóvenes durante 26 años reveló que el mejor indicador de empatía en el adulto es haber tenido un padre involucrado. Más que cualquier variable asociada a la conducta de la madre, la empatía, que da la posibilidad de tener un buen registro del sufrimiento del otro, y así inhibir la agresión, es nuevamente un tema de función paterna[37].
Si los padres no ayudan a los hijos con su autoridad amorosa a crecer y preparase para la vida adulta, serán las instituciones públicas las que se vean obligadas a imponerles el principio de realidad, no con afecto sino por la fuerza. Y de este modo no se logran ciudadanos adultos libres y responsables[38].
Muchas madres tratan de evitar los “conflictos” padre-hijo, sin percibir que son procesos necesarios en la configuración de la personalidad de los varones. Su relación está sometida a competencia constante, tensión y confrontación. Cada uno intenta marcar su territorio y límites. Sin embargo, estos choques esporádicos acaban generando una unión paterno-filial fuerte y sólida cuando el chico pasa la adolescencia. Si la madre no comprende esto y los mantiene separados para evitar los conflictos estará rompiendo sin darse cuenta una fina línea de comunicación que quizá nunca vuelva a restablecerse.
3) Ayuda al hijo a adquirir su identidad sexual.
La diferencia de sexos encarnada por el padre, juega por otra parte, un papel de revelación y confirmación de la identidad sexuada. La masculinidad no se puede aprender en los libros, es algo que los padres pasan a los hijos sin percibirlo apenas. Tanto la chica como el chico tienen tendencia al comienzo de su vida, a identificarse con el sexo de la madre. Sin embargo, es el padre, en la medida en que es reconocido por la madre, el que va a permitir al hijo situarse sexualmente[39].
El psicoanalista Stoller ha demostrado que el niño, sea del sexo femenino o masculino, vive una identificación primera con su madre y, por lo tanto, con la sexualidad femenina. El chico comprometido en esta identificación primitiva conoce un itinerario más difícil que la chica para liberarse de su madre y afirmar su virilidad.
A este propósito señala el Dr. Liaño que todo hace pensar que la condición básica del fenotipo sexual es femenina y a ella tiende de forma espontánea el nuevo ser; ha de haber un esfuerzo añadido para que se quiebre esa tendencia a la feminidad y aparezca el ser masculino. Como afirmó Alfred Host: “Llegar a ser macho es una aventura larga, difícil y arriesgada. Es una especie de lucha contra la inherente tendencia a la feminidad”[40].
El papel del padre es fundamental en cuanto referente de masculinidad. Todo niño, de forma temprana, entre los tres y los cinco años, debe sufrir una desconexión y diferenciación de la madre, para pasar a experimentar una identificación con el padre. Si en ese momento el padre está ausente o es inaccesible y distante los niños difícilmente adquirirán la noción de la masculinidad[41].
Anatrella es contundente al respecto: “Sólo frente al padre el chico será confirmado en su masculinidad y la chica podrá feminizarse”[42]. La sola existencia del padre al lado de la madre proporciona alimento psíquico al niño para distinguirse y acceder a la autonomía. Es a través de la intermediación del padre que se realiza de la mejor manera el proceso de sexualización y la interiorización de la identidad sexual del niño[43].
En la misma línea, el psicoanalista Erikson, afirma: “El acompañamiento que el padre realiza en el proceso en el que el niño construye su propia identidad es insustituible”[44]. Asimismo, la psicóloga A. Horner explica: “Una vez establecido el curso de la identidad femenina de la chica es relativamente interrumpido. La identidad femenina esencial se origina en las primeras relaciones con la matriz. Mientras que la identidad sexual del chico depende de su capacidad de diferenciarse de la matriz”[45].
En este sentido, señala Anatrella que históricamente cada vez que las sociedades han estado dominadas por el matriarcado educativo y que el papel de las mujeres se ha sobrerrepresentado, hemos asistido a un predominio social de la homosexualidad pues el muchacho lucha contra la invasión maternal-femenina por medio de la fusión del parecido con uno mismo[46].
El niño busca su masculinidad alejándose y diferenciándose de la madre. En este estadio comenzará a buscar más la identidad con su padre, aunque volverá a su madre siempre que necesite cariño y comprensión, consciente de que la conexión amorosa con aquella permanece a pesar de su “declaración de independencia”. Además estas muestras de cariño son un lenguaje que el niño debe aprender para ser capaz posteriormente de expresar sus sentimientos y afectividad hacia otros[47].
Los niños necesitan modelos masculinos para convertirse en hombres. A partir de los 7 años los niños prefieren la compañía de hombres. Sin embargo, pasan la mayor parte del tiempo de su vida rodeados de mujeres. Cuando se priva a un joven de un modelo adecuado de masculinidad, aquel en sus actitudes tiende a exagerar los estereotipos machistas porque nunca ha recibido la imagen justa y equilibrada de lo que significa ser hombre.

La importancia del padre en el equilibrio personal de los hijos
Uno de los más destacados sociólogos de Estados Unidos, el Dr. David Popenoe, afirmaba recientemente lo siguiente:Los padres son mucho más que simplemente los segundos adultos del hogar. Los padres implicados traen múltiples beneficios a los niños que ninguna otra persona es capaz de aportar”[48].
La poderosa influencia de un padre sobre sus hijos es única e irremplazable. Los estudios demuestran una serie de diferencias cualitativas entre los niños que han crecido con o sin padre. Los niños que se han beneficiado de la presencia de un padre interesado en su vida académica, emocional y personal, tienen mayores coeficientes intelectuales y mejor capacidad lingüística y cognitiva; son más sociables; tienen mayor autocontrol; sufren menos dificultades de comportamiento en la adolescencia; sacan mejores notas; son más líderes; tienen la autoestima más elevada; no suelen tener problemas con drogas o alcohol; desarrollan más empatía y sentimientos de compasión hacia los demás; y cuando se casan tienen matrimonios más estables[49].
Algunos estudios sugieren que la implicación activa del padre es especialmenteimportante desde los primeros instantes de vida de los niños. En esta línea, un trabajo de Bronte-Tinkew (2008), centrado en el análisis de expresiones de balbuceo y capacidades de exploración, pone de manifiesto que los niños cuyos padres están más implicados en su cuidado y supervisión presentan una probabilidad más baja de sufrir retrasos cognitivos.
Una investigación llevada a cabo en Israel, demostró que los niños prematuros cuyos padres los visitan con mayor frecuencia ganan peso más rápido y tienen muchas más posibilidades de abandonar el hospital en corto plazo que los que no reciben visitas paternas[50].
Junto a estos trabajos centrados en el desarrollo infantil, es cada vez más importante la evidencia que relaciona las actividades educativas de los padres con sus hijos en los primeros años de vida con los rendimientos escolares en etapas más avanzadas.
Las dos figuras, paterna y materna, son indispensables, para el equilibrado desarrollo de la personalidad y para una correcta socialización. Si falta la alteridad sexual, al niño le faltará lo más esencial para su correcto desarrollo psíquico y las consecuencias estamos solo comenzando a percibirlas.
Es fundamental que los padres se involucren en las actividades diarias de los hijos[51]. Los niños son más propensos a confiar en su padre y buscar en él apoyo emocional cuando el progenitor está implicado e interesado en su vida. Y muestran un mayor nivel académico y menores problemas de disciplina si sus padres, con afectividad, les imponen normas claras, prohibiciones razonadas y límites a su comportamiento[52].
Además, como demuestran las estadísticas, lo que más desea cualquier niño es que su padre pase tiempo con él. Según la Dra. Meeker, lo que todo hijo necesita de su padre es principalmente: tiempo, afecto y aprobación. Nada eleva más la autoestima de un hijo que saber que a su padre le gusta estar con él. Se sienten seguros sabiendo que son importantes para sus padres y merecedores de su atención[53]. Estos padres estarán enseñando a sus hijos un modelo saludable y digno de masculinidad. Probablemente nuestros hijos no recordarán todas las “charlas” que les hemos impartido sobre las virtudes y valores, pero siempre quedarán impactados por el ejemplo de vida dado por sus padres[54]. 

María Calvo Charro
Profesora Titular de Derecho Administrativo en
la Universidad Carlos III de Madrid


[1] T. Anatrella, La diferencia prohibida, ed. Encuentro, 2008.
[2] Citado por K.Parker, Save the males, ed.Random House, 2008, p.82.
[3]“El instinto maternal me llamaba cada vez más y no estaba dispuesta a esperar más tiempo a encontrar el hombre adecuado”. Esta es la respuesta que ofrecen la mayoría de las madres que han recurrido a la adopción, la inseminación artificial o han tenido relaciones sexuales que han dado como fruto un hijo y no han avisado al padre de la situación. Las cifras del Instituto de la Mujer reflejan que el número de personas en esta situación no deja de crecer. Mientras en el 2002 había 33.000 madres “por elección”, como se autodenominan en internet, el año 2009 se contabilizaron 81.000.
[4]Promoting Responsible Fatherhood Initiative, United States Department of Health and Human Services, 2006.
[5]J. A. Martin, B. E. Hamilton, P. D. Sutton, S. J. Ventura, et al, Births: Final Data for 2006. National Vital Statistics Reports: Volume 57:7. Hyattsville, MD: National Center for Health Statistics. 2009. The exact proportion is 38.5%. Among white children, 26.6% are born out of wedlock.
[6] D. Blankenhorn, Fatherless America, Confronting our most urgent social problem, New York: HarperCollins Publishers, 1995
[7] Datos extraídos de National Fatherhood Initiative, http://www.fatherhood.org
[8] J.Dobson, Bringing up boys, ed. Tyndale, 2001, pág.56.
[9]David M. Fergusson, John Horwood and Michael T. Lynsky, "Parental Separation, Adolescent Psychopathology, and Problem Behaviors," Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry 33 (1944).
[10]Greg L. Duncan, Jeanne Brooks-Gunn and Pamela Kato Klebanov, "Economic Deprivation and Early Childhood Development," Child Development65 (1994).
[11]E.M. Hetherington and B. Martin, "Family Interaction" in H.C. Quay and J.S. Werry (eds.), Psychopathological Disorders of Childhood. (New York: John Wiley & Sons, 1979)
[12]J.B. Elshtain, "Family Matters...", Christian Century, July 1993. William Galston, Elaine Kamarck. Progressive Policy Institute. 1993
[13]Jack Block, et al. "Parental Functioning and the Home Environment in Families of Divorce," Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 27 (1988). Nicholas Zill, Donna Morrison, and Mary Jo Coiro, "Long Term Effects of Parental Divorce on Parent-Child Relationships, Adjustment and Achievement in Young Adulthood." Journal of Family Psychology 7 (1993).
[14]Wallerstein, Family Law Quarterly, 20. (Summer 1986).
[15]J. Debra Dawson, "Family Structure and Children's Well-Being", Journals of Marriage and Family, No. 53. (1991).
[16] Beverly Gomes-Schwartz, Jonathan Horowitz, and Albert P. Cardarelli, "Child Sexual Abuse Victims and Their Treatment," U.S. Department of Justice, Office of Juvenile Justice and Delinquency Prevention.
[17]US Bureau of Justice Statistics, Survey of State Prison Inmates. 1991.
[18]D. Cornell (et al.), Behavioral Sciences and the Law, 5. 1987. And N. Davidson, "Life Without Father," Policy Review. 1990. Alan Beck et al., Survey of Youth in Custody, 1987, US Bureau of Justice Statistics, 1988.
[19]Tom Luster and Hariette Pipes McAdoo, "Factors Related to the Achievement and Adjustment of Young African-American Children." Child Development 65 (1994): 1080-1094
[20] Como afirma F. Savater: “El padre que no quiere figurar sino como 'el mejor amigo de sus hijos´, algo parecido a un arrugado compañero de juegos, sirve para poco...Y desde luego las instituciones públicas de la comunidad sufren una dura sobrecarga pues cuanto menos padres quieren ser los padres más paternalista se exige que sea el Estado”. (El valor de educar, ed.Ariel, Barcelona, 2004, pág.63)
[21]F. Furstenberg, A. Cherlin, Divided Families . Harvard Univ. Press. 1991.
[22]William Aquilino, Later Life Parental Divorce and Widowhood, Journal of Marriage and the Family 56. 1994.
[23] En casi la mitad de los hogares, los hombres participan corresponsablemente en estas actividades, ya sea porque lo hacen de una manera equitativa con su pareja o bien porque toman ellos la iniciativa. En estos hogares, por ejemplo, un 43% de los padres se distribuyen equitativamente con la madre la tarea de leer cuentos a sus hijos, y un 16% de los padres lo hacen con carácter preferente. En los hogares donde el progenitor tiene estudios primarios el grado de corresponsabilidad es menor. Un 29% de padres participa equitativamente en esta tarea, y solo un 8,9% la asume como principalmente propia. El reparto más igualitario de tales actividades probablemente contribuya a incrementar la dedicación conjunta, y por tanto acarree mayores beneficios al niño, al ser el grado de compromiso paternal el que se aproxima a los estándares que mantiene la madre, más que lo contrario. Datos extraídos del Informe de la Fundación de la Obra Social de la Caixa, Infancia y futuro, Nuevas realidades, nuevos retos, Colección estudios sociales, n.30, 2010.
[24] Como señalaba Juan Pablo II en su carta apostólica Familiaris Consortio: “Como la experiencia enseña, la ausencia del padre provoca desequilibrios psicológicos y morales, además de dificultades notables en las relaciones familiares”.
[25] Vid. al respecto M. Gurian, A fine young man, What parents, mentors, and educators can do to shape adolescent boys into exceptional young men. New York: Tarcher/Putnam, 1999.
[26]F. Savater, El valor de educar, ed.Ariel, 2004.
[27] P. J. Cordes, El eclipse del padre, ed. Palabra, 2004, págs.50-51.
[28] Citado por M. Meeker, 100% Chicos, ed. Ciudadela, pág.161
[29]Mischel, 1961a; Mischel, 1961b; Biller, 1974; Biller, 1976; Biller, 1982; Biller, 1993; Biller, 1994; Biller & Trotter, 1994; Haapasalo & Tremblay, 1994; Patterson & DeBaryshe, 1989; Phares & Compas, 1992; Herzog, 1982; Snarey, 1993; Lisak, 1991; Lisak & Roth, 1990.
[30]En su retorno a Freud, Lacan va a resaltar la importancia del padre enunciada por el fundador del psicoanálisis. Lo hará al formalizar el mito edípico a modo de metáfora, en la que se destacará el papel fundamental del padre como privador de lamadre. Es imprescindible que el NO del padre se haga ley para la madre. En la conceptualización de este proceso se revela la función normalizadora del padre en tanto corte y barrera respecto del deseo incestuoso. Se trata de una función de interdicción.
[31]Vid. al respecto, P. J. Cordes, El eclipse del padre, ed. Palabra, 2004.
[32] T. Anatrella, La diferencia prohibida, Sexualidad, educación y violencia. ed. Encuentro, 2008, págs.24.
[33] A. Naouri, Padres permisivos, hijos tiranos, ediciones B, 2005.
[34] M. García Morente, Rev. de Pedagogía, 1928. Escritos pedagógicos, ed. Espasa-Calpe, 1975.
[35] P. J. Cordes, El eclipse del padre, ed. Palabra, 2004, pág.68.
[36]The Importance of Fathers in the Healthy Development of Children, Jeffrey Rosenberg and W. Bradford Wilcox 2006, U.S. Department of Health and Human Services, Administration for Children and Families, Administration on Children, Youth and Families Children´s Bureau, Office on Child Abuse and Neglect.
[37]Koestner, Franz & Weinberger, 1990. Otros estudios confirman esta conexión entre función paterna y empatía: Sagi, 1982; Biller, 1993; Biller & Trotter, 1994.
[38] Vid. F. Savater, El valor de educar, ed. Ariel, Barcelona, 2004, pág.65
[39] T. Anatrella, La diferencia prohibida, ed. Encuentro, 2008, p.58.
[40] H. Liaño, Cerebro de hombre, cerebro de mujer: a un mismo tiempo, iguales y distintos, en el libro colectivo: Cerebro y educación, ed. Almuzara, 2008, pág.22.
[41] J. Dobson, Bringing up boys, ed. Tyndale, 2001, pág.58.
[42] T. Anatrella, La diferencia prohibida, ed.Encuento, 2008, pág.224.
[43] T. Anatrella, Antropología y defensa de la vida y de la familia, en la obra colectiva: La política al servicio del bien común, CEU Ediciones, 2010, pág.449.
[44]Citado por P. J. Cordes, en la obra: El eclipse del Padre, ed. Palabra, 2004, pág.65.
[45] Citados por M. Gurian, ¿En qué estará pensando? Ed.rano, 2004, pág.196.
[46] T. Anatrella, La diferencia prohibida, ed. Encuentro, 2008, pág.21.
[47] Sobre la relación madre-hijo, vid. D. Kindlon, M. Thompson, Raising Cain, Protecting the emotional life of boys, 2000.
[48]D. Popenoe, Life without father: Compelling new evidence that fatherhood and marriage are indispensable for the good of children and society, New York, NY: The Free Press; Stanton, G. T. (2003), p.163. How fathers, as male parents, matter for healthy child development [On-line]. Disponible: http://www.family.org/cforum/fosi/marriage/fatherhood/a0026230.cfm.
[49]Datos extraidos del National Center for Fathering; www.fathers.com
[50] Rachel Levy-Shiff, Michael A. Hoffman, Salli Mogilner, Susan Levinger, i Mario B. Mogilner, Fathers´ Hospital Visits to their Preterm Infants as a Predictor of Father-Infant Relationship and Infant Development. Pediatrics, Vol. 86, 1990, pàgs. 291-292. Els autors són de la Bar-Ilan University i el Kaplan Hospital d´Israel.
[51]Un padre preocupado por la educación de sus hijos y su correcto desarrollo personal y social, no sólo beneficia a su hijo sino que se beneficia a sí mismo, pues diversos estudios muestran que los padres implicados en la atención a los hijos adolescentes tienen mayor éxito profesional que los que no lo estánSnarey, John R. Fathers care for the next generation, Cambridge, MA, US. Harvard University Press, 1993.
[52]Datos extraídos de W.F. Horn y T. Sylvester, en su obra: Father Facts, National Fatherhood Initiative, MD, 2002.
[53] M. Meeker, 100% Chicos, ed. Ciudadela, 2011, pág.37 y 157.
[54] La presencia del padre no tiene porqué ser constante, como tampoco la de la madre, pero hay momentos en los que tiene una especial importancia. Un estudio realizado por el Dr. Blake Bowden, del Hospital Infantil de Cincinnati, sobre una muestra de 527 adolescentes, mostró que aquellos niños cuyos padres desayunaban, comían o cenaban al menos cinco veces a la semana con ellos tenían muchas menos probabilidades de tener problemas en la escuela, alteraciones de conducta o consumo de drogas. Otra investigación sobre 11.572 adolescentes llegó a la conclusión de que la presencia del padre, temprano por las mañanas, después del colegio y a la hora de la cena y de acostarse, era fundamental para la educación de adolescentes tranquilos y con éxito escolar. M. D. Resnick, Protecting adolescents from harm findings from The National Longitudinal Study of Adolescencet Health, Journal of the American Association, 10 septiembre 1999.

Fuente: 

domingo, 21 de abril de 2013

Warren Farrell. De feminista y miembro de la mesa directiva de NOW, a defensor de los derechos de los hombres

Entrevista al estadounidense Worren Farrell, autor de 'The Myth of Male Power' (El Mito del Poder Masculino), libro publicado 1993 y, en español, en 2001:
El libro más reciente del Dr. Farrell es Does Feminism Discriminate Against Men? A Debate (¿Discrimina el feminismo a los hombres? Un debate), publicado en 2007 y, en español, en 2008 por Oxford University Press. Es un libro de debate que tiene como co-autor al feminista James Sterba. Farrell pensó que los estudios de género en las universidades raramente incluían al género masculino, excepto para demonizarlo. Este libro intenta incorporar una perspectiva positiva sobre los hombres en los estudios de género que las universidades realizan, e incluye refutaciones a los planteamientos feministas.

La primera parte de la entrevista está traducida al español (vídeo subido en 2009)
http://www.youtube.com/watch?v=LSAd9YUs2is

En el vídeo hay un pequeño error de edición fácil de resolver. Obviamente, en la escena del asesino ella llama a la policía mientras él se enfrenta a quien acaba asesinándole.



Las 19 partes de la entrevista, en inglés (vídeos subidos en 2008):
http://www.youtube.com/watch?v=FFtGwBsKgKs&playnext=1&list=PLF9ED311A51E5DF5A&feature=results_main



A finales de marzo de 2013 se ha subido a youtube este otro vídeo sobre el tema (en inglés):
http://www.youtube.com/watch?v=um4PCqPdvvA




Otra entrevista a Warren Farrell. Ésta, de 1996 y por escrito:

(Traducción al español de google y arreglada)

Warren Farrell es prácticamente una institución en sí mismo para el movimiento de hombres. Warren comenzó su carrera como un ardiente feminista, escribiendo un libro, 'El hombre liberado' (1974), que en su mayoría se concentró en cómo los hombres pueden apoyar el movimiento de mujeres. Él es el único hombre que ha sido elegido tres veces para la Junta de la Organización Nacional para las Mujeres [NOW, con sus siglas en inglés] en la ciudad de Nueva York.

Warren posteriormente se sometió a una transformación de puntos de vista y escribió dos libros más, 'Por qué los hombres son como son' (1986) y el más radical 'El mito del poder masculino' (1993), habiendo sido ambos de gran valor para los hombres y el movimiento de los hombres. El New York Post denominó a '¿Por qué los hombres son como son' "el libro más importante que se ha escrito sobre el amor, el sexo y la intimidad". Warren ha sido miembro de las juntas directivas de la Organización Nacional para el Cambio de los hombres pro-feministas (ahora la Organización Nacional de Hombres contra el Sexismo (NOMAS)) y el Congreso Nacional de Padres e Hijos. Warren está terminando su cuarto libro, 'Los siete mitos más grandes sobre los hombres', programado para su publicación en 1997. Sigue un exigente calendario de talleres y charlas para dar a conocer sus libros.


El entrevistador, J. Steven Svoboda, es un abogado de 36 años de edad que ha reorganizado su vida laboral para que le permita dedicar la mayor parte de su tiempo a trabajar por los hombres. Está escribiendo un libro, así como artículos de periódicos y cartas sobre asuntos de los hombres, la escritura y la realización de obras de teatro en solitario sobre asuntos de los hombres, haciendo el trabajo legal y de derechos humanos en favor de los hombres, y ayudar a organizar el trabajo del nuevo capítulo de la Coalición Nacional de Hombres Libres del Norte de California.

Steven habló con Warren en la casa de Warren, cerca de San Diego, el 22 de septiembre de 1996. Warren es un anfitrión y un entrevistado muy humilde y amable. Él ha seguido su camino con un tremendo costo emocional y financiero para sí mismo, como menciona en la entrevista, y sin embargo nunca cae en la autocompasión. Él es un hombre al que es fácil admirar y tener simpatía.


Steven: ¿Cómo desarrolló su interés apasionado en las cuestiones de los hombres? 

Warren: Es una derivación de mi experiencia en los años cincuenta, como crecí durante la época de McCarthy, oí una gran cantidad de supuestos en los que América era maravillosa, y el comunismo terrible. No era capaz de entender que en un grupo estuviesen todos los ángeles y en el otro grupo, todos los demonios. Me quedé algo sorprendido de que cuando denuncié eso, todos asumieran, de inmediato, que era un demonio.

Y luego, en 1956 o 1957, cuando me fui con mi familia a Europa, inmediatamente la gente en Europa me dijo que mi opinión sobre esta cuestión era 100% correcta. Yo tenía 14 o 15 años entonces. Así que me reforcé con eso. Pensé que mis ideas no eran locuras. A lo largo de mi vida siempre me he sorprendido de que la gente no sabe escuchar a otras personas, que no puede oír su mejor intención, que parece tener una enorme necesidad de demonizar.

Así, cuando el movimiento de mujeres surgió en los años sesenta, me sorprendió una vez más que todo el mundo las convertía en demonios, y no eran capaces de entender las cosas buenas que estaban diciendo las mujeres. Y muy pronto, decidí que estaba tan interesado en eso que cambié el tema de mi tesis doctoral y la escribí sobre el potencial político del movimiento de mujeres, por su capacidad para efectuar un cambio en las actitudes y comportamientos hacia las mujeres. Cuando empecé a hacer eso, también entendí  que escribir una tesis es un poco como masturbarte, lo que escribes no se le comunica a nadie. Así que decidí escribir un libro. La oportunidad surgió cuando escribí un artículo para la convención de la American Political Science Association que fue descubierto por el New York Times. Me pidieron que lo tradujese de lenguaje académico a Inglés. Casi al mismo tiempo, fui elegido por la Junta de Directores de la Organización Nacional de la Mujer en Nueva York. Empecé a estar muy bien reconocido en los años setenta, soy el único hombre en los Estados Unidos que ha sido elegido tres veces en la junta de NOW en Nueva York.

Todo fue bien hasta mediados de los años setenta, cuando NOW salió en contra de la custodia compartida. Yo no podía creer que los que se consideraban pioneros en la igualdad dijeran que las mujeres deben tener la primera opción para cuidar a los hijos, que los niños no tuvieran los mismos derechos con su padre

Steven: Como antiguo ardiente feminista, ¿cuál es su visión actual del feminismo? 

Warren: Soy un defensor de 100% de las posiciones del feminismo que están empoderando a las mujeres y un oponente al 100% de las posiciones que hacen de la victimización un arte. Cuando veo estadísticas en las que los hombres ganan un dólar por cada 59 centavos que ganan las mujeres -o 76 centavos- pienso que las estadísticas son sólo datos totalmente falsos y extremadamente engañosos, o esos datos que dicen que los hombres pegan más las mujeres que las mujeres a los hombres, entonces les explico a las feministas por qué no dicen la verdad, pero ellas ni siquiera pueden escuchar, bueno, me recuerda a lo que Mark Twain solía decir: "La miseria ama la compañía, pero odia la competencia". Define al movimiento feminista. Les encanta la compañía de personas que se identifican con sus víctimas, pero se olvidan de mencionar, por ejemplo, las quince principales causas de muerte de los hombres, o que combatir el cáncer de próstata es un proyecto financiado con siete veces menos dinero que combatir el cáncer de mama para el mismo nivel de muertes, simplemente pierden los estribos.

Steven: ¿Hay situaciones en las que le es difícil averiguar si la posición feminista apoya la igualdad o simplemente apoya las reivindicaciones de las mujeres?

Warren: No muy a menudo. Estoy casi siempre en condiciones de resolverlo por una prueba simple, invertir los papeles. El único truco que tienes que hacer es cambiar macho / hembra y que encajen lo suficientemente bien para poder hacer una verdadera inversión de roles. Por ejemplo, el equivalente de que una mujer es tratada como un objeto sexual es un hombre tratado como un objeto de éxito. Así, un hombre no puede decir: "Si una mujer en el trabajo me toca el culo yo diría 'gracias', ¿por qué dice ella que te demandará?". El equivalente es una mujer que toma dinero de un hombre, ya que va a cenar esperando que él pague.

Steven: Se ha dicho que el movimiento de los hombres es la única revolución en la historia buscada por una clase supuestamente privilegiada. ¿Cómo podemos luchar contra esta percepción?

Warren: En cierto modo, el libro 'El mito del poder masculino' son 500 páginas para desacreditar el mito de los hombres como una clase privilegiada. Una de las secciones, por ejemplo, considera a los hombres como negros, enumerando todas las situaciones en las que los hombres son tratados como ciudanos de segunda. Así, por ejemplo, los ejércitos los suelen constituir los más desfavorecidos. Imaginad a las mujeres diciendo que, como 1,2 millones de hombres estadounidenses murieron en la guerra, vamos a crear un plan de acción afirmativa hasta que mueran en la guerra 1,2 millones de mujeres antes de pedir a otros hombres inscribirse en el ejército. Y que todos los que hasta entonces se inscriban en el ejército sean mujeres. Tendremos a mujeres que mueren en la guerra mientras que los hombres se quedan en casa y cuidan de los niños. La mayoría de las mujeres no dicen, "Oh, esto es maravilloso, tengo el último privilegio femenino". El problema de los hombres es que hemos aprendido a llamar 'poder' a lo que cualquier otro grupo llamaría impotencia, como recibir medallas por morir o ganar dinero que alguien gasta mientras morimos antes que cualquier otro grupo.

¿Qué pasa si enviamos a las niñas a jugar en el campo de fútbol [americano] a los nueve años y les decimos que van a tomar este pequeño trozo de piel de cerdo y se van a hacer contusiones, lesiones de médula, roturas de nariz, lesiones de rótula, que tendrán secuelas toda su vida, y que si corren con la piel de cerdo cien metros por el campo los chicos las querrán más?

Steven: ¿Qué pueden hacer los maestros de las escuelas primarias, por ejemplo, para que los niños obtengan modelos de comportamiento positivos que no necesariamente están recibiendo? Es algo que tendría sentido, ¿no cree?

Warren: Tiene perfecto sentido. Y no es sólo eso, es algo que deja perfectamente claro la manera sesgada de nuestro concepto de acción beneficiosa. No es beneficioso para ayudar a nivelar el terreno proteger a la mujer y a ciertas minorías pero no proteger las zonas en las que los hombres son la minoría. Uno puede pensar que, dado que el 85% de los niños que se crían en hogares unifamiliares son llevados por mujeres, cerca del 85% de los maestros de escuela primaria deberían ser hombres, para equilibrar la feminización que los niños y niñas reciben. Estamos en un periodo muy peligroso. En América y en la mayoría de los países industrializados, los hombres son considerados por las feministas igual que los judíos eran considerados por los nazis.

Steven: Usted ha mencionado a este respecto que tanto hombres como judios fueron acusados de ser potencialmente los creadores de todos los males, y que por ello se permitía tratarlos mal. ¿Cómo podemos hablar de analogías como éstas sin perder totalmente la perspectiva actual?

Warren: Tenemos que llegar al extremo de la muerte, porque estás hablando de personas aniquiladas porque eran judíos, y yo estoy hablando de un millón de hombres que fueron a la muerte porque eran varones, eso es el ejército, es importante para las personas saber que estamos hablando de formas de matar a un grupo de personas porque pertenecen a ese grupo, que la muerte de un judio no es más valiosa o menos valiosa que la muerte de un macho.

Steven: ¿Qué pasa con los deportes? ¿Crees que hay una justificación para tener sexos separados en los deportes?

Warren: En el deporte profesional, usted puede argumentar que hombres y mujeres estén separados, pero no puede argumentar que hombres y mujeres se separen y se les pague por igual. Nadie dice, "Ha habido muy pocos judíos en la NBA, así que vamos a crear una NBA sólo para los varones judíos, y que se les pague por igual, de lo contrario se muestra la discriminación contra judios". Nadie diría eso de los blancos en la NBA. Porque los blancos y los judíos son suficientemente justos para decir: "Espera un minuto. Lo que cuenta es la cualificación". Las feministas han confundido la oportunidad con el resultado.

Cien veces más importante que lo que ocurre a nivel profesional es lo que sucede en nuestro sistema escolar con los deportes. No creo que nada que sea más discriminatorio contra las mujeres de hoy que el hecho de que en ninguna parte del mundo exista un modelo de rol femenino en los deportes de equipo. A las niñas se les priva de los modelos de equipo deportivo. No están siendo privadas de los modelos de deporte individual. Pero el valor de los deportes de equipo es muy diferente y casi todo el mundo lo sabe. Las feministas dicen a menudo: "los hombres están tan preocupados por la competencia, mirad su preocupación por los deportes competitivos". Es totalmente incorrecto. En los deportes de equipo los hombres se centran en el equilibrio entre el logro individual y el rendimiento del equipo haciendo énfasis en el rendimiento del equipo. No se puede hacer nada en un deporte de equipo que ponga al individuo antes que el equipo, y si lo haces, el equipo te condena al ostracismo.

El segundo objetivo de los deportes de equipo que casi siempre se olvida es la capacidad de separar el tema de la amistad. Me deslizo hasta la segunda base, tú me marcas. Yo digo que estoy seguro, tú me dices que estoy fuera. Digo que tú estás ciego, tú me dices que estoy ciego. Más tarde te diré, "¿Steven, quiere salir a tomar algo?" Y al día siguiente, te estaré lanzando la bola, estaremos cooperando, y juntos estaremos compitiendo con alguien. No nos quedará rencor, sólo dependerá del equipo en el que estemos. Si dos abogados discuten y se insultan en un tribunal y salen y juegan al golf o tenis juntos, las mujeres lo ven y piensan "¿Cómo? Tú estabas atacando únicamente sus pruebas. Él es la defensa de un criminal. Tú eres el ángel ". Y nosotros entendemos que no existen ni ángeles ni delincuentes. Hay líneas de color gris en todo.

Los hombres son, a menudo, mucho menos vengativos que las mujeres, porque son rechazados constantemente todos los días. Aprender a manejar el rechazo es parte de la vida de cada hombre mil veces al año y comienza a aprender la regla básica, que es que si usted se destaca será un rey de los jonrones [carreras completas, en el baseball], pero también será un rey de ponches [bateadores eliminados]. Babe Ruth fue las dos cosas a la vez y la mayoría de los hombres con éxito lo son.

Steven: Es una analogía muy interesante la que dibuja entre los hombres cuando son rechazados y los hombres que practican deportes de equipo y adquieren la idea de que pueden competir con alguien y luego ir a tomar una copa con él. ¿Dónde ve usted esa diferencia en la sociedad? 

Warren: Creo que ocurre igual que en los deportes de equipo en lo que se refiere a asumir riesgos y rechazo. La buena noticia para los hombres es que aprendemos a manejar el rechazo mucho mejor que las mujeres. La mala noticia es que pagamos un precio por ello, que es el encubrimiento de nuestras sensibilidades y de nuestros sentimientos. Tenemos una costra sobre nuestras áreas rechazadas y pensamos que tenemos que tener éxito porque sabemos que el éxito es la mejor medicina preventiva contra el cáncer del rechazo femenino, contra el cáncer de nuestra desaprobación de los padres, e incluso contra el cáncer de nuestros hijos pensando que eres maravilloso.

Steven: Lamentablemente, no contra los cánceres que nos matan antes.

Warren: Muy a menudo, no.

Steven: ¿Cree que podría haber diferencias en nuestros roles de evolución en comparación con las mujeres, que podrían haber hecho una diferencia en nuestra actitud hacia el deporte competitivo, o crees que tiene más que ver con la socialización?

Warren: No, claramente tiene que ver con nuestras funciones en la evolución. De hecho, la socialización nos da las herramientas para completar nuestras funciones evolutivas. Estos son nuestros bloques de construcción. La razón para que tú practicaras actividades como las corridas de toros y por la que existían los gladiadores es que se decía a los hombres que serían alabados si aprendían a poner en riesgo su vida y, aun así, actuar. Y aquellos que tenían éxito eran los mejores protectores, así que lo que se tenía que conseguir era que los hombres lo llamasen 'tener poder' aunque sufrieran una conmoción cerebral o una lesión en la médula espinal. Así se socializarían para ser desechables. Y la razón de que el subtítulo de 'El mito del poder masculino' sea 'Por qué los hombres son el sexo desechable' es porque todo en ese libro es una refutación a la creencia de que los hombres tienen el privilegio. En lugar de privilegio es una recompensa por el sacrificio, una recompensa por ser desechable. Si estaban dispuestos a sacrificarse, eran unos héroes. La palabra griega para el héroe era "Serow", de donde obtenemos nuestra palabra siervo, esclavo y protector. Todo etimológicamente viene de la palabra héroe. Esto resume en una palabra toda la historia de la masculinidad.

Steven: Si bien se ha dicho que los hombres oprimen a las mujeres pero los hombres son oprimidos por la sociedad, yo personalmente estoy convencido de que no hay ninguna diferencia. ¿Qué te parece?

Warren: Los hombres no oprimen a las mujeres más que las mujeres oprimen a los hombres. El concepto de hombre dominante y mujer oprimida es ridículo. Es un invento del movimiento feminista. Lo cierto es que ambos sexos tienen funciones que pueden ser considerados legítimamente opresivas, pero esos papeles no son los papeles diseñados por hombres o mujeres, fueron diseñados por necesidad biológica y de supervivencia. La supervivencia fue el opresor. Y para sobrevivir, no enseñaron a la gente a centrarse en los derechos, se les enseñó a centrarse en las responsabilidades, a centrarse en las obligaciones, por eso nuestros abuelos al escuchar este debate se disgustarían con nosotros. Usted tiene una nación de víctimas en lugar de una nación de empresarios porque está centrado en competir para ser una mejor víctima.

La biología de la mujer en un mundo centrado en la supervivencia fue la crianza de los hijos y eso dejó la función social de los hombres para conseguir el dinero para apoyar la función biológica de la mujer. Y no ha sido hasta que las sociedades industrializadas han tenido suficientes ingresos para ayudar al paso de la sociedad de lo que yo llamo la etapa 1, que está centrada en la supervivencia, a la Etapa 2, que se centra en el equilibrio entre la supervivencia y la auto-realización, cuando se pudo producir personas capaces de centrarse en los derechos y oportunidades que tenían.

Pero los hombres no lo tenían todo planeado, ni tienen un sistema de normas destinadas a oprimir a las mujeres. Se podría argumentar que las mujeres enseñaron a los hombres a desempeñar el papel de chófer en la vida, que las mujeres se sentaron en el asiento trasero como madres y nos dijeron que nos colocáramos en el asiento delantero con uniformes para conducir, y descubrimos la mejor manera de llegar al destino sin preguntar direcciones y que la mujer sólo nos despedía si no lo hacíamos bien, y nos mantenía en el empleo si lo hacíamos bien. Se podría argumentar que las mujeres hicieron a los hombres adictos a su sexualidad, y que entonces retiraron el sexo hasta que les proporcionásemos una fuente de ingresos. Se podría argumentar que las mujeres encontraron una forma de lavado de cerebro a los muchachos para ganar dinero, que las mujeres gastan para tener mejores casas mientras nosotros vivimos en las minas y las obras de construcción y nos suicidamos. Usted podría decir eso pero sería una masculinización incorrecta basada en la demonización de la función de la mujer. La verdad es que ninguno de los sexos tenían el poder. Ambos sexos tenían papeles. En lugar de criar a los niños, el papel de los hombres era ganar dinero. Cuando usted tiene un papel, tiene una obligación, no tienes 'poder'. El poder es la capacidad de controlar tu propia vida.

Steven: Entonces, ¿cómo se puede llevar a cabo un diálogo sobre los derechos de los hombres en una sociedad que está tan centrada en la victimización?

Warren: En primer lugar debemos centrarnos en la igualdad y decir que tenemos una 14 ª Enmienda, que dice que es una violación de la Constitución proteger a un grupo -un sexo, una raza- más que otro. Se comienza con algo tan simple como ¿por qué registramos a filas a chicos de dieciocho años de edad? Puedes hacer preguntas como esas. Se comienza con algo tan simple como por qué tenemos un registro de dieciocho años de edad, los niños. Usted hace preguntas como esa. Luego se mira algunas de las cuestiones esenciales tales como ¿por qué ocurre que los jueces conceden la custodia el 90-95% de las veces a la mujer? ¿Es esto igualdad de protección para los hombres que lo quieren? A continuación, hágase preguntas como, ¿por qué nuestros impuestos no están siendo gastados en salud para mujeres y hombres de forma igualitaria? ¿Por qué en 1920 los hombres morían un año antes que las mujeres y ahora nos estamos muriendo siete años antes? ¿No deberíamos poner dinero en la salud de hombres y mujeres con el fin de que los hombres y las mujeres murieran casi por igual?

Comenzamos diciendo que el sistema escolar se ha centrado en ayudar a las niñas en matemáticas, ya que lo habían estado haciendo peor en matemáticas que antes. Ahora lo están haciendo casi tan bien en matemáticas como los niños. Eso es fantástico. Ahora, ¿por qué no estamos haciendo lo mismo para los niños con la lectura, con la tasa de deserción escolar, con el trastorno de déficit de atención, con el uso de drogas como el Ritalin? ¿Por qué tenemos un sistema escolar centrado en la mujer y dirigido por mujeres en el nivel particular de escuela primaria?

¿Por qué es que tenemos píldoras anticonceptivas para las mujeres y no para los hombres? ¿Puede usted imaginar lo que las feministas estarían haciendo si tuviéramos píldora anticonceptiva para el varón, y no para la mujer? Y si los hombres les dijesen: "No hay ninguna diferencia. Si te digo que estoy tomando la píldora, es que estoy tomando la píldora, y puedes confiar en mí". Ellas le responderían: "Debes estar bromeando". Sin embargo, se espera que los hombres, cuando una mujer dice "confía en mí", confíen en ella a pesar de que se puede decir que se está tomando la píldora y no estar haciéndolo; y cuando ella descubre que está embarazada, ella puede decírnoslo o no; puede abortar o no; ella puede criar al niño sola durante 18 años a menudo en muchos Estados [se refiere a las ayudas a madres solas, ayudas que no tienen si conviven con el padre], y decírnoslo retroactivamente de modo que seamos retroactivamente responsables de la manutención del niño.

Así que hemos pasado de una época en la que la biología de la mujer fue el destino de las mujeres a una época en la que la biología de los hombres es el destino de los hombres.

Steven: Algunos de los modos en que usted habla de estos temas suenan de mucho sentido común. ¿Tenemos algún punto ciego en relación con las cuestiones de género? Y si es así, ¿por qué sería? 

Warren: El punto ciego es nuestra biología, que nos enseñó a proteger a las mujeres y a sacrificarnos a nosotros mismos si tenemos que hacerlo. Los hombres y las mujeres hemos recibido formación biológica y socialización para considerar la vida de una mujer como más sagrada. La razón de esto es que las mujeres eran las portadores de los niños y que siempre se podría perder un hombre en tanto hubiera unos pocos hombres que podían fecundar a muchas mujeres, pero sólo se podrían producir muchos niños en tanto las mujeres fueran protectoras de sus hijos y los hombres jugaran su papel de competir unos contra otros para ser el gran protector. Hemos tenido que entrenarnos para ser desechables y las mujeres, generación tras generación, eligieron a los hombres que eran el oficial y el caballero, no el objetor de conciencia. El objetor de conciencia es la persona que se valora a sí misma demasiado como para ser capaz de morir en la guerra. Cuarenta estudios que se han hecho ahora demuestran que las mujeres golpean a los hombres y los hombres a las mujeres por igual. Nadie está dispuesto a mirarlos, y mucho menos a creerlos, incluso aunque la mitad de los actos de violencia fueron realizados por mujeres y que la mayoría de ellas eran feministas. Y así no importa lo que tú digas, es muy difícil penetrar en esa mentalidad.

Steve: Últimamente le he estado escuchando hablar de derechos idénticos a diferencia de la igualdad de derechos, la idea de la igualdad de derechos, como usted acaba de mencionar, se transformó en la desigualdad de derechos con la idea de poner remedio a las desigualdades del pasado. ¿Qué opinas de esto?

Warren: La forma de probar si se está siendo justo es hacerse preguntas como: "¿Si hacemos algo para ayudar a las mujeres en las áreas en las que en el pasado han sido objeto de discriminación, tenemos que hacer algo para ayudar a los hombres en las áreas en las que no han tenido la misma oportunidad?" ¿Vamos en esa dirección concediendo becas para que los niños sean maestros de escuela primaria? Lo mismo con los auxiliares de vuelo. Lo mismo con los camareros de cóctel.

Lo mismo con las prostitutas. ¿Por qué no estamos dando a los hombres la oportunidad de ser prostitutas y que ganen la misma cantidad de dinero que las mujeres? Estoy siendo un poco irónico en el tema de las prostitutas, pero no completamente, porque está incluido en otras cuestiones más profundas. En el nivel de maestro de escuela primaria, es absolutamente crucial. ¿Estamos dando a los padres una formación especial para ser padres, más allá de las licencias por paternidad, que son iguales a las licencias por maternidad [en términos de tiempo aún no lo son, al menos en España]? Pero, ¿por qué no les damos a los hombres el doble de dinero para las licencias por paternidad? ¿Hacemos un programa de pareja para los hombres donde una empresa aporte una cierta cantidad y el gobierno aporte una cantidad igual para que los hombres tomen cursos sobre las relaciones y la familia, que serían deducibles de impuestos? Y podría seguir y seguir.

Nadie realmente cree en la igualdad de todos modos. Por ejemplo, si realmente se creyera en la igualdad habría que pagar de dos a tres veces más por cada casa. Porque si realmente creyéramos en la igualdad de resultados [que va más allá de la igualdad de oportunidades] podemos decir que el cincuenta por ciento de las personas que construyen nuestras casas tienen que ser mujeres. ¿Sabes el coste razonable que supondría conseguir que una mujer sacrificase su vida en la misma medida en que los trabajadores de la construcción lo hacen? Todos los días mueren trabajadores de la construcción en los Estados Unidos. Se necesitarían normas de seguridad mucho más estrictas. Las vigas serían prácticamente de vidrio para que las mujeres no se hicieran daño. Habría que pagar mucho más a las mujeres durante el resto de su vida, por lo que los costes se dispararían. Y probablemente pagaríamos por una vivienda casi el doble de lo que pagamos ahora, sobre todo en la construcción de rascacielos.

Steven: ¿Podemos promover las cuestiones de los de los hombres igual que las cuestiones de la mujer?

Warren: las cuestiones de las mujeres son en algún grado cuestiones de los hombres, y las cuestiones de los hombres son cuestiones de las mujeres en algún grado, porque cuando uno u otro sexo gana unilateralmente, ambos sexos pierden. Cuando las mujeres maltratadas y las no maltratadas ven a los hombres como maltratadores, se llega a la conclusión de que únicamente las mujeres son maltratadas por los hombres, como resultado del privilegio y el poder masculinos. Y no se ve que la persona que comete el maltrato está expresando/representando una experiencia momentánea de poder para compensar la falta de poder que están experimentando. Es por eso por lo que las personas pobres golpean más que las personas educadas.

Una vez tuve una relación con una terapeuta mujer que me dijo: "Yo sé que no eres un tipo violento, pero cada vez que comienzo una relación con un hombre dejo claro desde el principio que no importa el tiempo que hallamos estado juntos, si alguna vez me golpea, voy a dejar esa relación". Y yo dije: "Eso es muy triste para mí. Es improbable que alguna vez yo te golpease. Pero me entristece que no tenga fin que podamos construir un matrimonio de treinta años con mucho amor y niños, etc, y que si algo ocurriera un día y yo te golpease, tú me dejaras sin tener en cuenta todo lo que hemos construido juntos". Y ella dijo: "Bueno, ¿por qué te molesta? Ya lo sabes. Así no lo harás". Y le dije: "Yo podría conseguir que me pegases en la próximas 48 horas, y puedo hacerlo sin tocarte". Y ella dijo: "Eso no es verdad". Y le dije: "Un dólar". Y ella dijo: "OK".

Así que tuvimos un dólar apostado sobre si yo podría conseguir que ella me pegase en 48 horas. Durante las primeras 24 horas lo intenté una vez y ella se dio cuenta. Ya en la 46ª hora me puse irrazonable con ella verbalmente, lo que significa que ella diría algo y yo me pondría a distorsionar lo que ella dijera, entonces ella trataría de aclararlo y yo la alteraría de nuevo y después la atacaría en base a la distorsión. Yo sabía qué botones apretar en ese momento de nuestra relación y lo hice tan bien que se volvió y me dio una bofetada. Le dije: "Un dólar, por favor". Y ella dijo: "¡Oh, hijo de puta", y casi me golpea de nuevo. Fue muy divertido. Ella me ha dicho unas cuantas veces que es una de las mejores cosas que he hecho por ella. Realmente le ayudó en la terapia para funcionar con más eficacia ante la aparición de la impotencia que el golpeo verbal puede crear, lo que hace del golpeo físico un resultado mucho más probable.

Steven: Hablemos de sus libros. Su primer libro fue profeminista, pero no habló de las cuestiones de los hombres como tal. 'El mito del poder masculino' es, probablemente, más radical que 'Por qué los hombres son como son'. ¿Su próximo libro continuará con esta progresión de salir más en nombre de los hombres?

Warren: Seguirá de ese modo, sí, y tomará las siete cuestiones que son más malinterpretadas, las más extendidas, las que están causando el mayor daño, como la creencia de que los hombres ganan más dinero que las mujeres por el mismo trabajo, la creencia de que los hombres pegan más a las mujeres que las mujeres a los hombres y, básicamente, dejará al lector que los lee sin poder argumentar en contra de los hechos.

Steven: Un montón de hombres en el movimiento sienten que hay motivos para el optimismo, que el cambio real está por venir. Más y más hombres y mujeres parecen estar alejándose de los mayores excesos del feminismo en los 70's y 80's. Sin embargo, el ritmo del cambio puede parecer muy lento a veces. ¿Cuáles son tus pensamientos acerca de la rapidez con que esperamos avanzar hacia la verdadera igualdad?

Warren: Un tiempo muy largo, porque si me estuvieras preguntando si podemos esperar que los hombres cambien tan rápidamente y avancen tanto en los próximos veinticinco años como la mujer lo ha hecho en los últimos veinticinco años, la respuesta es que no. Y la razón es que para las mujeres denunciar no es un cambio evolutivo. Para los hombres quejarse es un cambio evolutivo. Que las mujeres pidan a los hombres que las protejan y, por tanto, usen al gobierno como un marido sustituto cuando no reciben la protección de los hombres, es evolutivamente muy natural. Que los hombres digan "necesito protección, ayudadme" no es natural.

Steven: ¿Hubo alguna diferencia en la reacción feminista a 'Por qué los hombres son como son' respecto a 'El mito del poder masculino'?

Warren: Si. 'El mito del poder masculino' trata mucho más las cuestiones políticas, las cuestiones jurídicas, el acoso sexual, la violación, las mujeres que matan, y esas cuestiones están mucho más interconectadas con los programas del feminismo. 'Por qué los hombres son como son' fue ignorado por las feministas. Con 'El mito del poder masculino' yo tuve activamente en contra a las feministas.

Steven: ¿Podrías contarnos un poco sobre eso?

Warren: De NOW [National Organization for Women] y hombres feministas como Michael Kimmel, que son llamados a programas de televisión en los Estados Unidos y Canadá, escuché cosas que me filtraron los productores. Dijeron cosas como éstas: "Warren Farrell recomienda la violación y el incesto y mandará al feminismo veinte años atrás, y si producen un programa con él, no esperen que los libros de las feministas sean recomendados para ustedes en el futuro".

Hice dos artículos que fueron aceptados para Modern Maturity, una de las revistas de mayor tirada en los EE.UU.. Después de que fueran aceptados, editados y pagados, un investigador feminista se opuso a ellos y Modern Maturity suprimió ambos artículos. En lugares como el New York Times en el que yo había publicado todo lo que había escrito cuando era feminista, desde que he cuestionado al feminismo nada de lo que he escrito ha sido publicado. Cuando yo estaba haciendo el show de Donahue como feminista, fui en siete ocasiones. En una ocasión alguien se desvió del feminismo y nunca fue invitado de nuevo.

Steven: ¿Qué pruebas se tienen de que supuestamente estabas promoviendo el incesto o la violación? ¿Existe alguna evidencia de eso?

Warren: Ninguna en absoluto, excepto que he mencionado las dos palabras. Lo del incesto fue algo muy ridículo, porque precisamente yo hacía una analogía en la que el sexo en el lugar de trabajo se consideraba incestuoso. Yo decía que cuando los colegas de la misma empresa tienen relaciones sexuales es como cuando la gente de la misma familia tienen relaciones sexuales. Tomaron eso como que estaba recomendando el incesto. Realmente me sorprendió que los productores no leyesen por sí mismos lo que decía. Sobre la violación, estaba mostrando por qué son exageradas las estadísticas de violación, y diciendo que la violación en las citas [date rape] era algo mucho más complejo que la manera en que las feministas lo habían retratado, como una opresión de los hombres a las mujeres.

Steven: Parece que los parámetros normales de un debate están completamente fuera de la ley, según ciertas ideas feministas.

Warren: Sí, absolutamente.

Steven: A menudo he pensado que el movimiento de hombres debería tener derecho a la misma clase de libertad que muchos de nosotros ha dado al movimiento de mujeres. En otras palabras, debemos tener el derecho a que nuestra Mary Daly y Andrea Dworkin se vayan por la borda, y a crear un espacio para los Gloria Steinem y Betty Friedan. Si tuviera que colocarse en algún lugar del espectro como escritor y activista de los hombres, ¿dónde lo haría?

Warren: Quisiera agregar un par de cosas. Gloria Steinem está hoy en día en el lado de Andrea Dworkin, Catherine MacKinnon y Mary Daly. Se identifica mucho más con eso que con la ideología de Betty Friedan. Gloria Steinem es muy anti-hombres en su vocabulario, incluso a pesar de que es un ser humano maravilloso. Lo contrario es el caso de Betty Friedan, que es un ser humano terrible pero es una persona muy reflexiva que entiende que los hombres tienen problemas de transición también. La otra persona en ese campo radical que a menudo se omite es Valerie Solanas, que escribió el libro 'Sociedad para la castración de los hombres: Manifiesto SCUM' [Scum significa piltrafa, desperdicio]. Y su importancia es bastante grande en el sentido de que ella es la persona que disparó Andy Warhol y es la persona que está teniendo biografías sobre esos hechos, y que se celebra. Para la biografía de la película de Andy Warhol, ella fue entrevistada como uno de los expertos SOBRE (sic) Andy Warhol, después de haberle disparado y terminado con su vida útil. Así que esta es la celebración de una asesina de hombres. No sólo fue Andy Warhol, trató de matar a un par de hombres más.

¿Dónde me pongo en esta escala? Espero que yo sea un pensador más original de lo que Betty Friedan ha llegado a ser, pero como mínimo me veo más como alguien que pone ideas que aún no están listas para ser escuchadas, ideas que la gente no está segura de si son revolucionarias o simplemente de sentido común. Lo triste es que son ambas cosas, revolucionarias y de sentido común. Lo que hago al escribir es tratar de decir cosas que son muy radicales, tan radicales como puedan ser adecuadamente respaldadas. Lo que intento hacer en mi escritura es decir exactamente lo que hay que decir, sin tabúes, excepto con algunos tabúes en el ámbito de la sexualidad, que supera lo que la mayoría puede manejar, y decirlo sin embargo con amor, compasión y con la consideración de la mujer, que es igual a mi consideración de los hombres. Espero que mi personalidad sea más como la de Gloria y mi pensamiento sea más como el de Betty.

Steven: Me parece que cuando hablo de los problemas de los hombres, aparte de la compañía de las mujeres, entienden a menudo de lo que estoy hablando. ¿En qué medida cree usted que los hombres que no temen la reacción de la mujer pueden comprender y reconocer nuestra opresión, nuestros problemas?

Warren: En la medida en que un hombre exista y no tenga miedo a la reacción de la mujer, puede comprender nuestros problemas muy bien. Pero encontrar a un hombre que no tema la reacción de la mujer es como encontrar una aguja en un pajar. Los únicos hombres que no temen las reacciones de las mujeres son hombres que no han nacido o que están muertos. (Risas)

A menudo, el varón heterosexual está muy, muy desconectado de sus propias habilidades para conseguir el apoyo de otros hombres, y por tanto muy a menudo todos sus huevos emocionales están en la canasta de las mujeres. El resultado de eso es que para que él se calle todo lo que se tiene que hacer es empezar a apartarse de él.

Steven: Suena como si usted creyese que hay una lucha entre la homofobia y el sexismo anti-masculino.

Warren: Los hombres homosexuales tienen diferentes razones para no defender estas cuestiones, la principal de las cuales es que la atmósfera política de la comunidad gay está dentro de la izquierda, y ha comprado que los hombres son los opresores y las mujeres son las oprimidas. Los hombres homosexuales se han identificado con el modelo de opresores y oprimidos, como dos grupos opuestos. Y como las leyes son vistas como algo escrito, en su mayoría, por varones heterosexuales, ven al varón heterosexual como el opresor. Además, el varón homosexual no ha tenido la experiencia vital de que una mujer puede conseguir cualquier cosa que ella quiera de un hombre si es atractiva y sonríe y coquetea apropiadamente.

Steven: ¿Existe alguna conexión que puedas ver entre nuestro, a mi juicio, mayor miedo a la homosexualidad masculina que a la femenina y el sexismo anti-masculino?

Warren: Nuestra principal razón para temer que los hombres tengan sexo con hombres es que realmente se tuvo que construir un rol social más férreo para mantener a los hombres en su lugar que para mantener a las mujeres en su lugar. La función biológica de la mujer de tener hijos era natural. Pero el hecho de que un acto de sexo heterosexual podría tener como consecuencia dieciocho años de responsabilidad, mientras que un acto de sexo entre hombres tiene cero años de responsabilidad, hizo de la heterosexualidad un negocio bastante malo. Y así, la homosexualidad masculina, en la medida en que fue permitida, socavaría la mentalidad de la obligación incuestionable. Como señalo en 'El mito del poder masculino', incluso la Biblia está mucho más preocupada por cuestiones de la inmortalidad que por cuestiones morales.

Steven: A menudo el que defiende los derechos de los hombres queda retratado como anti-mujer. Si se le pregunta si usted está a favor de quitarle derechos una mujer para dárselos a los hombres, ¿cuál es su respuesta?

Warren: Sé de casos en los que casi no hay que quitar nada a las mujeres para dar a los hombres. Si usted trabaja en la creación de un refugio para el hombres maltratados y reconociendo que los hombres sufren maltrato con tanta frecuencia como las mujeres, usted no se posicona lejos de las cuestiones de las mujeres, usted comienza a ayudar a los hombres y a trabajar en una solución totalmente diferente para el maltrato, y ésa llega a ser una solución que enseña a la gente a escuchar a los demás de manera efectiva en las relaciones de amor en lugar de distorsionar lo que la otra persona dice y establecer las condiciones para la pelea.

Las feministas están diciendo que todo cualquier clase de maltrato que tenga lugar debe ser culpa de un hombre, porque vivimos en un patriarcado, en un sistema de dominado por los hombres, de modo que cualquier cosa que el hombre haga es una consecuencia de su poder y cualquier cosa que haga una mujer es una consecuencia de su impotencia. Este modelo impide tener un modelo de sistema que diga que si se les enseña tanto a hombres como a mujeres una manera de comunicarse con más amor y cariño, entonces la violencia será menor, y eso es lo que importa. La solución feminista actual hace que a menudo salgan perdiendo ambos, cuando en realidad lo que deberíamos estar buscando son situaciones ventajosas para los dos.

Steven: El argumento al que me enfrento a veces se basa en que hay una cantidad fija de dinero para luchar contra los problemas de cualquiera de los dos géneros. Y si usted defiende a los hombres, ¿está usted proponiendo quitárselo a las mujeres para dar más a los hombres?

Warren: ¿Ese es un argumento ridículo, porque si vas a aproximarte a un problema con un escenario en el que ambos pierden, vas a crear un problema más y más grande. Sin embargo, cuando te acercas a un problema con un escenario en el que ambos ganan, consigues que el problema sea más y más pequeño. Así que lo ideal es no tener dinero alguno que vaya a estos problemas porque ya no tendremos un problema. La medida de cuánto estamos haciendo para ayudar a la sociedad no es la cantidad de dinero que gastamos, la medida es ¿cuánto reducimos el problema? Y nosotros reducimos casi todos los problemas entre hombres y mujeres a través del trabajo con ambos, con los hombres y las mujeres. Eso por lo general significa hacer que ambos sexos asuman la responsabilidad.

Steven: Sobre otro tema candente, la violación, me intrigan sus comentarios sobre el alistamiento a filas sólo de los hombres y los requerimientos para el combate que equivalen a la violación legal de los hombres. También hablas de falsas acusaciones de violación como constituyedo una forma de violación. La violación es un tema tan explosivo, y es un tema que las mujeres parecen hacer suyo, a pesar del hecho que puede que haya más hombres violados que mujeres si se consideran las violaciones en prisión. ¿Se puede utilizar este tipo de lenguaje explosivo y salirse con la suya?

Warren: Creo que es importante que lo hagamos, aunque no te puedes salir con la tuya desde el principio. Al principio la gente te dice, indignada: "¿Qué? ¿Cómo puedes...?".

Pero yo me aproximo a ello diciendo: veamos qué hace de la violación un problema tan duro para las mujeres. Si estoy trabajando en un taller, nosotros ponemos sobre en el tablero la lista de todas las cosas que hacen de la violación un tema difícil: como la humillación, la sensación de invasión, sentimiento de violación, la sensación que nadie te creerá, sentir que eres un desgraciado, el sentimiento de que nada es sagrado.

Y por eso pido a los participantes: imagine que usted era un pilar de respeto en la comunidad y alguien te acusa falsamente de abusar de los niños. Esto es lo que usted va a sentir: "Nadie me cree". Vas a estar totalmente humillado. Sin saber a dónde ir, violado. Hasta la gente que te quería va a pensar que eres un demonio.

Las personas violadas no tienen a todo el mundo alrededor de ellos pensando que ellos son horribles y un diablo. Es posible sospechar que esto tenga un poco que ver con la violación, pero nunca van a pensar que ellos son horribles, gente terrible. Sin embargo, esos hombres falsamente acusados de violación o de abusar sexualmente de los niños a menudo son eliminados de una forma tal que a menudo se suicidan. La cantidad de mujeres que, después de ser violadas, se suicidaron es considerablemente inferior a la tasa de suicidio entre las personas que son falsamente acusados.

Steven: Yo hago personalmente una analogía entre la violación y la circuncisión, porque me pareció algo de lo que uno es consciente y se recuerda todos los días de tu vida. Me pregunto si usted sabe por qué esta ocurriendo esto, después de toda la documetnación que ha salido diciendo que es una pérdida para los hombres. ¿Por qué está todavía en marcha?

Warren: Por la misma razón que he mencionado para explicar la protección. Nuestro papel como hombres fue el de estar preparados para ser capaces de experimentar dolor y llamar al dolor gloria. No sólo en el fútbol, sino que cuando James DeMeo hizo estudios transculturales de los que hablo en 'El mito del poder masculino', una de sus conclusiones fue que cuanto más estaba preparando guerreros una sociedad, más tarde en la vida y más cruel era la circuncisión, y menos probable era que se utilizara anestesia. En algunas sociedades el hombre no sólo debía experimentar que su pene fuera cortado a los doce años o así, sino que debía cortáselo él mismo, y si él estaba en la transición a la hombría, que era un rito de iniciación, él no debía hacer una mueca mientras se cortaba.

Así que ésa es la circuncisión llevada al extremo. El propósito era preparar a un hombre para ser capaz de manejar el dolor en la zona en la que estaba en esencia la masculinidad. Manejar el dolor e incluso sonreir a través de él, marcaba al hombre esencial. Y eso en mi opinión es la estupidez esencial.

Steven: Vamos a hablar un poco acerca de los "movimientos de los hombres". Los movimientos de hombres mítico-poéticos y los masculinistas a menudo me parecen  muy distintos, con pocas coincidencias temáticas o personales en términos de las personas que participan en ellos. ¿Son en realidad dos movimientos separados o pueden reforzarse mutuamente?

Warren: Bueno, básicamente son dos movimientos separados en su forma actual pero no son en realidad dos movimientos separados y no deberían serlo, ambos pueden ayudarse mutuamente. En la mayoría de las cuestiones de los hombres, la gente debería involucrarse más en las dimensiones introspectivas que son alentadas por los movimientos mítico-poéticos, particularmente llegando a estar en contacto con lo que yo llamo sus dos F, sus padres y sus sentimientos. Ese movimiento evoluciona de forma natural dentro del movimiento de los derechos de los padres.

Cuando un hombre es capaz de conectar con sus sentimientos, es capaz de cuidar más. Cuando se es capaz de conectar con el padre que estaba ausente, se puede poner más cuidado y se puede reconocer la importancia de ser un buen padre, ambas cosas. Cuando te preocupas por ser un buen padre, comienzas a preocuparte más por tus propios hijos y por el tipo de padre que eres. Y eso nos lleva a la preocupación por los derechos que tienes para no perder la conexión parental con tus hijos, y antes de que te des cuenta de ello estás dentro del movimiento de los derechos de los padres.

Steven: ¿Qué piensa usted de Promise Keepers?

Warren: Bueno, hay buena noticia y mala noticia. La buena noticia es que es el mayor grupo de hombres en el país que se anima a hablar sobre sus sentimientos, a reunirse en grupos, a hablar sobre la familia, a hablar sobre las relaciones, y todo eso es bueno bueno bueno bueno bueno . Y la mala noticia es que casi todos los Promise Keepers son cristianos o cristianos renacidos que creen que Dios quiso que los hombres fueran billeteras y  las mujeres fueran criadoras y protectoras de los hijos.

Si las mujeres cuidan a los hijos y los hombres ganan dinero, se produce una contradicción de los resultados. Les estamos diciendo a los hombres que se involucren más con su familia, pero luego les decimos que gaqnen dinero para su familia, lo que los aleja de ella. Y el hombre se convierte en una máquina de ganar el pan. Así que la dificultad de los Promise Keepers es que crean lo que yo llamo en 'El mito del poder masculino' "la tragedia de los hombres o el  Catch-22 de los hombres": cuanto más afectivamente se cumple el mandato de Dios de proveer a la familia, demostrando su amor por su familia mediante la provisón, tanto más lejos se está de la familia que se ama.

Steven: Me he dado cuenta al hablar de los problemas de los hombres de que las maneras de interrumpir el diálogo sin tener que reflexionar sobre el problema han sido desarrolladas para casi cada uno de los temas de los hombres. El alistamiento de los hombres les conduce a todos a las guerras de todos modos. En el divorcio y la custodia, los hombres abandonan a sus hijos y no quieren ser padres de todos modos. Los hombres mueren más jóvenes que las mujeres: es su culpa, por mantener sus sentimientos reprimidos. Circuncisión: ¿Qué hay de la mutilación genital femenina? ¿Qué es peor? El cáncer de próstata contra el cáncer de mama: ¿Pero no está toda la medicina para los hombres? ¿Qué podemos hacer para evitar ser emboscados por estas preguntas?

Warren: Presentamos las respuestas. Estas preguntas las tomamos como oportunidades. Nosotros decimos: vamos a ver la cuestión de los hombres como causa de todas las guerras. Vamos a darle la vuelta a eso. Supón que les dijéramos a las mujeres: "Mujer, estás obligada a alistarte en el ejército con 18 años, antes de la edad del consentimiento y antes de tener derecho a votar. Luego, cuando salgas de ahí con una lesión de la médula espinal con un tiro en la espalda que te dejará parapléjico de por vida, decimos: '¡Ha causado la guerra, es una mujer. Margaret Thatcher estuvo en el poder y ella te envió a ti y a todas las demás mujeres a la guerra'. ¿Cómo te sentirías?". Por lo general ahí se callan. El 90% de las veces la mejor respuesta es invertir los papeles.

Steven: Justo antes de subir al avión para venir aquí, he leído acerca de un varón adolescente que fue violado por una mujer y algunas declaraciones que se hicieron en el tribunal por el juez, sobre que una experiencia terrible puede tener sus aspectos agradables y que su pasividad justificaba la violación. Estamos hablando de un joven de 16 años de edad que fue violado por una joven de 29. ¿Qué podemos decir sobre esta insensibilidad monumental, y esta doble moral?

Warren: Invierta los papeles. Esto es algo perfecto para usted como artista de performance, para hacer todo un diálogo de una mujer que fue violada y a la que se le dijo: "Oh, probablemente te haya gustado".

Steven: ¿Somos malas personas si no bajamos el asiento del inodoro después de orinar?

Warren: Cualquier hombre que no lo hace debería ser condenado a cadena perpetua o ser ejecutado rápidamente. Es difícil saber cuál es la mejor solución para él. (Risas)

Steven: ¿Qué pueden aprender los masculinistas de las feministas?

Warren: En primer lugar, podemos aprender a no ser masculinistas. Porque en el fondo cualquiera de las dos cosas es por lo general una forma de sexismo. Yo digo que un poco de duda, porque creo que es muy útil durante un período de tiempo para concentrarse en los tipos de problemas que han definido las mujeres, pero siempre y cuando estés igualmente centrado en los tipos de problemas que han definido históricamente los hombres. Así que lo más importante que podemos hacer es aprender a presentar aquellos temas y ver si podemos hacerlo sin demonizar a las mujeres de una forma igual y opuesta.

Recuerdo que cuando yo estaba en la junta de NOW, muchas de las mujeres que yo amaba y cuidaba por eso de que eran feministas dirían: "Oye, Warren, es tan difícil. Si digo lo que creo podría perder mi trabajo, mi marido o ser ridículizada". Y sin embargo, decían lo que creían. Ellas tomaron esos riesgos. No todas, pero un grupo suficientemente significativo. Ahora que lo han conseguido, es mucho más fácil escuchar a una mujer que está interpretando a una víctima que escuchar a un hombre interpretando a una víctima. No hay nada más censurable culturalmente que un hombre victimista, incluso si es una víctima. Por eso necesitamos el movimiento de hombres. Así que creo que las cuestiones de los hombres tienen que ser presentadas por el movimiento de hombres durante un período de tiempo. Pero tratando de no perder de vista el hecho de que todos estamos juntos en esto y que tenemos siempre que estar seguros de que estamos creando soluciones que producen el amor a largo plazo, si no a corto plazo, y que al mismo tiempo necesitamos contar cuáles son nuestros problemas, lo que va a producir gente que nos ataque verbalmente durante un tiempo. Hasta que se escuchen esos problemas.

Fuente:   http://www.menweb.org/svofarre.htm

El libro más reciente de Warren Farrell es Does Feminism Discriminate Against Men? A Debate (¿Discrimina el feminismo a los hombres? Un debate), publicado en 2007 y, en español, en 2008 por Oxford University Press. Es un libro de debate que tiene como co-autor al feminista James Sterba. Farrell pensó que los estudios de género en las universidades raramente incluían al género masculino, excepto para demonizarlo. Este libro intenta incorporar una perspectiva positiva sobre los hombres en los estudios de género que las universidades realizan, e incluye refutaciones a los planteamientos feministas.