miércoles, 27 de febrero de 2013

Toni Cantó reitera sus disculpas y despeja dudas: seguirá en la Comisión de Igualdad



http://www.youtube.com/watch?v=X62nWTw-k70&feature=em-uploademail

Para saber quién es quién en la Comisión de Igualdad del Congreso, nada mejor que empezar por escucharles hablar. Saquen ustedes sus propias conclusiones.

Después de eso, les invito a considerar si Toni Cantó es culpable de lo que se le acusa o no lo es. E inmediatamente les cuento lo que yo pienso sobre ello, para lo que me ceñiré a la acusación hecha por la representante del PSOE, Carmen Montón, si bien mis conclusiones tienen efectos para todos los demás acusadores. Vamos a ello:

Toni Cantó, diputado de UPyD y portavoz en la Comisión de Igualdad

Toni Cantó ha vuelto a pedir excusas (ayer lo hizo en Twitter, donde antes había difundido sus polémicas declaraciones). Esta vez lo ha hecho en la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, donde es portavoz de UPyD. Ha reiterado que es importante que se excuse por haber divulgado datos no contrastados, acerca de la cuantía de fondos europeos para la lucha contra la violencia de género y acerca del número de denuncias "falsas" que se presentan en España por esa clase de violencia. 
Ayer publicamos en este blog una entrada donde incluimos los informes que Cantó difundió en Twitter y una explicación para comprender el caso.

Antes de la intervención de Cantó en la Comisión de Igualdad, el PSOE e Izquierda Plural han reclamado su reprobación por escrito, apoyados por el BNG, mientras CiU y el PNV han rechazado las declaraciones de Toni Cantó y el PP ha expresado su apoyo a las mujeres víctimas de violencia.

La acusación de fondo ha sido que Toni Cantó habla de "denuncias falsas", como hacen los "maltratadores", y que de ese modo resta credibilidad a las "víctimas" y se convierte en "cómplice" del maltrato. Pero las cosas son de un modo tan distinto que resulta sorprendente.

Quienes llaman "víctimas" a todas las denunciantes son los responsables de que se hable insistentemente de denuncias "falsas" y, por tanto, de la merma en la credibilidad de las verdaderas víctimas.

Conclusión:  
Quienes llaman "víctimas" a todas las denunciantes son los responsables de la merma en la credibilidad de las verdaderas víctimas.

Veámoslo.

La representante del PSOE, Carmen Montón, sugirió que Toni Cantó se había comportado como una especie de "cómplice" de los maltratadores (puede usted verlo en este vídeo), pues habría contribuido (según su opinión) a restar credibilidad a las "víctimas" que denuncian malos tratos. Intentó hacer creer a los presentes, en la línea manipuladora habitual, que quien denuncia violencia de género es una "víctima", de modo que, siendo del todo evidente que no se debe cuestionar a una víctima, "no se puede cuestionar a quien presenta una denuncia de violencia de género". No sé qué pensarán al respecto los hombres que han conseguido demostrar que quien les denunció lo hacía falsamente, que no son muchos pero también son ciudadanos... Yo me inclino a pensar que no están de acuerdo con Carmen Montón, sino con el sentido común, y sin duda piensan que no es justo que su denunciante fuera llamada "víctima" durante el juicio en el que ellos fueron absueltos. Pero supongo que en este caso incluso la representante del PSOE aceptaría rectificar y reconocer que la denunciante no era una "víctima". Sin embargo, ése sería el único supuesto en el que habría una necesaria rectificación por su parte: cuando el denunciado demuestra su inocencia, porque demuestra que la denuncia era falsa.

Las cosas serían ya distintas en el caso de los denunciados que simplemente han sido absueltos, que son casi tantos como los condenados (según reconoce Marisa Soleto, Directora de la Fundación Mujeres, precisamente mientras reconviene a Toni Cantó). Podría ser que la razón de tantas absoluciones fuera que hay muchas garantías judiciales, como ella dice, si bien eso no casa ni con la realidad  de la propia ley (la consideración de ciertas conductas punitivas "leves" como delitos sólo en el caso del varón, la creación de Juzgados donde sólo se juzga a varones...), ni casa con la puesta en práctica real de la ley en los Juzgados y la intervención policial (las detenciones inmediatas tras una denuncia y con una base más que dudosa, la admisión de la declaración de la denunciante como prueba suficiente para una condena si es creíble para el juez, por ejemplo...), ni tampoco casa bien con el propio espíritu de la ley, que tiene como objetivo obvio que los delitos que tienen lugar en el hogar y sin testigos no queden impunes. Por lo tanto, también podría ser que el número de condenas no sea más alto debido a que, por ejemplo, se denuncia por minucias que, a juicio del juez, no alcanzan ni al grado de esas conductas punitivas "leves" (delitos de varón), o que fuera porque la declaración de la denunciante no es verosímil para el juez. ¿Existen datos sobre las absoluciones debidas a estas cosas o a otras? ¿Por qué no existen? O podría ser, claro, porque no hay pruebas suficientes; a menudo porque lamentablemente no hay manera de probar el delito que ha tenido lugar y, otras veces, porque no podría haber tales pruebas. Todo esto es pura especulación, porque no hay datos.

Parece ser que, según Carmen Montón (PSOE), los hombres absueltos por la justicia han de ser considerados maltratadores, puesto que su denunciante es, por haber denunciado, una "víctima". Tal vez en términos jurídicos ya no pueda ser una víctima, ya que con la sentencia se produciría una necesaria rectificación a esa ideológica presunción, pues no hay "maltratador"; aunque ello evidencia que durante el proceso no se había respetado plenamente el principio de presunción de inocencia, en tanto se denominaba "víctima" y "agresor" a quienes, jurídicamente, no puede considerarse así finalmente. Sin embargo, la ideología feminista de Carmen Montón (PSOE) no tiene límites jurídicos, sino que, muy al contrario, es la que impone en la ley española esa presunción de culpabilidad ("agresor"/"víctima") que la absolución obliga a rectificar. Por ello, esa ideología feminista no encontraría motivo para dejar de ver a esa mujer como una "victima" y, como consecuencia, seguirá viendo en el hombre absuelto a un maltratador. Que un hombre obtenga una sentencia absolutoria no significaría que merezca ser considerado socialmente inocente, pues ello cuestionaría el carácter de "víctima" de su denunciante, sino que significaría simplemente que no se ha podido probar su culpabilidad.

La ideología feminista sostiene que, en base a los datos de mujeres asesinadas y maltratadas que presenta, estarían justificadas como necesarias para la proteccción de las mujeres ciertas medidas que promuevan las denuncias y, además, protejan a las denunciantes (consideradas "víctimas"), lo que justificaría entonces eliminar para los hombres la presunción de inocencia, por lo que la rectificación jurídica (que se produce con la absolución) no impedirá, como se ha dicho, que el denunciado absuelto sea considerado socialmente culpable hasta que se demuestre lo contrario. La denunciante sólo dejaría de ser "víctima" si se demostrase que su denuncia era "falsa", con lo que se obliga al denunciado a probar eso si quiere quitarse de encima el estigma de "maltratador". No es raro, entonces, que los hombres absueltos deseen que se procese a sus denunciantes y se las condene. Pero apenas se abre de oficio tal clase de procesos, sin duda para no disuadir a futuras mujeres denunciantes. Y por la misma razón tampoco se admiten a trámite con facilidad procedimientos por denuncia falsa. Obviamente, además, es muy difícil probar que una denuncia es falsa. Pero hay algo que está claro. ¿Quién es el responsable de que se hable con tanta insistencia de "denuncias falsas"? Respuesta: quienes identifican a una mujer denunciante con una "víctima" a menos que se demuestre que su denuncia es falsa.

Es obvio que cualquier persona absuelta tiene legítimamente derecho a ser considerada inocente por la sociedad sin tener que demostrar tal cosa. ¿O es que debería asumir que se le trate como si fuera un maltratador? Pero aquí la ideología feminista es inflexible en la defensa de los intereses de las mujeres, que entiende legítimos para protegerlas de la violencia, imponiendo para ello un doble rasero ideológico que, sin embargo, tiene difícil legitimidad:
 A los hombres denunciados se les juzga con criterios jurídicos sólo si son condenados, porque si son absueltos, como hemos visto, se les recuerda que, de hecho, ello no prueba que sean inocentes, imponiéndose entonces ideológicamente este criterio, que permite considerar "víctima" a la mujer.
Sin embargo, para las mujeres denunciantes, que ya son consideradas ideológicamente como víctimas desde el principio, y más allá del límite jurídico (incluso aunque el procesado fuera absuelto), cuando son acusadas de haber denunciado en falso se recurre en su defensa a un rasero distinto al aplicado al varón: si son condenadas se les aplica, como al varón, el criterio jurídico (culpables, con lo que ya no serán "víctimas"); pero si son absueltas (en los pocos casos juzgados) se dirá ideológicamente que son inocentes (pese a que de hecho, como antes señalaban contra el varón acusado, no se ha probado tal cosa), y se justificará interesadamente que es así porque, al contrario que antes, ha de primar el criterio jurídico. De modo que sólo son falsas las denuncias que se ha sentenciado que son falsas (que son las que aparecen en los datos del CGPJ, naturalmente). He aquí un doble rasero de difícil legitimidad que la ideología feminista debe considerar y revisar.

Pero la ideología feminista es inflexible, ya lo he dicho, y añadirá que los maltratadores y asesinos son muchos (más que las mujeres) y que son pocas las mujeres que denuncian en falso. De modo que a su juicio estaría ideológicamente justificado aplicar el distinto rasero de sospecha que, por un lado, no considera necesariamente inocente a un varón absuelto por una sentencia pero, por otro lado, considera un insulto siquiera sugerir no ya que es falsa la denuncia interpuesta por una mujer absuelta de esa acusación, sino incluso hablar de denuncias falsas en cualquier caso (juzgado o no) a menos que haya sentencia condenatoria firme que lo avale. Sin embargo, esa endeble pretensión de justificación cuantitativa tiene otro problema añadido con  los propios números, porque lo cierto es que acerca de la escasez de mujeres que denuncien en falso no hay datos fiables: la propia ideología feminista, que está en el espíritu de la ley, considera un insulto sugerir tal acusación, y protege a las denunciantes de ser acusadas, con el bienintencionado fin de no disuadir a otras mujeres en la presentación de denuncias... ¿Cuáles son los datos? ¿Cuántos procedimientos se abren de oficio al año por parte de jueces y fiscales? ¿Cuántas denuncias por denuncia falsa (valga la redundancia) se presentan al año? ¿Cuántas son admitidas a trámite y cuántas no? ¿Cuáles son los motivos? ¿A cuántas mujeres se llega a juzgar por una acusación de denuncia falsa? ¿Cuántas mujeres han sido condenadas? ¿Y absueltas? ¿Cuántos casos se han archivado? No hablemos sólo del número de mujeres condenadas en sentencia... Ese pequeño número dado así, aislado, no significa absolutamente nada. Se dirá que no hay un problema de denuncias falsas como para hacer esas estadísticas... Pero a la vista está que hay un problema con las denuncias falsas, y que sólo se puede resolver aportando los datos.
Recordemos ahora que la absolución social del varón absuelto en juicio descansa sobre la base de que demuestre que la denuncia era falsa, y que eso es así por una sóla razón: porque la ideología feminista exige que se trate como "víctima" a su denunciante mientras no se demuestre que su denuncia era falsa. Luego está claro de quién es la responsabilidad de que se hable de denuncias falsas.

Los varones condenados con sentencia firme son un número sólo un poco mayor que los absueltos, según hemos visto que nos dice la Directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, que alude a datos del CGPJ). Entre los varones condenados, no pocos lo son por algún acto de violencia mínimo y sin lesiones de ninguna clase que no sería penado de haberlo cometido una mujer (seguramente no sería ni denunciado, pues es a las mujeres y no a los hombres, a quienes se invita a denunciar esa clase de cosas). Otros son condenados por esas conductas punitivas "leves" que, directamente, la ley considera delitos "sólo de varón", como una "coacción leve" o una "amenaza leve". Algunos pensamos que eso no es "verdadera violencia delictiva" (ya que no lo es si esa conducta la ejerce una mujer), o al menos no lo es en tanto no se determine y caracterice de forma clara cuándo se trata de una "violencia" que, pese a ser leve, merece el apellido de "violencia de género". Los rasgos que caracterizan esa clase de violencia en la ley de violencia de género son conocidos, pero los artículos de esa ley que regulan el Código Penal no los mencionan, y la aplicación del CP en los Juzgados es puramente literal. De modo que a menudo se condena por esa clase de delitos a varones por el simple hecho de serlo (por su sexo), no por ser machistas, ni siquiera por ser peligrosos. Eso no es una denuncia falsa, estrictamente, pues el delito está previsto en la ley y la conducta ha tenido lugar. Pero es una denuncia por "falsa" violencia de género. Una denuncia abusiva y fuera de lugar que, sin embargo, cualquier mujer, maltratada o no, podría poner sin temor alguno, pues no es falsa en términos legales. Diríamos que es una falsa (lo escribo delante) denuncia de violencia de género.

Llamo su atención sobre el hecho de que es sobre esta clase de denuncias sobre las que incide el informe que Toni Cantó difundió en Twitter (lee el informe pinchando aquí), porque, como puede comprobarse, nadie presentó un informe con datos de denuncias falsas en sentido estricto, es decir, sentenciadas. Sin duda se trató de un malentendido y de ninguna otra cosa, pero eso no ha sido posible explicarlo, claro, porque, como se ha visto, en cuanto se escucha o lee la expresión "denuncias falsas" el diálogo se hace imposible. La bronca fue inmediata y torrencial. En el informe se dice que la mayoría de las denuncias son por esta clase de delitos de "falsa violencia de género". Aunque sean denuncias perfectamente "legales". Es cierto que existe en este movimiento de hombres y mujeres (porque hay muchas mujeres en el movimiento, y muy activas, incluso líderes del mismo) una desconfianza con los datos que se ofrecen desde las instituciones, y en particular con los datos de denuncias falsas. Y es lógico que sea así, pues los datos, como he dicho antes, no pueden limitarse al número de sentencias de condena por denuncia falsa. Ese dato aislado, o simplemente relacionado con el total de denuncias presentadas contra los hombres, no significa nada. Así lo difundió Toni Cantó en Twitter: "Las estadísticas son sesgadas".
EL PAÍS y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) publican datos OFICIALES que no concuerdan con los HECHOS (yo a eso lo llamo "datos falsos" o, como mínimo, datos que deben ser cuestionados, explicados e investigados) respecto al número de varones asesinados por su pareja femenina en 2011
http://misrizos.blogspot.com.es/2012/06/el-pais-publica-datos-falsos-de-varones.html


El concepto de falsa denuncia de violencia de género tiene muchas más aristas que el de denuncia falsa, y agruparía a cualquier denuncia que es presentada por una  mujer que no es una verdadera "víctima". Eso puede hacerlo inventándose los hechos delictivos o, simplemente, y por tanto de un modo mucho menos arriesgado y mucho más frecuente, acogiéndose a ese cajón de sastre que son las conductas punitivas "leves" y que constituyen delitos de varón. Hoy por hoy, y mientras la ley no exija demostrar que ese varón en particular es un machista o alguien peligroso, es una puerta abierta a las "falsas" denuncias de "violencia de género". Porque muchas veces no hay tal violencia de género, tanto si el denunciado es condenado o, también, absuelto. O acaso la denuncia sea finalmente archivada sin sentencia alguna. Por tanto, este concepto de falsa denuncia de violencia de género sin duda contiene un número mucho mayor de denuncias que el de denuncia falsa. Y les recuerdo que las palabras de Toni Cantó (están escritas) fueron: "La mayoría de las denuncias por violencia de género son falsas". ¿Significa eso que son denuncias falsas (con sentencia)? ¿O significa que son falsas denuncias por violencia de género? Miren el informe que tienen en este enlace, el que difundió Cantó, y no cabrá la menor duda. Se refería a falsas denuncias de violencia de género. No dijo nada que no debietra decir en ese punto. Otra cosa es que se haya visto obligado a disculparse por decirlo ¿Y por qué se vio obligado a ello? La acusación de Carmen Montón lo deja bien claro: porque al hablar de "denuncias falsas" (a esas alturas estaba establecido que eso es lo que había dicho, y chocaba con los datos del CGPJ, con lo que era una presa fácil) estaba cuestionando que una mujer denunciante fuera necesariamente una "víctima". Y ya ha quedado claro que esta es una premisa intocable en la ideología feminista de protección a las mujeres, una premisa que sólo permite ser derribada con una sentencia judicial que pruebe que era una denuncia falsa. De modo que, aunque Toni Cantó hubiera explicado (ignoro si era consciente del equívoco) que se refería a falsas denuncias de violencia de género, nada habría cambiado. Porque estaría cuestionando la premisa intocable de todos modos. Y eso es lo  que ha de cambiar... Porque es simplemente indiscutible que hay muchas falsas denuncias de violencia de género. Eso sí, legales la mayoría, no inventadas. Cuestiones de matiz. Para un juez es condena, para otro es una tontería y absuelve o archiva... Es indiscutible que las mismísimas denuncias falsas (inventadas) son más numerosas que las denuncias falsas simplemente sentenciadas. Alguna se les habrá pasado por alto a los tribunales que juzgan los casos, como es obvio, pero, y sobre todo, muy pocas de esas denuncias falsas llegan a ser juzgadas en los tribunales. El feminismo debe cambiar el chip. Y debe hacerlo por una razón. Porque afirmar que una mujer que denuncia es siempre una "víctima" hasta que no se demuestre lo contrario con una sentencia es una afirmación ideológica interesada. Por el bien de las maltratadas, lo sé. Pero es una patraña que equivale a exigir a los varones que se ven atropellados por una falsa denuncia  de violencia de género que demuestren su inocencia. ¿Cómo pueden esperar que no lo intenten cuando los hombres deberían tener derecho a que se les considerase inocentes hasta que fuera probado que son auténticos maltratadores, y sin recurrir para ello a una ley que establece "delitos de varón" diseñados para condenarles de forma falaz? ¿Quién es el responsable de que se hable de falsedad en las denuncias de violencia de género?: quienes han diseñado esa ley e imponen que toda mujer denunciante es "víctima".

No quiero dejar de mencionar que sin duda hay hombres que se suben a la ola de las denuncias falsas siendo verdaderos maltratadores, aprovechando el ruido para excusarse ante los demás y ante ellos mismos. Hay hombres de todo tipo, lo mismo que mujeres de toda clase. Incluso los hay que creen verdaderamente ser inocentes sin serlo realmente. Sin embargo, esos hombres no son los únicos hombres que están reclamando justicia, como se pretende hacer creer. Y la sociedad lo sabe muy bien, porque ninguno de los afectados por estas injusticias se ha caído de Marte. Los maltratadores que se suben a esta ola no pueden ser los que la hayan hecho crecer, porque la ola tiene mucha fuerza moral... Esos hombres puede que hagan ruido, pero nada más. Y en esta ola hay mucho más que ruido... De hecho, el ruido perjudica a los hombres y mujeres que reclaman un cambio en la ley, porque les impide hacerse entender. Están muy hartos de discusiones irracionales con feministas (entre las que no faltan tampoco las que hacen ruido, por cierto) que ven machistas maltratadores por todas partes, hartos de discusiones entre ellos mismos por el ruido que algunos, efectivamente, provocan, haciendo que todos pierdan credibilidad... Todo ese ruido les perjudica, y lo saben. Porque lo único que quieren es sentarse tranquilamente con alguien capaz y con el poder de hacer algo, sentarse con todas las partes y razonar de una vez para que haya un poco de sensatez y justicia.

Las denuncias que son archivadas, que no tienen una sentencia absolutoria ni condenatoria, se producen en un número escalofriante. Mayor que el de condenas. Son las más numerosas. En palabras de la feminista Nuria Varela: "En los últimos siete años, el crecimiento de las causas archivadas ha sido diez veces superior al incremento de las denuncias. Según el Consejo General del Poder Judicial, en 2011 fueron archivadas 48.000 denuncias. Es decir, que en 2011 no se le dio curso, de media, a más del 45% de las denuncias por violencia de género. En algunas Comunidades Autónomas, el porcentaje de sobreseimientos dictados por los Juzgados de Violencia alcanzó cifras superiores al 50% (el 59% en Asturias o el 56,6% en Navarra, por ejemplo). Según el último informe del Observatorio contra la violencia doméstica y de género del Consejo General del Poder Judicial, el número de sobreseimientos ha aumentado, entre 2005 y 2012, un 158 por ciento". Naturalmente, esta militante feminista ve en ese dato una relajación de la justicia ante los "maltratadores". Yo más bien creo que, entre esas denuncias, algunas debieron ser investigadas, y no simplemente archivadas, por posible caso de denuncia falsa. Pero eso no se hizo. 
Se dice con frecuencia que el motivo de que haya tantas denuncias archivadas y sin sentencia es que las mujeres retiran la denuncia, pero esa es la razón sólo en una fracción de las denuncias archivadas. Las denuncias que se retiran son el 10% de las que se presentan, pero el número total de las archivadas es mucho mayor... Por otra parte, en el caso de las denuncias retiradas, parece que, pese a ello, la denunciante conserva en el discurso habitual el estatuto de "víctima", dándose por sentado que ha retirado la denuncia pese a ser "culpable" el denunciado, lo cual será cierto en unos casos (por miedo a su maltratador o por alguna clase de dependencia respecto a él), pero no será así en otros, aunque decir esto se interpreta como un cuestionamiento a la denunciante, lo que demuestra que se está pensando que ella es una víctima y, por tanto, que el denunciado es un "maltratador".
En las demás denuncias archivadas, que son la mayoría, y vaya usted a saber por qué son archivadas (ahí caben todas las especulaciones posibles, y debería ser investigado muy a fondo, pues ahí ha de haber muchas falsas denuncias de violencia de género de todas clases, incluidas algunas denuncias falsas), parece que estaría claro que, al no haber siquiera una retirada de la denuncia, según la señora Montón (PSOE) hemos de condenar socialmente sin reparo como "maltratadores" a esos hombres, en ausencia de sentencia judicial, ya que su denunciante es una "víctima" por haber denunciado. No puede haber "víctima" sin un "maltratador". ¿Por qué hace falta decir eso? ¿No es verdaderamente obvio? ¿Quién promueve que se hable de denuncias falsas? Quien condena, siquiera sea socialmente, sin necesidad de pruebas... Quien, así, empuja a que sea absolutamente necesario expresar (quien calla otorga) que se es inocente, algo que sólo puede hacerse desacreditando a la que se ha instalado como "victima". Sólo puede hacerse hablando de falsas denuncias de vilencia de género. Y, hoy por hoy, sólo se logra si se prueba que es una denuncia falsa con una sentencia.

Por supuesto, lo que estoy diciendo es considerado por la señora Montón, y por un montón (tenía que decirlo) de gente más, como una falta de respeto a las víctimas de violencia de género. Yo no lo veo así. Más bien creo que faltar al respeto a la racionalidad no puede ser bueno ni para las víctimas de violencia de género ni para ninguna persona. No soy yo quien trata el asunto de forma poco seria, sino que me limito a mostrar el modo absolutamente insensato en el que esas personas lo abordan. Y creo que es precisamente la actitud (la ideología) de quienes piensan como la señora Montón la culpable de que haya muchos hombres, y muchas mujeres con las que aquéllos tienen relaciones, muy injustamente tratados por la legislación ideológica que regula la violencia de género en España. Hombres que pierden su imagen pública, que no pueden mantener durante años una relación con sus hijos tras perder la custodia debido a una denuncia (que acaso acabe en absolución, en una condena por uno de esos delitos "de varón" o, lo más probable, archivada en un cajón), hombres que quizá pierdan también su trabajo... Hombres que, una vez denunciados, no recuperarán su dignidad con el simple archivo de la causa, ni siquiera con una sentencia absolutoria. Sólo pueden recuperar su dignidad plenamente si demuestran que la denuncia era "falsa". ¿No estaban preguntando por qué se habla tanto de las denuncias "falsas"? Pues ya lo saben. Y ya saben quién tiene esa responsabilidad. La responsabilidad, por tanto, de que las víctimas de violencia de género (y hablo ahora de las que sean auténticas víctimas, las mujeres maltratadas) estén siendo desacreditadas en su credibilidad por la exigencia pública de que se investigue la existencia de denuncias falsas. La ideología feminista es la culpable de ello. Es su responsabilidad.

Pero no sólo eso. La señora Montón (PSOE) parece que pretende hacer creer que tampoco se puede cuestionar la credibilidad de las instituciones que nos ofrecen datos sobre denuncias y otras estadísticas (CGPJ y Delegación del Gobierno), o la credibilidad de las instituciones que se ocupan de los dineros en la Administración... Pero si es lo que el PSOE y todos los partidos hacen constantemente, y con motivo, que es lo peor... Vaya, vaya... ¿Está diciendo que cuando Cantó puso sobre la mesa unas cifras de fondos europeos (ahora sabemos que no estaban contrastadas esas cifras, y ese es su único error, un error grave y por el que se ha disculpado), Cantó estaba faltando al respeto a unas instituciones intachables y fuera de toda duda? Permítame que ahora sí me tome sus palabras desde el humor (con la que está cayendo)... Porque si algo carece de toda credibilidad en España en este momento son sus instituciones, sobre todo si hay millones de euros susceptibles de ser instrumentalizados como financiación de los partidos políticos. Toni Cantó no ha acertado esta vez, y se ha disculpado. Pero los ciudadanos sabemos que estará atento, y algunos se lo agradecemos profundamente.

Tras su petición de disculpas, Toni Cantó se mostró orgulloso de que su partido, UPyD, siga confiando en él para desarrollar su trabajo como portavoz en la Comisión Igualdad, despejando así cualquier duda respecto a que pudiera abandonar su puesto. Una buena noticia para quienes desean que en España haya más Libertad, más Igualdad y más Justicia. Y una mala noticia para el lobby feminista y para el PSOE [¿qué dice Jesús Caldera a esto (pincha aquí)?]. Porque Rosa Díez y UPyD dan por zanjada la cuestión.

Veamos en acción a Carmen Montón (PSOE)


Así lo vieron desde la prensa:

RTVE incluye un vídeo


EL PAÍS


LA GACETA


ELDIARIO.ES


EL MUNDO


martes, 26 de febrero de 2013

YO APOYO A TONI CANTÓ. En el interior, el informe que difundió.

YO APOYO A TONI CANTÓ. Sólo dos precisiones: el dato de los 3.200 euros de fondos europeos para el Estado por cada denuncia no está claro que haya sido contrastado por sus fuentes (y ahí le han fallado). El autor del informe que sustenta esa afirmación, abogado, mediador familiar y ex asesor del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), nunca ha publicado el informe completo, y sólo he podido ver un resumen que circula por la red donde se dice que lo presentó como tesis ante la Comisión Europea en 2010. Sin embargo, mientras no se haga público ese informe no puedo considerarlo contrastado. Es responsabilidad de esta persona hacerlo público de una vez por todas o dejar a Toni Cantó a los pies de los caballos.
El resto de las declaraciones de Toni Cantó es perfectamente asumible, con una segunda precisión respecto a las denuncias "falsas". Se trata de un simple malentendido, aunque debemos empezar por afirmar con rotundidad que las denuncias "falsas" no son perseguidas por la fiscalía y los jueces como debe hacerse (ni penadas por la ley de forma proporcional al daño que causan), y sin la menor duda son más numerosas de lo que dice en prensa el poder establecido: el 0,01%, o sea, 100 entre un millón de denuncias interpuestas. En su memoria de 2012 (véase desde la pág. 642), la Fiscalía General del Estado (dependiente del Gobierno), con datos sobre el total de denuncias que le ofrece el Observatorio contra la Violencia de Género del superpolitizado CGPJ, habla sólo de las denuncias falsas que han sido investigadas por la fiscalía como tales en 2009 (26 denuncias investigadas), 2010 (17 denuncias investigadas) y 2011 (24 denuncias investigadas). Después, tras restar de esas escasas denuncias investigadas aquellas que, con el paso del tiempo, ya han sido juzgadas como posibles denuncias falsas y se ha sentenciado la absolución de la mujer, y restando también las que han dejado de investigarse porque, en cuanto que posibles denuncias falsas, han sido sobreseídas o bien el juez ha decidido no deducir testimonio a la mujer, la fiscalía toma como dato final las denuncias que continúan siendo investigadas como posibles denuncias falsas en el momento de hacer ese informe: 13 denuncias de 2009; 10 de 2010, y 19 de 2011. Y con esos datos hace una proporción en relación al total de denuncias interpuestas por mujeres en esos años (135.540 en 2009; 134.105 en 2010, y 134.002 en 2011, según datos de CGPJ). De ahí sale el dato de que sólo el 0,01% podrían ser falsas. Además, de entre esas denuncias que se investigaron como posibles denuncias falsas, resultaron condenadas (hasta el momento de hacer ese informe) por denuncia falsa sólo 6 de esas mujeres (4 en 2009; 1 en 2010, y 1 en 2011, dándose el caso de que estas dos últimas fueron condenadas por conformidad de las propias acusadas de haber denunciado en falso...), de ahí que el dato final de denuncias falsas que se suele mencionar sea de un 0,00075% que, redondeado, sería el 0,001% del total de las denuncias interpuestas por mujeres. Es decir, una inverosímil cantidad de 10 denuncias falsas entre un millón de denuncias. O lo que es lo mismo: una única denuncia falsa por cada 100.000 denuncias formuladas. Como es evidente, para saber realmente cuántas denuncias falsas hay cada año haría falta tomar este asunto en serio e investigar los casos. Y esto no se hace, como prueba el hecho de los pocos casos que se investigan cada año y lo raro que resulta que una mujer sea finalmente condenada.  
Dicho eso, añadamos que, en un lenguaje que cualquiera puede entender, aunque no es riguroso y, por ello, yo prefiero no utilizarlo, se llama a menudo "denuncias falsas" a las denuncias que no se corresponden con "VERDADERA" violencia de género (por eso, "falsas denuncias de violencia de género", que es como yo prefiero llamarlas), aunque sean denuncias perfectamente "legales" gracias a la vigente y sexista ley de violencia de género. En realidad, para poner una denuncia completamente abusiva y fuera de lugar es innecesario inventarse nada, es innecesario que la denuncia sea estricta y legalmente "falsa". Esa clase de denuncias que no son verdaderas denuncias de violencia de género (o sea, que son falsas denuncias por violencia de género) son muy numerosas. Y por ahí viene el malentendido respecto a que "la mayor parte de las denuncias por violencia de género son falsas". En seguida se lo explico.
Extrapolando los resultados del informe que se entregó a Cantó por parte de asociaciones de afectados (el informe estudia las denuncias del año 2010 y lo tienen ustedes en este enlace), del total de las denuncias desde la entrada en vigor de la ley, a finales de diciembre de 2004 (más de un millón de denuncias desde entonces), sólo un 30% de esas denuncias terminaría en una condena del varón denunciado, lo cual mejora incluso las estadísticas oficiales (si bien el CGPJ se guarda de dar el porcentaje de condenas respecto a denuncias y sólo habla de las condenas respecto a las sentencias, para que el dato de condenas parezca más alto de lo que es). En siete (7) años de vigencia de la Ley de Violencia de Género, desde mediados del 2005 hasta mediados del 2012, del total de 1.034.613 denuncias presentadas (171 mil y pico faltas, 963 mil y pico presuntos delitos), hubo sólo 328.045 sentencias (207.997 condenatorias). Sólo el 20,1% de las denuncias realizadas acaban en condena. Muchas de las condenas son por faltas, y la mitad de los delitos tienen sentencia condenatoria de conformidad. Como el dato de condenas sobre el total de denuncias presentadas es casi irrisorio (20,1%), el Observatorio de Violencia de Género del CGPJ ha recurrido a comparar las condenas sólo sobre el total de sentencias (no sobre el total de denuncias presentadas), con lo que obtienen un 63,4%. Ese es el dato que airea el Observatorio de Género. (Y no debe pasarse por alto que, como hemos visto, cuando se dan los datos oficiales de "denuncias falsas" entonces sí se tiene en cuenta interesadamente el millón de denuncias interpuestas por mujeres en su totalidad, porque así saldrá un porcentaje oportunamente minúsculo de sentencias condenatorias a mujeres por denuncia falsa; un porcentaje que sería muy distinto si sólo se calculase sobre el total de sentencias en procedimientos por "denuncia falsa" instruidos contra mujeres o, siquiera, sobre el total de las escasísimas denuncias presentadas por mujeres que han sido realmente investigadas para determinar si son falsas).
Los datos oficiales dicen que las sentencias condenatorias contra hombres son más que las absoluciones, lo cual es cierto, aunque la diferencia entre ellas es cada vez menor. En cualquier caso, y se mire por donde se mire, la mayoría de las denuncias son archivadas sin sentencia alguna, esa es la realidad incontestable. Si sumamos las absoluciones y las denuncias archivadas tendremos, según el informe estimativo de la PCI que se entregó a Cantó, el 70% de las denuncias interpuestas (según las estadísticas del CGPJ, sobre datos ya reales, tendríamos el 79,9%...): ¿alguien ha investigado cuántas de esas denuncias son "falsas", en sentido estricto? Les recuerdo que, según los datos oficiales, se retiran por parte de la denunciante algo más del 10% de las denuncias presentadas. Pero esa es la parte pequeña del total de las denuncias archivadas. En algunos casos se retira por temor a un maltratador, pero no debe presuponerse que ése es siempre el motivo. De otro modo, ¿para qué iban a celebrarse juicios?...  Por lo demás, ¿qué pasa con el resto de los centenares de miles de denuncias archivadas por otras causas? No digo que sean falsas todas las denuncias que tienen su final en una absolución o resultan archivadas. Digo que no se investiga... Sólo se hace cuando el caso es absolutamente palmario. Y aun así, no es nada probable (véanse los datos) que esa investigación termine en una condena por denuncia falsa. De las denuncias de mujeres que son archivadas (la inmensa mayoría de las denuncias), muchas son sobreseídas sólo parcialmente (no es un sobreseimiento firme), con lo que no es posible abrir un procedimiento por denuncia falsa contra la mujer denunciante. No se abren investigaciones de oficio, ni se admiten a trámite con facilidad las denuncias que se presentan por "denuncia falsa". No se quiere desanimar a las mujeres maltratadas a la hora de denunciar abriendo esa clase de investigaciones tras la absolución del denunciado o tras el sobreseimiento o el archivo de la causa. Pero esa inhibición bienintencionada tiene como consecuencia la impunidad de quien denuncia en falso. Y no se olvide el perjuicio que la sola interposición de la denuncia puede causar en el denunciado (aunque la causa se archive o él sea finalmente absuelto): de entrada, tiene perdida la custodia de sus hijos en el divorcio. 
Pero hablemos de ese 30% de denuncias que terminan con sentencia condenatoria según el informe estimativo de la PCI (el 20,1%, según los datos reales del CGPJ...). Ni siquiera esas condenas son siempre "verdadera" violencia de género... Porque, según el estudio de la PCI que se presentó a Toni Cantó (está en este enlace), sólo el 1,85% del total de denuncias tratarían sobre hechos que merezcan ese nombre. Y no ya porque no se haya probado que existían relaciones de dominación machista, algo que en ningún caso es necesario probar ante el tribunal (de ahí el indiscutible carácter sexista de la ley, pues el sexo es el único criterio a tener en cuenta), sino porque no es verdadera violencia delictiva, por ejemplo, mandar a una mujer "a la mierda" (según el ejemplo citado por la jueza Sanahuja) en una disputa recíproca en un divorcio conflictivo, o advertirle que te quedarás con tus hijos tras el divorcio, o murmurar un "te vas a enterar" porque no te permite verlos. Por supuesto, si una mujer dice esa clase de cosas no está tipificado como delito, algo que no deben olvidar los tiquismiquis que ya están poniendo el grito en el cielo (esperando encontrarse con inexistentes seres humanos carentes de agresividad alguna y bajo ninguna circunstancia), porque es de esta desigualdad ante la ley de lo que estamos hablando. En el caso de un varón esa clase de hechos, u otros semejantes, son calificados por la ley como una "coacción leve" o una "amenaza leve": penada con 6 meses de cárcel como mínimo
Llamo ahora su atención sobre el hecho de que lo que dijo Toni Cantó fue esto: "la mayor parte de las denuncias por violencia de género son falsas". Y es perfectamente posible que la mayor parte sean "falsas denuncias por violencia de género", aunque muchísimas sean "legales". Porque se denuncia (legalmente) como violencia de género lo que no es tal cosa.
Y, por favor, no saquen en este momento a las asesinadas... El asesinato no tiene una pena diferente en función del sexo de las personas en ninguna parte del mundo civilizado, ni siquiera en la ley española... Estamos hablando de que se castiga con mayor dureza una conducta semejante que ni siquiera es delito si se trata de una mujer, y que se convierte en delito "de varón" sólo por si acaso, sin siquiera haber valorado si esa persona es un machista o no lo es, o si se trata de alguien peligroso o no lo es. La ley vigente lo impone así sólo porque el acusado tiene sexo masculino. Un sexismo que ampara, además, unas penas desproporcionadas para esa clase de hechos, causando un daño al condenado (y a su familia, lo que incluye a sus propios hijos) bastante mayor que el que él haya podido infligir a través de su conducta penada. Eso es intolerable. El fin no justifica los medios. Aunque eso sea así en esta ley española.
La acusación de fondo contra Toni Cantó ha sido que habla de "denuncias falsas", como hacen los "maltratadores", y que de ese modo resta credibilidad a las "víctimas" y se convierte en "cómplice" del maltrato. Pero las cosas son de un modo tan distinto que resulta sorprendente. 
Quienes llaman "víctima" a toda denunciante son los responsables de que se hable insistentemente de "denuncias falsas" y, por tanto, de que se cuestione a las verdaderas víctimas
Más breve, y para que no lo olviden: 
Quienes llaman "víctima" a toda denunciante son los responsables de que se cuestione a las verdaderas víctimas
La demostración lógica, pinchando aquí 
 
El informe sobre las denuncias que presentó la PCI a Toni Cantó, y del que él se hizo eco, está en esta web:
http://plataformaporlaigualdad.es/?p=2414
Este es el pdf con el informe de la PCI sobre las denuncias:
http://plataformaporlaigualdad.es/wp-content/uploads/2011/04/2011-04-11-PCI-FS-InformeContradiceDatosDeOVDG.pdf 
El informe general que FEDERGEN presentó a Toni Cantó está en su web:
http://www.federgen.org/
Este es el pdf del informe general de Federgen (contiene algunos datos obviamente inexactos, como el número de suicidios de hombres en 2010, pues se contradice con los propios datos del INE que la misma Federgen aporta un instante antes. Además, se afirma que el 70% estaban en proceso de separación, cuando eso no puede saberse teniendo en cuenta que el INE no publica, desde 2006 -y eso sí debe ser explicado-, el estado civil de los suicidados. Con todo, sin duda el suicidio es la primera causa de muerte no natural en España, y casi el 80% de esos muertos son varones cada año. Hablamos de miles de personas cada año, y esos datos del INE son incontestables. Evidentemente, esa diferencia entre hombres y mujeres en el número de suicidios no puede obedecer a otra cosa que a causas sociales -a menos que se piense que los varones tienen algún gen defectuoso-, causas sociales que no son investigadas ni prevenidas):
http://www.federgen.org/descargas/15.02.2013_DOSSIERDEPRENSASOBRELALEYDEVIOLENCIADEG%C3%89NERO.pdf 
 
Incluyo aquí el llamado Informe Iceberg, presentado por un grupo independiente de padres separados en la comparecencia celebrada el día 25 de junio de 2001 ante la Comisión Mixta de los Derechos de la Mujer del Senado de España, como contribución a la Ponencia para la Erradicación de la Violencia Doméstica.
http://www.azulfuerte.org/ice/iceberg.htm 
 
Añado tres enlaces a entradas de este blog que el lector interesado en la verdad no debe dejar de leer con atención:
EL PAÍS y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) publican datos OFICIALES que no concuerdan con los HECHOS (yo a eso lo llamo "datos falsos" o, como mínimo, datos que deben ser cuestionados, explicados e investigados) respecto al número de varones asesinados por su pareja femenina en 2011  
http://misrizos.blogspot.com.es/2012/06/el-pais-publica-datos-falsos-de-varones.html    

Informe del INE 2012: El suicidio, de nuevo primera causa de muerte no natural en 2010. Del total, son varones el 78,4%, como cada año. http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8167734039799316572#editor/target=post;postID=8178603459259149074   

Real Decreto-ley: justicia gratuita para "denunciantes" de violencia de género. Un DISPARATE que ha entrado en vigor el 23 de febrero de 2013 y cuyas causas y consecuencias reales se han ocultado a los ciudadanos, tanto desde el conjunto de los partidos políticos como desde la totalidad de la prensa.
http://misrizos.blogspot.com.es/2013/02/real-decreto-ley-justicia-gratuita-para.html  

Las afirmaciones de Cantó en twitter

Más abajo pueden ver cómo continúa hoy la polvareda inquisitorial contra Cantó iniciada ayer desde la secta feminista y el PSOE [¿qué dice Jesús Caldera a esto (pincha aquí)?], desde sus medios de manipulación de masas y desde el arco parlamentario completo salvo UPyD. ¿Es casual tanta unanimidad? No lo es...  Y, sin embargo, Toni Cantó es inocente de lo que se le acusa. La culpa de la merma en la credibilidad de las auténticas víctimas es de la ideología feminista vigente (aquí, la prueba). 

 

Toni Cantó vuelve a pedir perdón pero dice que se construye la igualdad "en contra de los hombres"

  • Aseguró en Twitter que la mayoría de las denuncias machistas "eran falsas"
  • Reconoce que no contrastó los datos que le dio Federgen
RTVE.es / EFE - MADRID 26.02.2013 - 12:05h
El diputado de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) Toni Cantó ha vuelto a pedir perdón este martes por decir que "la mayoría" de las denuncias por violencia de género "son falsas" en su cuenta de Twitter, pero ha defendido que en España se está construyendo la igualdad "en contra de los hombres" a pesar de que se "crucifica" al que sostiene esta afirmación.
En una entrevista en Antena 3, Cantó ha explicado que este lunes se reunió con representantes de Federgen, una asociación de afectados por las leyes de género, quienes le proporcionaron unos datos que twitteó.
"Me equivoco, porque (los datos) no están contrastados; pido disculpas por Twitter que es el medio a través del cual meto la pata, y las vuelvo a pedir ahora aquí públicamente", ha señalado Cantó, quien ha reconocido que la violencia machista es "un tema suficientemente grave para ser especialmente cuidadoso".
No obstante, Cantó se ha mostrado crítico con la ley de violencia de género porque no es efectiva, ya que el número de víctimas no disminuye, y ha señalado que "el hecho de dar voz a gente que está afectada de manera negativa por esta ley no quiere decir que menosprecie o que no tenga empatía con las mujeres víctimas" de violencia machista".

Cantó asegura que a partir de ahora no dirá "ni mu"

El portavoz de UPyD en la Comisión de Igualdad, ha asegurado que a partir de ahora su trabajo consistirá en "no decir ni mu y hacer preguntas escritas al Gobierno para que averigüe cuál es el número exacto de denuncias falsas".
Preguntado sobre si pone en duda los datos oficiales, como los de la Fiscalía o del Consejo General del Poder Judicial, Cantó ha insistido en que no va a hablar del asunto "hasta que el Gobierno no me responda por escrito", aunque ha admitido que dio por válidas cifras "que no son reales".
Cantó ha insistido en que su partido no está de acuerdo "con la línea casi ortodoxa que hay en cuanto a cómo se debe solucionar este tema", y al que se "ha crucificado porque dice que no se puede construir la igualdad en contra de los hombres, que es como se ha hecho en este país".

"En estos momentos el hombre está en desigualdad"

"En estos momentos el hombre está en desigualdad", en situaciones como procesos de divorcio o ante una denuncia sin pruebas, "en la que no tiene ni siquiera la presunción de inocencia", ha señalado Cantó, quien ha dicho que "alguna vez habrá que hablar de esto sin que a uno lo crucifiquen".
El diputado ha denunciado que solo por defender la custodia compartida "se ha dicho desde el Twitter de algún diputado socialista que con Toni Cantó está entrando la voz de los maltratadores en el Congreso".
Cantó ha defendido su continuidad en la Comisión de Igualdad, ya que, a su juicio, "es necesario que haya una voz que diga lo que nadie se atreve a decir, que repita que la igualdad no se puede hacer en contra de los hombres, que es lo que se está haciendo en este país".
El parlamentario ha valorado las ventajas de la redes sociales, pero ha reconocido que "es muy difícil explicarse en 140 caracteres y uno puede caer en el error de lanzar algo y que lo empalen".
Fuente:  http://www.rtve.es/noticias/20130226/toni-canto-vuelve-pedir-perdon-pero-asegura-se-construye-igualdad-contra-hombres/610605.shtml


ENTREVISTA EN ESPEJO PÚBLICO

Toni Cantó: "La igualdad no se puede construir en contra de los hombres"


El diputado de UPyD ha reiterado sus disculpas por su tuit, en el que difundió datos de los afectados por la Ley de Violencia de Género sin haberlos contrastado, aunque recalcó: "Dar voz a los perjudicados por las leyes no quita mi empatía por las víctimas".  








sábado, 23 de febrero de 2013

Charla de Mª del Prado Esteban: 'Razones contra la Ley de Violencia de Género' (08/02/2013)

Maria del Prado Esteban

 

Maria del Prado Esteban - 'Razones contra la Ley de Violencia de Genero' (Ateneu Llibertariu d' Uvieu, 08-02-2013).

Prado Esteban Diezma, militante en el sindicato anarquista CNT, cuestiona las bondades de la Ley de Violencia de Genero, atacando la idea de la mujer que subyace tras ella y haciendo una defensa de la autonomia de la comunidad frente a la regimentacion y tutela del Estado. Sus opiniones son consideradas polémicas, obviamente, y rechazadas por el lobby feminista.
La charla tuvo lugar en Oviedo el 8 de febrero de 2013, dentro de las jornadas Mujer contra Poder, organizadas por el Ateneu Llibertariu d' Uvieu (https://ateneullibertariu.wordpress.com/).
Grabacion de Radio Cucaracha (Radio Qk), radio libre de Oviedo (107.30 fm, http://www.radioqk.org/) 

Puedes escuchar su exposición aquí: https://archive.org/details/MariaDelPradoEsteban-RazonesContraLaLeyDeViolenciaDeGeneroateneu 

 

En este enlace puedes leer el blog de María del Prado Esteban

http://prdlibre.blogspot.com.es/

 

Y aquí puedes ver un vídeo con la presentación de su libro: 'Feminicidio o auto-construcción de la mujer' 

Real Decreto-ley: justicia gratuita para "denunciantes" de violencia de género

El ministro Gallardón 'maltrata' a Sáenz de Santamaría. ¿O no es lo que parece, señor ministro de Justicia?
Como era de esperar, el Gobierno del Partido Popular se ha plegado a las exigencias del lobby
feminista, enunciadas por boca de su representante incrustada en el CGPJ, la ínclita señora Montalbán, y exigidas por ese lobby desde su prensa afín y por el PSOE, pese al previo e inmediato anuncio de Gallardón de que las "maltratadas" no pagarían tasas e incluso tendrían justicia gratuita (una carrera para ver quién es más afín al lobby de la secta feminista, que quita o da votos poniendo incómodos carteles en la frente de los borregos con el rótulo de "machista"...).
Desde hoy (publicado en el BOE del 23 de febrero de 2013 que tienen ustedes más abajo), las
mujeres que "denuncien" violencia de género no sólo no tendrán que pagar tasas en su divorcio,
sino que podrán tener abogado y procurador gratuito en su juicio de divorcio así como en los
juicios penales abiertos, y ello con independencia de su capacidad económica personal.
La norma establece explícitamente que, en caso de sentencia "absolutoria" del denunciado o
de archivo de la causa (que es lo que sucede con la inmensa mayoría de las denuncias, y ocurriendo
esto por la retirada de la denuncia sólo en el 10% de los casos...), la beneficiaria no tendrá que 
devolver ni un euro de los gastos que le han sido abonados a costa de todos los ciudadanos por
su derecho a "justicia gratuita" en su calidad de "víctima".
Como es lógico, las estadísticas de "maltrato" (número de 'denuncias') van a aumentar, y con ellas
sin duda los beneficios de algunas asociaciones (muchas de ellas vinculadas a los partidos políticos).
Hala, a denunciar, señoras, que sale gratis en todos los casos. No vayan ustedes a desaprovechar la
ocasión de litigar el divorcio con su ex con ventaja... Él sí tendrá que pagar cada euro de cada juicio
y de cada recurso... Y si sale absuelto, no pasa nada. Al menos, su dinero le habrá costado... Ah, y
los hijos ya estarán convenientemente bajo la custodia de la denunciante, pues esa sentencia siempre
saldrá antes que la del juicio penal. Jaque mate.

Artículo 2.
Modificación de la Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita
Uno.
Se añaden las siguientes letras al artículo 2:
g)
Con independencia de la existencia de recursos para litigar, se reconoce el derecho de asistencia
jurídica gratuita, que se les prestará de inmediato, a las  víctimas de violencia de género (...) en
aquellos procesos que tengan vinculación, deriven o sean consecuencia de su condición de víctimas,
así como a los menores de edad y las personas con discapacidad psíquica cuando sean víctimas
de situaciones de abuso o maltrato.
Este derecho asistirá también a los causahabientes en caso de fallecimiento de la víctima, siempre
que no fuera el agresor.
A los efectos de la concesión del beneficio de justicia gratuita, la condición de víctima se adquirirá
cuando se formule denuncia o querella, o se inicie un procedimiento penal, por alguno de los delitos
a que se refiere este apartado, y se mantendrá mientras permanezca en vigor el procedimiento penal
o cuando, tras su finalización, se hubiere dictado sentencia condenatoria. 
El beneficio de justifica [sic, se entiende que debe leerse "justicia"] gratuita se perderá en caso de 
sentencia absolutoria firme o archivo firme del procedimiento penal, sin la obligación de abonar el
coste de las prestaciones disfrutadas gratuitamente hasta ese momento.

Por si no queda claro:
Cuando haya sentencia absolutoria firme o se archive de forma firme la causa penal, ya no será gratuita "en adelante" la justicia para una denunciante con recursos económicos en otros procesos, como el de divorcio (si bien la sentencia de éste será normalmente anterior a la sentencia penal). Es decir, la justicia será siempre gratuita (en todos los procesos abiertos) mientras la denunciante ponga todos los recursos que precise hasta el final en lo penal. Pero incluso cuando hubiera sentencia firme absolutoria (o archivo firme de la causa) en ese proceso penal, la denunciante sólo necesita poner una nueva denuncia por algún otro motivo de violencia de género (no olviden que ni siquiera sería necesario inventarse el delito, pues cualquier desconsideración, coacción o amenaza "leve", o siquiera una palabra más alta que otra durante las disputas del divorcio es susceptible de ser un delito de violencia de género denunciable -siempre que el acusado tenga sexo masculino y la denunciante sea mujer, claro está-), y se obtendrá así de nuevo la justicia gratuita en ese nuevo proceso y en los demás que estén abiertos (medidas de divorcio, por ejemplo) o en los que la denunciante decida abrir... En cualquier caso, y aunque las sucesivas denuncias no concluyeran jamás en una condena, la denunciante nunca tendrá que devolver ni un solo euro de lo recibido socialmente para pleitear contra su ex en calidad de "víctima".

¿Por qué se ha aprobado semejante disparate?:
Que la justicia sea gratuita no significa que la abogada y la procuradora no vayan a cobrar sus honorarios, sino que los pagamos entre todos los españoles... Las asociaciones del lobby feminista hace años que llevan esos casos incluso cuando la denunciante tiene derecho a abogado de oficio gratis por carecer de recursos económicos, pues se trata de profesionales especializadas. Ahora, simplemente están extendiendo su mercado a mujeres con medios... Más clientes por ahí y, también, más clientes porque habrá más denuncias. Por lo demás, esas profesionales, así como las psicólogas correspondientes para los informes de parte oportunos, pertenecen a asociaciones muy bien subvencionadas que, con frecuencia, están ligadas a ciertos partidos políticos (PSOE, IU y la presunta izquierda en general) bastante relacionados con ciertos medios de comunicación por todos conocidos (EL PAÍS, Cadena SER, la Cuatro -el grupo PRISA en general-, Público, Tele 5, la Sexta, etc). Por cierto, ¿se ha preguntado usted por qué muchos de esos medios de comunicación sirven a ideologías supuestamente de izquierdas si son medios que pertenecen a prebostes del capital? Luego lo verá más claro... El hecho es que quien se mueva sale (vaya si sale) en la foto, y sale con un cartel en la frente que pone: "machista"... El PP lo sabe muy bien y prefiere subirse al carro del negocio de la "violencia de género" a tener que lidiar con un cartel que, en su caso, sería más que creíble... 
Como contexto general, parece que el capital está muy interesado en fomentar la lucha entre sexos centrando la atención en la llamada violencia de género en la pareja. Tal vez así consiga hacer pasar más desapercibida su responsabilidad en la violencia social y sus presentes atropellos.  
El sistema capitalista colabora fielmente con el feminismo (o éste con aquél) para convertir a las mujeres en individuos independientes y consumidores (quieran serlo, felizmente, o no quieran), para lo que facilita toda clase de medidas contrarias a los embarazos (no estoy valorando esto, sino explicando lo que ocurre): los anticonceptivos, el aborto o la libre expresión de una sexualidad no heterosexual son hoy plenamente aceptadas por el poder económico y por la ideología que le sirve -el feminismo ha sustituido a la Iglesia en ese lugar-, y nada de esto es por casualidad ni encuentra oposición alguna por parte del poder económico (el poder real). Se trata de medidas necesarias para la incorporación de las mujeres al ámbito público del consumo que, además, evitan un crecimiento demográfico en los países occidentales innecesario en el  actual sistema capitalista (un crecimiento que, más bien, aumentaría las listas de parados y supondría un gasto y un problema de seguridad para el sistema). Una vez que los sindicatos han asumido (cosa que no hicieron inicialmente) la competencia de las mujeres con los hombres en el mercado de trabajo, e incluso lideran hoy las reivindicaciones feministas, la conflictividad social entre sexos, tan útil al sistema para desviar la atención (no en vano el feminismo ha llegado a establecer que "la contradicción principal no es de clases, sino de sexos", como dice nuestra Amelia Valcárcel), se ha llevado a los hogares, donde el sistema capitalista parece haber encontrado a un chivo expiatorio al que adjudicar la fuente de la violencia que el sistema produce. El feminismo, aupado al púlpito doctrinal por el poder económico, hace el trabajo ideológico hablando del machismo tradicional y de los supuestos deseos de dominación de los varones. De ahí vendría toda la violencia social... Las enfermedades mentales, los celos patológicos, las drogas o la violencia que el sistema económico inocula quedan sin análisis en un totum revolutum donde todo es "violencia de género" en la pareja. De este modo, mientras las mujeres tienen desviada su atención respecto al sistema (fuente real de la mayor parte de la violencia, tanto masculina como femenina), los varones bastante hacen con tratar de salvar su culo del acoso de la nueva Inquisición feminista. Nadie va a centrar su atención en el sistema económico como responsable directo, esencial y primordial de la violencia social: el estrés laboral, el paro extremo, la sociedad de consumo acrítico, las injusticias de la corrupción política y financiera, el consumo de drogas sin ton ni son, la soledad... El suicidio es galopante: miles de personas se suicidan cada año en España; el 80% de ellas, varones, sin duda por su mayor desarraigo familiar. El individuo (sobre todo el varón, como digo) está ya perfectamente solo y desarmado. Todos los nexos con los demás están en crisis: la nación, la familia, la clase obrera, la pareja... Así nos quiere el nuevo tirano. Solos y aislados. 
Quedan los lazos que unen a las mujeres a través del feminismo... Sin embargo, esos lazos son hoy más eficaces en España como aislante y separador social (como fuente de conflictos, incluso) que como nexo real para mujeres. Y no sólo en España, pues ya decía Zapatero que éramos una avanzadilla en este terreno... Ya se ha extendido por Iberoamérica y otros países. Más allá de las ideas feministas sobre la igualdad, que cualquiera puede compartir razonablemente, en España el feminismo es hoy una ideología acrítica en manos de un núcleo de mujeres interesadas que odian a los hombres (maltratadores en potencia) y sólo miran su propio ombligo (amparadas, eso sí, por los partidos políticos de la presunta izquierda). El pensamiento crítico es simplemente nulo. Es lo más parecido a lo que siempre se dijo que no era el feminismo: hembrismo puro y duro. Muchas mujeres (y hombres, por supuesto) observan hoy con recelo a ese feminismo dogmático y sectario... Porque sus excesos son obvios: por ejemplo, su discurso interesado, nada sorprendente en este contexto de desarraigo social generalizado, contra la custodia compartida de los hijos tras el divorcio. ¡Cómo iban a renunciar al privilegio de un lazo exclusivo con sus hijos para compartirlos con su ex pareja! Es apenas lo único que tienen... Claro que también es lo único que tienen su ex parejas... He ahí un conflicto de intereses fuente de conflictos y de violencia bidireccional. Claro que desde la perspectiva de este feminismo la violencia es unidireccional, ya se sabe. Veamos: ley sexista de violencia de género (la primera y avanzadilla del mundo en un país que tiene una de las tasas más bajas de mujeres asesinadas por su pareja del mundo), delitos de "autor" (sólo si se es varón), el hecho del divorcio, denuncias, hijos, peticiones de custodia compartida, medidas de alejamiento cautelares... Ahora, "justicia gratuita" para "denunciantes". Aten cabos. Una fuente de violencia. Esta no es una estrategia para frenar la violencia, sino una mecha para fuegos artificiales (aunque nada inofensivos)... Y de paso, las mujeres conservarán las custodias exclusivas, por lo que continuarán con dificultades para conciliar (familia, vida personal y trabajo) y, por tanto, seguirán siendo trabajadoras a tiempo parcial.

La doctrina feminista actual es, hoy más que nunca, por muchas razones, una ideología muy interesante para el sistema capitalista, y esa es la única razón de su ilegítimo (por acrítico) poder. Siga usted esos hilos, porque por ahí va la cosa... 

Goya: "El sueño de la razón produce monstruos". La razón no puede permitirse echar una siestecita ni dormirse en sus laureles... Ni taparse la cara (y la boca) cuando interesa cancelar la crítica. [Dedicado al feminismo español, al PSOE, IU y demás pseudo-progres de la Historia].

NOTA AÑADIDA:

Con posterioridad a la publicación de este post, el 3 de marzo de 2015 se ha publicado en prensa que el Proyecto de Estatuto de las Víctimas de Delito que ha presentado el PP y que se está tramitando prevé que las denunciantes de violencia de género deberán devolver el dinero recibido en calidad de supuestas víctimas en el caso de que el acusado sea declarado absuelto o haya un sobreseimiento libre del caso.