domingo, 28 de diciembre de 2014

El PP amplía la 'ley mordaza' aliado con el lobby feminista

 
La Inquisición, la censura y la caza de brujos del siglo XXI

El Partido Popular (PP), autor de la reciente ley mordaza en España, se ha aliado con el lobby feminista para impedir la crítica a los dogmas de esta secta mediante el Código Penal. La distancia entre la delictiva apología del machismo y la simple crítica a los dogmas del lobby feminista será tan difusa que la libertad de expresión está herida de muerte. Extraigo unos párrafos de la noticia publicada por EL MUNDO acerca de las intenciones del Gobierno:
  • El artículo 510 del Código Penal especifica que la prisión o las multas "se impondrán en su mitad superior" cuando la apología circule "a través de un medio de comunicación social, por internet o por tecnologías de la información". E insta a "la destrucción, borrado o inutilización de los libros, archivos, documentos o artículos" y "la retirada de los contenidos", algo que apunta no sólo a los particulares y sus redes sociales, sino al periodismo.
¿No es eso una amenaza a la libertad de expresión? ¿Debo abandonar este blog? ¿Debo borrar algunos contenidos? ¿Debo solicitar que alguna experta o experto en violencia de género lo examine para ver si paso los mínimos de corrección política? ¿O quizá lo más aconsejable es que elimine el blog y su rastro como si nunca hubiera existido, al más puro estilo de lo que George Orwell describía en 1984? Ah, que usted cree que sólo deben temer algo quienes efectivamente ejecutan ataques a las mujeres por razones de género y no quienes simplemente ejerzan su derecho a la crítica mediante el libre uso de la racionalidad, en este caso denunciando lo que entienden como excesos ideológicos del lobby feminista español y de los medios de comunicación y los partidos políticos que apoyan a ese lobby ciega e interesadamente. Pues bien, lean esto otro, extraído también del mismo artículo de EL MUNDO:
  • Marta González (PP) tira de casuística: "Algunas asociaciones de padres presuntamente separados escriben que las denuncias en España son falsas [un 0,020%, según la Fiscalía del Estado] y que las mujeres denuncian para quedarse con todo. Esos grupos alimentaron a Toni Cantó, que trasladó sus argumentos sin contrastarlos. Con la enmienda, inspiradores como ellos podrán ser sancionados".
  • Escrito en el twitter del diputado de UPyD Toni Cantó, quien luego se retractó: "¿Sabían que la UE paga 3.200 euros por cada denuncia por malos tratos? Desde 2004 nos han entrado así 2.080.000.000 euros. ¿Qué Gobierno renuncia a eso?". Quizá en unos meses comillas como éstas sean consideradas delito. Delito de apología. Delito de apología de la violencia de género.
  • Si la pugna política no lo impide, a partir de ahora se penarán con prisión o multa la justificación o el enaltecimiento de delitos, la humillación o el menosprecio, la incitación o promoción al odio, el favorecimiento de un clima de hostilidad o la producción de material que dé lugar a esas conductas... por razón de género. "Se trata de incluir cualquiera de esas conductas que suponga violencia de género en un sentido amplio, entendida como violencia contra la mujer, por el hecho de ser mujer, como marca la ONU", argumenta Blanca Hernández, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género (Ministerio de Sanidad), una de las autoras intelectuales de la enmienda. 
Por mi parte, mantengo mis críticas al lobby feminista en los puntos en que las emito, también mantengo mis opiniones en lo relativo a las polémicas declaraciones de Toni Cantó explícitamente aludidas en este artículo de EL MUNDO y, por supuesto, mantengo mis denuncias en lo concerniente a las injusticias que se producen como consecuencia de la legislación vigente en España. Precisamente hoy, día de los Santos Inocentes, se cumplen 10 años desde la aprobación en España de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que ha provocado una miríada de injusticias de las que los promotores de estas actitudes inquisitoriales nunca han querido oir hablar... Ni quieren. De ahí la mordaza que ahora esgrimen contra quien no se calla.

Considero injurioso y, desde este momento, también una calumnia que alguien se permita sugerir que mis argumentaciones suponen una apología de la violencia de género, sea ésta entendida en sentido amplio o en sentido restringido. E invito a quienes justifican la medida inquisidora que promueve el Gobierno del PP y a quienes la apoyan desde la izquierda política a que revisen su concepto de 'progresismo'. Ese concepto debe estar al servicio del espíritu crítico en todo momento, y no sólo para deslegitimar ideologías opuestas a la propia. Los latigazos y la cárcel con que se castiga a los activistas críticos con el Islam en las monarquías de la península Arábiga no son los únicos sistemas de censura que merecen ser denunciados en el presente. No sean ustedes cómplices de uno de ellos.


Les dejo con la noticia publicada hoy por EL MUNDO:




IGUALDAD. Cárcel y multa de uno a cuatro años

Incitar a la violencia de género será delito con pena de cárcel

  • El Gobierno enmendará el artículo 510 del Código Penal para castigar la apología machista

  • La condena será prisión de 1 a 4 años o más si se incita al maltrato por las redes sociales


Imagen de la camiseta promocional de una discoteca en Palma de...
Imagen de la camiseta promocional de una discoteca en Palma de Mallorca. EL MUNDO

Actualizado: 28/12/2014

Incitar a la violencia de género estará perseguido con penas de cárcel. Así lo tiene previsto el Gobierno, que modificará la legislación para castigar la apología machista con privación de libertad.
El Grupo Parlamentario Popular acaba de incluir una enmienda en la próxima reforma del Código Penal para que se castigue con "prisión de uno a cuatro años" y "multa de seis a 12 meses" a quien "fomente, promueva o incite directa o indirectamente" o "distribuya, difunda o venda escritos" contra un grupo o una persona "por razones de género".
La expresión también se refiere a los ataques por homofobia o contra la identidad de género (transexuales), pero recoge parte de las críticas de ONG y colectivos (piden una inclusión explícita) que llevan mucho tiempo advirtiendo de que la reforma iniciada por el ex ministro Alberto Ruiz-Gallardón no sanciona la justificación de la violencia machista.
Tras meses de insistencia del Ministerio de Sanidad e Igualdad alde Justicia, el Grupo Popular ha añadido hace sólo unos días las "razones de género" al puñado de motivos de discriminación que engloba el artículo 510 del Código Penal.
Leído en el twitter de un policía local de Aljaraque (Huelva): "Las rosas que más me gusta regalar vienen en forma de látigo. El truco está en escucharlas como psicólogo y follártelas como si te estuviesen pagando".
Visto en las camisetas promocionales de la discoteca Oberbayern (Mallorca): una viñeta con las figuras de un hombre y una mujer sobre la inscripción "problem" y al lado otra imagen donde la mujer ha sido derribada de un golpe por el hombre con la leyenda "no problem".
Escrito en el twitter del diputado de UPyD Toni Cantó, quien luego se retractó: "¿Sabían que la UE paga 3.200 euros por cada denuncia por malos tratos? Desde 2004 nos han entrado así 2.080.000.000 euros. ¿Qué Gobierno renuncia a eso?".
Quizá en unos meses comillas como éstas sean consideradas delito.Delito de apología. Delito de apología de la violencia de género.
Si la pugna política no lo impide, a partir de ahora se penarán con prisión o multa la justificación o el enaltecimiento de delitos, la humillación o el menosprecio, la incitación o promoción al odio, el favorecimiento de un clima de hostilidad o la producción de material que dé lugar a esas conductas... por razón de género. "Se trata de incluir cualquiera de esas conductas que suponga violencia de género en un sentido amplio, entendida como violencia contra la mujer, por el hecho de ser mujer, como marca la ONU", argumenta Blanca Hernández, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género (Ministerio de Sanidad), una de las autoras intelectuales de la enmienda.
Tuit de Deulofail denunciado ante la Policía por otro usuario: "Lo q espero es q a la puta q les denunció falsamente la violen de verdad".
Hasta la enmienda, el artículo 510 del Código Penal castigaba la violencia por racismo, antisemitismo, religión, creencias, situación familiar, etnia, raza, nación, origen nacional, sexo, orientación o identidad sexual, enfermedad o discapacidad. Ahora, en la lista están también "razones de género".
"Una cosa es el sexo y otra el género. Aunque no se refiere sólo a violencia de género, porque también abarca la homofobia o los prejuicios culturales sobre la construcción de cada género, la modificación habla, sin duda, de la violencia sobre la mujer. Y va un paso más allá de lo que había en la ley española y de lo que pedía la Decisión Marco de la UE contra el racismo y la xenofobia, que no incluía el género". Es Marta González, portavoz del PP en la Comisión de Igualdad del Congreso y redactora de la enmienda número 869.
Oído al experto en el Corán Malik Ibn Benasia en una mezquita de Ceuta: "Las mujeres musulmanas no deben salir a la calle más que con las manos y el óvalo de la cara descubiertos y no utilizar vaqueros, zapatos de tacón o perfume para no ser consideradas unas fornicadoras".
La maternidad popular -con su mayoría parlamentaria- de la enmienda hace prever que el recorrido político de la reforma del Código mantenga las "razones de género" entre los motivos penales. "Aunque dependerá de la forma en que los tribunales apliquen el precepto, la enmienda cubre una laguna de nuestro ordenamiento. Estas conductas ya no deben quedar impunes", sostiene Blanca Hernández. Su equipo y la propia Ana Mato (Sanidad) llevaron la idea a aquella reunión del 7 de abril a tres bandas ministeriales con Gallardón (Justicia) y Jorge Fernández (Interior), una cumbre urgida tras una cascada de asesinatos machistas en apenas tres días.
Hernández razona que, además de aquella cita política, la modificación tiene tres orígenes: jurídico, social y ético. "Es acorde con el convenio de Estambul, ratificado por España, que habla de la violencia por razón de género como aquella que sufren las mujeres por ser tales. Hemos visto actitudes y márketing atentatorios contra la dignidad de las mujeres y que, de alguna forma, incitaban a la violencia sobre ellas, como el de la discoteca de Mallorca. Y una sociedad que busca erradicar la violencia contra la mujer no puede permitir expresiones tan graves contra ellas, ni normalizarlas".
... Canción de Malú marcada como apología de la violencia machista por Mujeres para la Salud: "Aunque liberada, soy tu rehén (...) dispuesta a hacer todo a tu voluntad (...) Toda, entera y tuya, / toda, aunque mi vida corra peligro"...
El artículo 510 del Código Penal especifica que la prisión o las multas "se impondrán en su mitad superior" cuando la apología circule "a través de un medio de comunicación social, por internet o por tecnologías de la información". E insta a "la destrucción, borrado o inutilización de los libros, archivos, documentos o artículos" y "la retirada de los contenidos", algo que apunta no sólo a los particulares y sus redes sociales, sino al periodismo.
Marta González tira de casuística: "Algunas asociaciones de padres presuntamente separados escriben que las denuncias en España son falsas [un 0,020%, según la Fiscalía del Estado] y que las mujeres denuncian para quedarse con todo. Esos grupos alimentaron a Toni Cantó, que trasladó sus argumentos sin contrastarlos. Con la enmienda, inspiradores como ellos podrán ser sancionados".
A 19 de diciembre (última fecha recogida por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), 51 mujeres perdieron la vida en 2014 por violencia machista, de las que sólo 16 habían presentado denuncia. En 2013 hubo 54 asesinadas.
... Colgado el 10 de diciembre en el Twitter de Mereces saberlo! y retuiteado por Hombres Maltratados: "Desde 2011, más de 6 de cada 8 [se refieren a mujeres], cobran RAI [Renta Activa de Inserción, la ayuda a quienes están en el umbral de la pobreza] tras denunciar VG, siendo inocente el denunciado"...

Ese mismo periódico publicó un día antes un editorial felicitándose por la medida prevista por el Gobierno:





EDITORIAL

Nuevo cerco legal al machismo

Actualizado: 27/12/2014

EL GOBIERNO de Mariano Rajoy quiere tipificar como delito, penado incluso con la cárcel, la incitación, justificación y difusión de la violencia de género. El Grupo Parlamentario Popular ha añadido una enmienda en la próxima reforma del Código Penal para que quien haga apología machista pueda ser castigado con pena de prisión de entre uno y cuatro años y una multa de seis a 12 meses. Es una propuesta acertada que el resto de partidos políticos deberían secundar.
El actual Código Penal no incluye las «razones de género» -las expresiones de vejación y menosprecio a la mujer-, como una causa de discriminación, cuando sí lo son las difamaciones por religión, racismo o identidad sexual, por señalar algunos ejemplos. Con la reforma se pondría fin a una laguna legal que ahora permite justificar la incitación a la violencia de género sin que ello conlleve ninguna responsabilidad penal.
La enmienda hace especial hincapié en que la condena será mayor si se humilla, menosprecia o incita al maltrato sirviéndose de internet: una manera de adaptar el marco penal a las nuevas tecnologías. Como se ve en reiteradas ocasiones, las redes sociales son un nido de amenazas y barbaridades machistas que muchos usuarios lanzan a sabiendas de su impunidad, porque internet permite el anonimato.
Las redes sociales se han convertido en un preocupante altavoz de este tipo de apología. Los usuarios son en su mayoría jóvenes, lo que evidencia, además, una grave deficiencia en la sociedad, que parece incapaz de frenar esta lacra incluso en las nuevas generaciones. Seguir concienciando a la sociedad de lo dañino de la violencia de género es una necesidad y una tarea que debe empezar en las familias y continuar en los colegios.
Este año acaba con la misma herencia negra que el pasado, 51 mujeres asesinadas a 19 de diciembre por 54 en todo 2013. Hace tan sólo unos días insistíamos en la sensación de abandono que pueden llegar a experimentar las víctimas, que observan cómo ahora es muy difícil perseguir la justificación de la violencia de género. Si se empieza a sitiar a aquellos que también atacan verbalmente a las mujeres y no sólo a quienes cometen los actos se sentirán mejor protegidas por el Estado. No cabe duda de que incluir esta enmienda del Código Penal es un paso adelante en ese sentido.


El 5 de noviembre de 2006 este mismo periódico publicaba un editorial muy diferente. Se titulaba Polémica Ley de Violencia de Género. Ignoro los motivos por los que ahora piensan que sus propias opiniones anteriores deberían ser hoy probablemente calificadas de delictivas... Pero ése es su problema, no el mío. Eso sí, quizá este problema esté relacionado con otro que también es suyo: la escasez de ingresos en los medios de comunicación en general y su dependencia de las subvenciones.



martes, 9 de diciembre de 2014

Los varones también crían hijos


Este artículo de EL PAÍS introduce el paternalista ('maternalista') tópico habitual:
  • Si las mujeres han dado pasos de gigante, se han incorporado al mundo del trabajo y han ganado en libertades, los hombres a menudo viven los cambios con cierto desconcierto, a remolque, sin tener muy claro el lugar que quieren ocupar en el nuevo reparto.
Por mi parte, tengo perfectamente claro "el lugar que quiero ocupar". Otra cosa es que el sistema económico, y por tanto la sociedad civil y la política, vayan mucho más despacio en lo que se refiere a desactivar los roles del género masculino que los del femenino. Y ésa es una tarea de los hombres (y las mujeres) de hoy. Porque las mujeres no están menos "desconcertadas" que los varones respecto a los roles del género masculino... Claro que pocas mujeres lo reconocen. Algunas creen tener las ideas claras al respecto (así lo aseguran), pero en realidad desean una cosa ahora y la contraria a los diez minutos... Obviamente sus caprichos no son (ni pueden ser) un referente de conducta para nadie. Ni siquiera para los hombres... Los referentes de conducta son los valores, y esos se dilucidan en el debate público. Sin paternalismos (ni 'maternalismos'). Y sin la dirección de la secta feminazi de guardia. Con libertad. ¿"Desconcierto de los hombres"? No me hagan reir...

Ellos también crían

Grupos de hombres con hijos exploran cómo ganar protagonismo en la paternidad y cómo redefinir los roles de género en la pareja

Madrid 4 DIC 2014 

Sentada la pareja en la consulta, la pediatra mira a la madre para explicarle cómo debe suministrar el antibiótico al pequeño. Cuando el profesor les cuenta cómo va el niño, ella es también el blanco de las miradas. Si salen a comprar ropa de bebé, la opinión de él no cuenta.
Estas situaciones ilustran dinámicas sociales y familiares contra las que una creciente minoría de hombres comienza a rebelarse. Cada vez más padres se encuentran incómodos en el papel de actores secundarios en la crianza de sus hijos. Quieren dejar de ser ayudantes de unas madres todopoderosas a las que se les atribuye el don innato de criar. No quieren ayudar, quieren compartir decisiones, emociones y trabajo doméstico a partes iguales. Quieren ser padres mucho más presentes. Este magma de reflexiones y frustraciones es el que ronda las cabezas de los nuevos padres, hombres que se juntan por toda España para explorar otras formas de ejercer la paternidad, distintas de las que aprendieron de sus padres.
A última hora de la tarde, media docena de padres se deja caer por La cocinita de Chamberí, una tienda de alimentación infantil de Madrid en la que se reúnen cada 15 días. Raúl Fernández, asiduo desde hace nueve meses explica su porqué: “Quiero vivir la paternidad de un modo más intenso que mi padre. Ellos lo hicieron lo mejor que pudieron, pero nosotros lo queremos hacer de otra manera. No nos gusta el rol de padre macho ni autoritario; buscamos la autoridad por otras vías, con más afecto”, explica Fernández, trabajador de una empresa de telefonía móvil con una niña de cinco años. Luego llegan Fernando —padre de dobles mellizos—, Abraham, Chema y el resto del grupo, al que han llamado Si los hombres hablaran. En este espacio comparten dudas, frustraciones, consejos y encuentran refugio entre unos iguales que nadan a contracorriente en una sociedad en la que la mayoría de los hombres no acaba de participar plenamente en la crianza de los hijos.
Si las mujeres han dado pasos de gigante, se han incorporado al m trabajo y han ganado en libertades, los hombres a menudo viven los cambios con cierto desconcierto, a remolque, sin tener muy claro el lugar que quieren ocupar en el nuevo reparto. “Ante estos cambios, el hombre moderno intenta reubicarse y buscar un nuevo espacio, pero resulta muy complejo y, con frecuencia, se encuentra perdido”, escribe Ramón soler, coautor de Una nueva paternidad (Pedagogía Blanca).
En la crianza, el cambio definitivo queda aún muy lejos. Ellas son por ejemplo, las que mayoritariamente solicitan la prestación por maternidad, a pesar de que el padre puede compartirla si quiere. Apenas 3.771 hombres disfrutaron de ese permiso frente a 206.884 madres de enero a septiembre de este año, según datos de la Seguridad Social. Es decir, los padres que se acogieron a prestaciones más allá de los 15 días de paternidad suman el 1,7% del total de permisos. Algo parecido sucede con las excedencias por cuidado de un familiar, de las que solo el 7,7% las solicitaron hombres. Ellas son también mayoritariamente las que se reducen la jornada, las que se ausentan del trabajo cuando el niño está enfermo o las que le llevan al dentista. Es cierto que cada vez se ve a más hombres en los parques y en las reuniones escolares, pero son aún casi la excepción. “Para que la sociedad realmente cambie, resulta ineludible definir y delimitar el papel del nuevo padre”, apunta Soler.
Madrid, Barcelona, Alicante o Pamplona son algunas de las ciudades en las que funcionan grupos de crianza de hombres. “Es una explosión”, señala Javier Domingo, el psicólogo que el año pasado puso en pie Si los hombres hablaran. “Y crecerán, porque detectamos mucho interés. Los hombres no suelen hablar de lo que les pasa como padres, mientras que para las mujeres es más fácil compartir preocupaciones con las amigas, la familia o los grupos de lactancia”.
Como psicólogo, Domingo se topa a menudo con parejas en crisis cuyas relaciones se agrietan con la llegada de los niños y en las que el difícil ajuste de reparto de roles no acaba de producirse. “Muchos hombres nunca han tenido que cuidar a nadie”, explica. “Cuando tienen hijos son frecuentes dos tipos de comportamientos. Por un lado, la evasión: se quedan en el trabajo hasta que los niños están bañados, se entregan al running, al Candy crush o se apuntan a webs de contactos. Por otro lado, se someten a los dictados de su pareja, que decide cómo se cría al niño, y se frustran, porque se sienten permanentemente juzgados”. El grupo de Domingo se mira en un espejo llamado The good man Project, cuyos creadores definen como “una conversación internacional sobre lo que significa ser un hombre en el siglo XXI” para tratar de “comprender su papel en un mundo en pleno cambio”.

Los padres que se acogieron a prestaciones más allá de los 15 días de paternidad suman el 1,8% del total de permisos

A ese cambio le dan también vueltas en El Arenero, un grupo nacido hace mes y medio en Madrid. Andrés Muñoz está detrás de la iniciativa. Su motivación nació de una reflexión sobre las relaciones afectivas entre padre e hijo: “Quería encontrar mi manera de relacionarme con mi hijo, sin reproducir los roles que había aprendido. Los hombres desarrollamos mucho lo racional, pero menos los sentimientos. Yo no quería ser el duro, el que castigaba, y su madre la que le consolara. No me apetecía ese papel”. Muñoz buscó libros de autoayuda sobre crianza, pero vio que sobre todo estaban dirigidos a mujeres y optó por montar su grupo. “La receptividad ha sido brutal”, dice. “Hay mucha necesidad de hablar y de cuestionar”. Al Arenero los hombres van con sus hijos, porque creen que de lo contrario la actividad supondría una carga más para la madre.
El reparto de las tareas en casa es uno de los temas estrella en este y otros grupos. A estas alturas. Sí, porque incluso en los universos domésticos más igualitarios, la llegada de los niños desbarata cualquier equilibrio de género posible. Lo certifica Leandro Carmona, coordinador de La Tribu, un grupo de Barcelona. “Los padres que vienen se plantean una distribución más equitativa de las tareas. Quieren responsabilizarse más allá de llevar el salario, pero no siempre es fácil. A veces, las mujeres no quieren perder su exclusividad, que es toda una identidad”.
Ese es otro de los grandes temas del debate de los nuevos padres. Alejandro Busto, psicólogo y fundador de El diván de Peter Pan disiente de Carmona. Para él, el latiguillo de que las mujeres no ceden espacio corre el riesgo de convertirse en coartada. “Hay parte de inseguridad en los hombres, pero también comodidad. Cuando tú quieres ser parte, eres parte. Si desde el principio te implicas, lees desde el embarazo, participarás”. Aún así, Busto piensa que el entorno sociolaboral está plagado de prejuicios sobre el papel de los padres. “Lo que está claro es que cuando nos apetece ser parte de esta historia, los hombres lo tenemos más complicado”.

La papesfera despega

La Red es un buen espejo de la mutación que átraviesan los llamados nuevos padres. Al boom de tuiteras y blogueras sobre asutnos de crianza -desde el blog de qué bonito es mi niño, pasando por el de qúe agotada estoy o la conciliación es poco más que un mito- le ha seguido su némesis en versión paternal. Aunque hay muchísimos menos, en España hay ya decenas de iniciativas en Internet dedicadas a la crianza y diseñadas por y para padres (hombres).
Armando Bastida es padre, enfermero y un bloguero con mucho tirón. “Este es un momento en el que estamos rompiendo con la educación que recibimos de pequeños. Muchos padres no quieren repetir la educación autoritaria que recibieron y buscan otro camino”, cuenta por teléfono desde Cataluña mientras cambia el pañal a uno de sus hijos que gimotea al fondo.
“Cada vez veo más padres implicados. En las charlas, cada vez vienen más y cuelgan más comentarios en mi blog”. Lo abrió hace ya ocho años, al poco de nacer uno de sus hijos. Fue entonces cuando sintió la necesidad de expresar lo que iba viviendo, lo que le iba pasando. Desde entonces, ha escrito más de 2.500 entradas dedicadas a la crianza.
Las vivencias de padre primerizo y la incomprensión de una sociedad en la que no acaban de cuajar los nuevos modelos de paternidad son los grandes temas de la que ya se conoce como papaesfera. Relató con humor algunos de esos econtronazos con el mundo real Enric Bastardas, otro ciberpadre, durante la presentación de #papiconcilia, una iniciativa que pelea por horarios de conciliación para padres que trabajan y que aspiran a llegar a casa antes de que sus hijos estén ya en la cama. “Despierto a mi hijo, le doy el desayuno, le visto, le monto en el carrito y salimos a la calle a pasear. Una señora se para a mirarnos y le dice al bebé: ‘Ay hijo cómo te ha abrigado tu madre”. Es lo que Bastardas llama con cierta sorna las abuelas sin fronteras, espontáneas de la vida, propensas a ofrecer consejos no solicitados y considerar a los hombres incapaces de criar a sus propios hijos.

Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2014/12/04/actualidad/1417690549_128325.html