1. La "violencia de control" puede ser violencia machista. Pero no deben ser identificadas, pues la primera es una clase de
violencia que ejercen también las mujeres contra su pareja masculina.
¿En qué proporción se da entre los jóvenes? ¿Cuántos "consideran
inevitable o aceptable en algunas circunstancias controlar los horarios
de sus parejas [masculinas], impedir que vean a sus familias o amistades
o decirles lo que pueden o no pueden hacer?". Sólo un estudio al respecto
puede hacer significativo el estudio que se ha presentado sobre la "violencia machista".
2. ¿Cuantos jóvenes, de ambos sexos, siguen creyendo que los chicos deben
proteger a su pareja femenina? En particular, ¿cuántas chicas lo creen
así? ¿Cuántos varones y mujeres de cualquier edad? Esta pregunta es
inseparable de la pregunta sobre si los españoles y las españolas creen
que es "normal" que los varones controlen a su pareja femenina. Porque
sólo si se responde que "no" es un "deber" de los chicos proteger a su
pareja femenina (como no lo es para las chicas respecto de su pareja
masculina) tiene sentido esperar que sea "anormal" que los chicos traten de controlar a su pareja femenina, o que las chicas sean sumisas con su pareja. Los celos pueden propiciar las conductas de control tanto en chicos como en chicas, pero ellos tienen una motivación
extra para ese deseo de control porque la sociedad machista pone sobre
ellos una responsabilidad que hoy se oculta hipócritamente y que es
necesario eliminar. A menos, claro, que se desee permanecer en el
machismo social limitándose a culpabilizar a los 'individuos' de sexo
masculino. O al sexo masculino en su conjunto. El machismo es una
construcción social... Hoy se dan en Occidente las circunstancias económicas que favorecen e impulsan la independencia económica de las mujeres. Y el Estado tiene el monopolio de la violencia. Hacen falta menos gimnasios para esculpir músculos y más
valores ciudadanos. ¡Ah! Y menos estadísticas para manipular al personal.
Una de cada tres jóvenes considera aceptable que su pareja la controle
Los españoles menores de 30 años son menos críticos con las conductas machistas
El 33% de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años, es decir, uno
de cada tres, considera inevitable o aceptable en algunas circunstancias
controlar los horarios de sus parejas, impedir que vean a sus familias o
amistades, no permitirles que trabajen o estudien o decirles lo que
pueden o no pueden hacer. Es la conclusión más llamativa de un estudio
elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) por
encargo del Ministerio de Sanidad para conocer cómo perciben la
violencia de género los adolescentes y jóvenes, continuación de otro similar realizado el año pasado con personas de todas las edades.
Si se comparan los resultados de ambos trabajos, la conclusión es aún
más preocupante, pues los jóvenes son menos críticos que los mayores con
este tipo de actitudes machistas dentro de las parejas: el 32% de las
chicas las toleran frente al 29% de la población femenina general,
mientras que el 34% de los chicos las consideran aceptables, cuatro
puntos más que el conjunto de hombres de todas las edades.
Según ha precisado la socióloga Verónica de Miguel, coordinadora del
estudio, el estudio demuestra que una buena parte de los jóvenes,
incluso en mayor proporción que la población en general, no son capaces
de identificar determinadas formas de violencia machista. "Rechazan en
mayor medida las agresiones físicas, pero no la violencia de control,
que también debe considerarse violencia de género", ha advertido.
Con estos datos en la mano, la secretaria de Estado de Servicios
Sociales e Igualdad, Susana Camarero, ha admitido que "debemos estar
especialmente preocupados por esta tolerancia de los jóvenes ante este
tipo de violencia, que puede anticipar otras más graves de maltrato". De
hecho, Camarero ha recordado un estudio de 2013 sobre ciberacoso
que ya advertía del problema. "El 60% reconoció haber recibido mensajes
con insultos machistas de su pareja. Y el 73,3% de los adolescentes han
aprendido de algún adulto el mensaje de que los celos son una expresión de amor", ha subrayado.
La secretaria de Estado ha anunciado que el Ministerio de Sanidad va a
poner en marcha este año dos nuevas campañas de sensibilización, una de
ellas dedicada especialmente a los jóvenes. "Vamos a incidir en este
tipo de acciones porque la experiencia nos ha demostrado que funcionan.
En el mes siguiente al lanzamiento de la campaña que lanzamos en noviembre,
también dirigida a este colectivo, aumentó considerablemene el número
de llamadas de jóvenes al teléfono de ayuda 016, y también de madres que
detectaron ese peligro en sus hijas", ha explicado.
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