http://www.youtube.com/watch?v=Hq168qmk1Cw
Imaginen una broma semejante a la de este vídeo donde el novio descargase unos pedos en la cara de su novia. Ahora busquen esa broma en Youtube... Y si la encuentran, me avisan.
Los pedos dirigidos a una mujer por parte de su pareja son cosa seria... Si ella se lo toma mal, puede incluso denunciar el hecho ante los tribunales especiales de justicia, para los que en España ello constituye un delito de "violencia de género". No es una broma, no... Qué duda cabe que ese acto constituye un atentado contra el honor (femenino), ¿verdad? Eso sí, no se preocupen por la imposibilidad de presentar pruebas, dada la volatilidad del arma. No es necesario... Tampoco ha de probarse en este caso la intencionalidad del acusado al lanzar el supuesto proyectil... Como es sabido, basta la declaración de la denunciante, pues ha de evitarse que el hombre le tire pedos a la mujer impunemente en la intimidad del hogar, donde no hay testigos. Lo cual no deja de ser un rasgo característico de la violencia de género, como apostillarían sin duda los expertos.
Soltar una ventosidad ante su pareja [femenina] es violencia de género
Lunes, 03 de Septiembre de 2012. mercadodedinero.es. Redacción. Madrid
El Juzgado de Violencia de Género nº 1 de Valencia ha condenado a un mes de multa a un hombre que, en una discusión con su pareja, soltó una “ruidosa ventosidad”, según consta en la sentencia, lo que, según el Juez, constituye “una actitud de menosprecio que lesionó la dignidad de la denunciante además de menoscabar su autoestima y honor”.
Así, la incontinencia gaseosa se incorpora al largo catálogo de acciones punibles en los llamados delitos contra la violencia de género. Esta vez en el capítulo de violencia psicológica al no existir malos tratos físicos ni de palabra, a decir de los expertos en la materia.
Los hechos que ha condenado el juez tuvieron lugar en el transcurso de una discusión entre la denunciante y su marido. Éste decidió cortar lo que podía ir mas lejos dándose la vuelta y dejando con la palabra en la boca a su mujer. Eso sí, cuando se alejaba, se le escapó una fuerte ventosidad que la esposa interpretó como un insulto dirigido hacia ella.
No lo pensó dos veces. Se fue al juzgado de Violencia de Género de Valencia y denunció los hechos como constitutivos de un supuesto delito contra su dignidad.
La demanda fue admitida a trámite y dio lugar a un juicio contra el marido por una supuesta falta de injurias.
Tras la vista oral, el juez dictó sentencia en la que da la razón a la mujer al considerar que, con esa actitud, el denunciado había menoscabado su honor.
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