En 2010, para tratar de justificar la sexista Ley Integral contra la Violencia de Género (LIVG) y sus medidas de discriminación "positiva", es decir, de desigualdad legal "positiva" (hacia la igualdad "real"), que señalan al machismo como causa de todos los casos de maltrato, en el grado que sea, que pueda sufrir una mujer a manos de su pareja masculina, se extendió una campaña desde el lobby feminista que decía así: "Para combatir la violencia de género hay que promocionar la igualdad" (fotografía de la derecha, arriba). Se refieren a la igualdad "real" (como la llaman, aunque sea sólo imaginaria), pues la igualdad legal es lo que tratan de justificar que no se respete, promoviendo desigualdades legales muy "reales", éstas sí...
¿Recuerdan la campaña? Yo sí la recuerdo. De hecho, en seguida se puso en circulación la respuesta: "Para promocionar la igualdad hay que derogar la Ley de Violencia de Género" (fotografía de la izquierda, arriba).
Aquella campaña feminista, que ridículamente acusaba (como es habitual) a los críticos de la LIVG de ser de "derechas" (hace falta ser zafio para creer que quien exige igualdad ante la ley ha de ser necesariamente de "derechas") aún puede rastrearse en internet, y aparece en páginas como éstas:
Etc, etc, etc...
Pues bien. Hoy, 24 de noviembre de 2011, nos encontramos en EL PAÍS, ese periódico que actúa como difusor de cualquier ocurrencia que surja en el lobby feminista (incluso cuando se trata de ideología estrictamente sexista y sectaria), con un titular en la misma línea: un titular que señala al machismo como causa de todos los casos de violencia que sufran mujeres en el ámbito de la pareja. Por eso en su titular hablan directamente de "violencia machista": "2.700 ideas contra la violencia machista" (pincha).
La noticia nos cuenta en su interior que se ha celebrado un concurso de carteles (a cualquier cosa llama "ideas" EL PAÍS) para denunciar el problema de la violencia "contra las mujeres". Puede uno preguntarse por qué hay que denunciar el problema de la violencia contra las mujeres y no el problema de la violencia que padecen hombres (¿o es que los hombres padecen la violencia en menor grado que las mujeres?). Pero entonces suele decirse que la violencia contra las mujeres de la que se habla tiene causas muy específicas. Es la violencia causada por el machismo.
Ya hemos señalado miles (sin exagerar) de veces que es una aberración intelectual y moral afirmar que TODOS LOS CASOS de violencia (en el grado que sea) que padece una mujer a manos de su pareja masculina tengan como causa el machismo... Pero la LIVG lo ha establecido así y parece que el sectarismo del lobby femnista le impide bajarse de esa burra. Bien (habrá que bajarlas). De ese modo, identifican "violencia contra las mujeres" con "violencia machista" o, como la llaman de un modo más académico, "violencia de género". Y se refieren con ese nombre a todos los casos... A TODOS. En ocasiones, sobre todo si se sale de España y se visita Europa o EE.UU, se llama violencia de género a la que sufre una mujer por razones de evidente machismo, sea dentro de la pareja o no (trata de mujeres en la prostitución, violaciones, acoso sexual, etc). Pero en España la LIVG ha establecido que la "violencia de género" es la sufrida por la mujer en la pareja, y que siempre (siempre) se debe al machismo... Pero, ¿por qué ese empeño en considerar que todos los casos, todos...se deben al machismo?
Está claro por qué: porque es el modo de justificar lo injustificable; es el modo de tratar de un modo distinto a hombres y mujeres (discriminación ante la ley por razón de sexo) en muchos ámbitos de la sociedad, incluido el Código Penal: la violencia sufrida por la mujer en pareja es legalmente diferente de la sufrida por el hombre en pareja. No sería justificable una desigualdad legal abiertamente basada en el sexo, así que se busca una justificación apelando a las causas culturales "machistas" que explicarían TODOS los casos de violencia hacia la mujer en la pareja. Colocan a la violencia (tan llamativa) en primer plano, explican que es debida al machismo y esperan que así pase desapercibida la discriminación por razón de sexo. En el Código Penal y, naturalmente, una vez logrado en ese ámbito, también en cualquier otro.
Fíjense que esa generalización estúpida ("todos" los casos se deben al machismo) es innecesaria para combatir la violencia machista (pincha), pues bastaría con penalizar de un modo más grave los casos en los que se pruebe que efectivamente el machismo es la causa de la violencia (como ocurre con el agravante por "racismo"). Pero si no se hace así y se sostiene esa generalización estúpida es porque se quiere dar un tratamiento distinto a la violencia padecida por la mujer del que se da a la violencia padecida por el varón (mujer y varón son categorías de sexo, no de género) en todos los casos. Y quiere hacerse sin afirmar el sexismo de la ley abiertamente, por más que sea clamoroso... A los ciudadanos, al parecer, sólo nos queda aceptar que lo que es negro, es blanco. Porque lo dice la LIVG. ¿Y a qué se debe ese empeño por imponer una desigualdad ante la ley? Para trepar... Sí. Son cosas del lobby feminista en la defensa de sus intereses (a costa de derechos fundamentales de los varones), que en este punto coinciden con los intereses del capital: hablamos de muchos millones de nuevas consumidoras... La mujer ya no cumple un papel esencialmente reproductor (innecesario) en nuestro sistema económico, y es como prestadora de servicios y consumidora donde se la está situando. A empujones.
Los que ordenan este sistema económico neoliberal están encantados de ver que las feministas (y la izquierda política) hablan de "machismo", pues de esa manera el sistema desaparece de la escena (no es criticado) y son los varones en general, los padres y las parejas masculinas de las mujeres quienes son señalados como culpables de las desigualdades que provoca el sistema entre los seres humanos y de la violencia que ello trae como consecuencia. Los varones son hoy señalados como culpables de las guerras, de las desigualdades en el mundo, de la violencia en las familias... Ese discurso sexista, misándrico y andrófobo del feminismo le viene al sistema de perlas. Por eso lo subvenciona millonariamente. Divide a los seres humanos en sexos enfrentados, deshace vínculos familiares, atomiza a los individuos... Y es así como el sistema quiere a los individuos: atomizados y enfrentados (aislados, competitivos, consumidores y distraídos).
Los que ordenan este sistema económico neoliberal están encantados de ver que las feministas (y la izquierda política) hablan de "machismo", pues de esa manera el sistema desaparece de la escena (no es criticado) y son los varones en general, los padres y las parejas masculinas de las mujeres quienes son señalados como culpables de las desigualdades que provoca el sistema entre los seres humanos y de la violencia que ello trae como consecuencia. Los varones son hoy señalados como culpables de las guerras, de las desigualdades en el mundo, de la violencia en las familias... Ese discurso sexista, misándrico y andrófobo del feminismo le viene al sistema de perlas. Por eso lo subvenciona millonariamente. Divide a los seres humanos en sexos enfrentados, deshace vínculos familiares, atomiza a los individuos... Y es así como el sistema quiere a los individuos: atomizados y enfrentados (aislados, competitivos, consumidores y distraídos).
Pero volvamos ahora al concurso de "ideas" (carteles) de la noticia de EL PAÍS. La ganadora ha sido una diseñadora danesa llamada Trine Sejthen, quien afirma: "Quiero que la gente piense que esta mujer podría ser cualquiera, no se puede saber si es rica o pobre, podría ser tu hermana, una amiga o alguien que se sienta a tu lado en el autobús".
Y entonces EL PAÍS afirma esto:
- "Y sí, así es. Los datos indican, por ejemplo, que Noruega rivaliza con sus vecinos nórdicos por el título mundial del país con mayor igualdad entre los sexos, pero parece -según indica la periodista Katrin Benhold, en The New York Times- que esta equidad se acaba en al puerta del dormitorio" [la negrita es mía].
- "Benhold cita que en Escandinavia la violencia sexual contra las mujeres comparte características propias de sociedades más desiguales: es demasiado habitual y rara vez se denuncia, y es aún más raro que quienes la cometen sean condenados. Los antiguos prejuicios sobre las prerrogativas masculinas y las suposiciones modernas sobre la emancipación femenina conspiran para erigir un muro de silencio, vergüenza y ambigüedad legal. Una de cada 10 mujeres noruegas de más de 15 años ha sido violada, según la organización para mujeres más grande del país, el Movimiento Refugio, cita la reportera del rotativo neoyorquino. Pero al menos el 80% de esas violaciones no llega a denunciarse oficialmente, y solo el 10% de los casos termina con una condena, según el Ministerio de Justicia".
Conclusiones:
1. EL PAÍS manipula la información: maneja datos sobre "violencia sexual" (asunto propio de la violencia de género en su sentido estricto, pero no en la Ley de Violencia de Género española) en Noruega, donde al parecer (ojo, la fuente es interesada) no se denuncian las violaciones y, además, se condena poco a los presuntos culpables (¿hay que pensar que eran culpables?). EL PAÍS pretende hacer creer al lector que estamos hablando de la "violencia de género" tal como se entiende en España, es decir, en la pareja (esa que "hay que denunciar más"...porque se denuncia poco en España, dicen, aunque haya unas 140.000 denuncias anuales).
¿Que no pretende esto EL PAÍS? Ya me dirán ustedes entonces a qué viene el comentario final que ese periódico añade: "la equidad se acaba en la puerta del dormitorio" (dormitorio...). ¡Pillados! (otra vez).
¿Que no pretende esto EL PAÍS? Ya me dirán ustedes entonces a qué viene el comentario final que ese periódico añade: "la equidad se acaba en la puerta del dormitorio" (dormitorio...). ¡Pillados! (otra vez).
EL PAÍS debería haber mostrado los datos de Noruega relativos a violencia de género en la pareja (y no los de "violencia sexual") cuyos números son bastante más altos que en España, por cierto, al menos en lo que se refiere a asesinatos de mujeres por su pareja. Pero tal vez no interesa mostrar que hay más asesinatos de mujeres a manos de su pareja en Noruega que en España.
2. La desigualdad (el machismo) no es la causa de la violencia contra las mujeres. Noruega es un país en el que las mujeres y los varones disfrutan de unos niveles de igualdad altísimos, pero la "violencia sexual" contra las mujeres es "demasiado habitual", se dice en la noticia de EL PAÍS. Si añadimos que los asesinatos de mujeres a manos de su pareja masculina son más numerosos en Noruega que en los países del sur de Europa, y no digamos que en España, entonces tenemos que lo que llamamos "violencia de género" (tanto en sentido estricto, con sus distintas manifestaciones, como en el sentido de la ley española -violencia de género en la pareja-) no tiene su causa exclusiva (contra lo que pretenden la ley española y el lobby feminista español) en la desigualdad entre hombres y mujeres, es decir, en el machismo. Es violencia, pero no necesariamente violencia "machista".
Quien justifica las medidas sexistas de la LIVG española y fomenta que se denucien masivamnete los casos leves (convertidos en "delitos de varón") apoyándose en que todos esos casos son "manifestaciones de la discriminación y desigualdad entre hombres y mujres" encuentra en Noruega y otros países nórdicos la refutación a sus tesis.
En la noche del 24 de noviembre tuvimos ocasión de ver en La 2 (televisión) un reportaje en el que, haciéndose eco precisamente de la contradicción que supone el caso noruego, se abren paso explicaciones alternativas a la violencia en la pareja (pincha).
¿Qué hacemos entonces con la famosa campaña que pretendía poner la violencia de género en la pareja como señuelo para justificar como necesarias las políticas de igualdad "real" (discriminaciones "positivas" en el trabajo, en las ayudas sociales e, incluso, en el Código Penal)? Las campañas para fomentar la "igualdad real" van a tener que buscar otra clase de cebo para sus políticas de discriminación ("positiva", dicen) por razón de sexo.
Quien justifica las medidas sexistas de la LIVG española y fomenta que se denucien masivamnete los casos leves (convertidos en "delitos de varón") apoyándose en que todos esos casos son "manifestaciones de la discriminación y desigualdad entre hombres y mujres" encuentra en Noruega y otros países nórdicos la refutación a sus tesis.
En la noche del 24 de noviembre tuvimos ocasión de ver en La 2 (televisión) un reportaje en el que, haciéndose eco precisamente de la contradicción que supone el caso noruego, se abren paso explicaciones alternativas a la violencia en la pareja (pincha).
¿Qué hacemos entonces con la famosa campaña que pretendía poner la violencia de género en la pareja como señuelo para justificar como necesarias las políticas de igualdad "real" (discriminaciones "positivas" en el trabajo, en las ayudas sociales e, incluso, en el Código Penal)? Las campañas para fomentar la "igualdad real" van a tener que buscar otra clase de cebo para sus políticas de discriminación ("positiva", dicen) por razón de sexo.
Campaña justificando la discriminación "positiva" (igualdad "real") como necesaria para combatir la violencia de género |
Esta "discriminación positiva" es otra falacia que de tanto oírla nos la hemos creído. Sería "discriminación positiva" si la Ley le otorgara el beneficio a las mujeres de lo que antes era delito que ahora sea falta, o que hubieran juzgados especiales para atenderlas a ellas, pero no es así, lo que se ha hecho es una fragante "discriminación negativa contra el hombre", se ha tipificado solo contra el hombre que lo que antes era falta ahora sea delito y los juzgados que se han hecho especiales para atender a las mujeres lo son exclusivamente si es para someter a los hombres al derecho penal de autor, con presunción de culpabilidad. El mismo Tribunal Constitucional, cuando aún tenía algo de independencia política y decencia judicial, en su Sentencia 150 de 1991 declaro como de "repugnante" el Derecho Penal de Autor que a tantos hombres los ha llevado o al suicidio o a la cárcel solo por haber nacido hombres.
ResponderEliminarTras leer lo que has publicado me avergüenza enormemente ser mujer, mejor dicho, TÚ avergüenzas a todo el género femenino y, en especial, a las víctimas de la VIOLENCIA SEXISTA (que por si no lo sabes, es un sinónimo de violencia de género, ¡tonta!).
ResponderEliminarTe pido, por el bien de la Humanidad, que te acerques al centro más cercano que tengas de atención a las víctimas y hables con esas mujeres, a ver si las cuchilladas que le han dado se las ha inventado, o que te pares a leer las cifras de muerte de violencia de genero, lo rídiculo de las condenas y el verdaderodestino de esas pobres mujeres. (más de 700 mujeres ASESINADAS en 10 años, ¿qué te parece?)
¿Discriminación positiva? ¿¡Cómo se puede ser tan arrogante? ¿Qué valor tiene para ti el precio de una vida, DE UNA VIDA ARREBATADA POR EL MERO HECHO DE SER MUJER? Hay que tener pocas entrañas.
POR FAVOR LEE, ¡¡LEE!! y estudia que falta te hace. Y antes de volver a hablar de violencia de género y de mujeres asesinadas, te lavas la boca con lejía.
Eres tú quien debe hacer un curso de lectura. Pero no sólo de lectura. También de crítica a lo leído. No es verdad que todas las mujeres asesinadas por su pareja lo hayan sido "por ser mujeres". Eso es sencillamente FALSO, como dicta el sentido común y la mera observación de los casos reales. Respecto al valor de la vida humana y respecto a la barbarie que implica un asesinato, sea debido a la violencia de género real o sea debido a cualquier otro motivo, no necesito que me des lecciones. Y mucho menos que vomites tu rabia o tu extremismo sobre mí. Muchas gracias.
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Eliminarhttp://www.europapress.es/sociedad/noticia-maltrato-hombres-realidad-silenciosa-20150612102418.html
http://www.elconfidencial.com/sociedad/2010-04-24/nadie-habla-de-los-30-hombres-que-murieron-a-manos-de-sus-mujeres-el-ano-pasado_395936/
La violencia de género, no tiene sexo ni edad
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