El diputado de UPyD, Toni Cantó, durante su comparecencia ante la Comisión de Igualdad del Congreso, el pasado miércoles, 27 de febrero. / Juanjo Martín (Efe) |
¿Alguna mujer en defensa de Toni Cantó? Yo misma
ANNA GRAU | 2 de marzo de 2013 Cuarto poder
Lo malo de los políticos novatos es que pueden meter la pata y marcar
un gol en propia puerta (por ejemplo, citando cifras y estadísticas de
dudosa procedencia) que no se le colaría a ningún político veterano. Lo
bueno de los políticos novatos es que sólo en ellos se puede confiar
para hacer y decir lo que los veteranos no harán ni dirán nunca.
Ejemplo: que la archicacareada legislación made in Zapatero contra
la violencia de género es aproximadamente una porquería, del todo
insuficiente para hacer frente al drama que pretendía corregir. Se hizo
para halagar el feminismo más rancio, revanchista y superficial, no para
atajar el verdadero problema.
Sólo en un contexto tan política e intelectualmente borderline se
entiende que alguien propusiera una salvajada como la discriminación
positiva de género en materia penal (un señor que maltrata a su señora
recibiendo más castigo que la misma señora maltratando al mismo señor…) y
que nadie linchara en la plaza pública al autor del engendro, Jesús Caldera. Sí, el mismo que desde la Fundación IDEAS encumbró a una tal Amy Martin. Si eso no es feminismo del bueno, que baje la Beauvoir y lo vea.
Recuerdo perfectamente que cuando se
promulgó aquella ley alguna magistrada muy prosocialista (o sin el pro)
pero también muy insigne, muy versada en Derecho, me estuvo contando
durante toda una cena las atrocidades de todo aquello, así como sus
nulas perspectivas de eficacia. Tan claro me lo dejó que al día
siguiente escribí una columna sobre el tema, respetando la
confidencialidad de la fuente, por supuesto. Cuál no sería mi sorpresa
al recibir al poco una llamada de ella misma afeándome, punzante, que mi
artículo hubiese sido seleccionado “para el resumen de prensa de los
jueces fachas”. Y yo, atónita pero cortés: “Oye, ¿pero no eras tú quién
me hizo ver todo esto?” Y ella: “Sí, pero no para decirlo en voz alta y
dar munición a la derecha contra el gobierno”. Réplica mía: “Oye, y si
no queréis dar munición a la derecha, ¿por qué no mandáis a Caldera a
aprender de leyes?”.
La escena que acabo de describir, creo, es el turbio y verdadero
meollo de este asunto. Aquí nunca se ha tratado de acertar. Se ha
tratado siempre de salvar la cara a sucesivos políticos, a cual más
inútil. Los problemas que los políticos no saben resolver directamente
no existen. ¿Las denuncias falsas por malos tratos, que haberlas,
haylas, y no precisamente pocas, sobre todo desde que se convirtieron en
la perfecta arma de destrucción masiva de todo divorcio que pinta mal?
¿No es verdad que todos tenemos un hermano, primo, amigo o por lo menos
conocido al que su ex acusó o amenazó alguna vez con acusar de malos
tratos para obtener una cómoda orden de alejamiento de los hijos y por
supuesto del piso?
¿Que cuántas son exactamente esas denuncias falsas? Imposible saberlo
porque, efectivamente, no se investigan. Porque nadie quiere mojarse
con este problema. Por eso si una señora pone una denuncia falsa pueden
pasar dos cosas, que cuele, o que no cuele. Si cuela, pues ya está. Y si
no cuela, pues no pasa nada, coste cero. Estando así las cosas, ¿cómo
no va a haber desalmadas que lo intenten?
Por supuesto la impunidad no es sólo penal, lo es también
estadística. No hay estamento oficial en el mundo que tenga interés en
computar estas cosas, al parecer. Pero, aunque lo hubiera, ¿cómo y con
qué, si en general no hay persecución, sino carpetazo de oficio? Toni Cantó
igual ha pecado de pringado al dar crédito a las cifras facilitadas por
una asociación de damnificados por la violencia de género a la inversa
(de mujeres contra hombres). Pero, ¿alguien me puede explicar con qué
cara defiende el ministerio de Sanidad sus propias cifras? ¿Con qué cara
me dicen que el 80 por ciento de las afectadas no denuncia? Y ellos,
¿cómo lo comprueban? ¿No da más bien la impresión de que aquí todo el
mundo se hace los datos a medida y bastante al buen tuntún?
Resumiendo, porquería bien barridita debajo de la alfombra, Toni
Cantó lapidado en las redes, etc, y aquí paz y corrección política y
después gloria y más mujeres apaleadas y muertas, y más hombres víctimas
de la injusticia. Porque, por si por alguien no se había enterado, yo
no estoy escribiendo esto porque tenga síndrome de Estocolmo con Toni
Cantó ni con el género masculino en general. Escribo esto en defensa de
todas las mujeres verdaderamente maltratadas que no merecen el escarnio
de las mentirosas. Escribo esto en defensa de todos los buenos hombres y
compañeros que no merecen ser metidos en el mismo saco de violadores y
asesinos. Escribo esto en defensa de la decencia, la dignidad humana y
sí, la política. Gracias Toni Cantó por intentar poner el dedo en alguna
llaga verdaderamente sangrante, para variar. Pide perdón por lo que
tengas que pedir perdón. Pero por favor sigue hurgando.
Bueno eso de qué Toni ha sido lapidado en al redes no es del todo cierto, yo he leído mas en apoyo qué en contra, Toni lo ha hecho bien queriendo o sin querer, ha puesto en debate el tema tabú, lo ha puesto al sol y ahora ya existe, y si ya existe ya se puede debatir y poner remedio, así qué manos a la obra y a trabajar.
ResponderEliminarAsí es... De hecho, tanto se habla estos días de denuncias falsas que quienes acosan en twitter a Cantó desde el PSOE han notado que la campaña va rematadamente mal. Y seguramente no es casual que el PSOE prefiera que se hable de Elena Valenciano y sus hijos como presuntas víctimas... A un acosador se le bloquea y, si es oportuno, se le denuncia. No hace falta anunciar a bombo y platillo que uno elimina su cuenta en Twitter, precisamente cuando el PSOE pierde por goleada allí mismo en su acoso a Toni Cantó... Pero el "victimismo" puede ser muy rentable, como el PSOE demuestra saber muy bien, aunque hipócritamente se escandalice al oírlo...
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